Movimientos Obreros del Siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias

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La Segunda Internacional (1889-1914)

En 1889 se conmemoraba en París una exposición internacional para celebrar el centenario de la Revolución Francesa. A este evento acudieron numerosos trabajadores que propusieron fundar una nueva Internacional. Esta Segunda Internacional aprendería de los errores cometidos en el pasado.

Se configuró como una federación de partidos socialistas, prohibiendo la entrada de anarquistas.

Objetivos de la Segunda Internacional

Los tres objetivos más importantes de la Segunda Internacional fueron:

  • Conseguir la jornada laboral de 8 horas.
  • Erradicar el trabajo infantil.
  • Lograr la emancipación de la mujer.

Se consiguió el reconocimiento del 1 de mayo como la Fiesta del Trabajo y también el Día de la Mujer Trabajadora.

Divergencias y Crisis

Dentro de la Internacional surgieron opiniones enfrentadas. Las principales causas fueron el imperialismo y el revisionismo de Bernstein. Se había demostrado que, sin necesidad de una revolución, y a través de reformas, la vida de los trabajadores había mejorado. Por eso, Bernstein se opuso a la idea de Marx de la necesidad de una revolución para cambiar las cosas. Esto condujo a la ruptura del marxismo en dos corrientes: una revolucionaria (la bolchevique) y otra moderada (menchevique) en la Revolución Rusa.

El Cartismo (1838-1848)

En Gran Bretaña, la clase obrera vivía en pésimas condiciones. No tenían ningún tipo de derecho como trabajadores y en el siglo XIX surgieron constantes motivos de conflicto social.

En torno a los barrios obreros aparecieron organizaciones estables con la finalidad de defender sus mínimos derechos. Los logros de las primeras asociaciones eran modestos y quedaban restringidos a los límites de un oficio o localidad.

El cartismo fue un importante movimiento de masas, cuyo auge se produjo entre 1838 y 1848, y que se propuso conseguir derechos políticos para los trabajadores.

La Carta del Pueblo

En 1838, la Asociación de Trabajadores de Londres elaboró la Carta del Pueblo, en la que se reclamaban:

  • Sufragio universal masculino.
  • Voto secreto.
  • Creación de distritos electorales iguales.

El cartismo movilizó con éxito a los trabajadores con el objetivo de la democratización del Estado.

Rechazo y Consecuencias

Las peticiones fueron rechazadas tres veces: en 1839, 1842 y 1848.

El movimiento cartista se debilitó sin conseguir sus objetivos, pero su existencia obligó al Estado a emprender la regulación de las relaciones laborales. Por ejemplo, se reguló la jornada a 10 horas para mujeres y niños.

El cartismo fue un hecho histórico muy importante, ya que anticipó las acciones de reforma social y fue el primer movimiento organizado a favor del sufragio universal. Además, se demostró que las masas populares tenían un objetivo político común: mejorar las condiciones de la clase obrera a través de la vía parlamentaria.

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

Los Éxitos del Eje (1939-1942)

Las victorias iniciales fueron de Alemania. En pocas semanas, el ejército alemán sometió a Polonia occidental, mientras que Polonia oriental fue ocupada por la URSS. Francia e Inglaterra no pudieron reaccionar.

Las operaciones militares se paralizaron y no se reanudaron hasta la primavera de 1940, cuando los alemanes tomaron por sorpresa Noruega y Dinamarca para asegurarse el acero sueco.

En mayo de 1940, Alemania atacó Francia, como en 1914, burlando la Línea Maginot a través de Holanda, Luxemburgo y Bélgica, naciones neutrales que, a pesar de su resistencia, no pudieron con el ejército alemán. Los ingleses y franceses, cogidos por sorpresa, intentaron escapar. Los ingleses consiguieron salvar parte del ejército evacuándolo en Dunkerque.

Francia fue ocupada en pocos días y el general Pétain, el héroe de Verdún, solicitó un armisticio, aceptando la división de Francia en dos partes: el norte y la fachada atlántica, tomadas por los alemanes, y el sureste, con capital en Vichy, un gobierno proalemán con Pétain al mando, conocido como el Régimen de Vichy.

El general De Gaulle, que no estaba de acuerdo con esta política, huyó a Londres, donde hizo un llamamiento al pueblo francés para continuar la lucha y la resistencia.

Solo Inglaterra resistió ante Hitler. Este, ante la frustración de no poder invadir la isla en el verano de 1940, sometió a Inglaterra a constantes bombardeos dirigidos a objetivos militares, ciudades e industrias para sembrar el pánico. Este episodio se conoce como la Batalla de Inglaterra.

La resistencia británica fue un golpe para Alemania. En cambio, obtuvo éxitos en el norte de África, donde el ejército alemán, llamado el Afrika Korps, había acudido a ayudar a los italianos, derrotando a los ingleses. A medida que descendían, ocuparon Yugoslavia y Grecia.

Al no poder ocupar Inglaterra, Alemania decidió romper el pacto de no agresión firmado con la URSS e invadirla en junio de 1941 sin previa declaración de guerra, en busca de ricos yacimientos petrolíferos. Esta operación se llamó Operación Barbarroja. Durante seis meses, la Wehrmacht puso en práctica sobre las llanuras rusas la llamada Guerra Relámpago, en la que avanzaron cientos de kilómetros con una rapidez insólita, derrotando a ejércitos rusos enteros. Los alemanes se desplegaron en tres direcciones: Stalingrado, Leningrado y Moscú.

Los rusos pusieron en práctica su tradicional táctica de tierra quemada y, pese a su gran número de bajas, no se rindieron. El invierno llegó para los alemanes y tanto Leningrado como Moscú y Stalingrado resistieron ferozmente. Leningrado sufrió un asedio de 900 días, en los que murieron 800.000 personas de frío y hambre. En Moscú, los alemanes se quedaron a 15 km, pero no consiguieron entrar y tuvieron que retroceder. En Stalingrado, pese a estar en los suburbios, los rusos no se rindieron.

Cuanto más penetraban los alemanes en la URSS, más difícil era el abastecimiento y la comunicación. A finales de 1941, Japón, que desde el siglo XX se había convertido en la gran potencia asiática y que durante los años 30 había ocupado gran parte de China, ocupó las colonias francesas y holandesas de Asia. Su expansionismo se había convertido en un peligro para los intereses americanos del Pacífico. El 7 de diciembre de 1941, la aviación japonesa bombardeó la base naval americana de Pearl Harbor. Los japoneses se adueñaron del sureste asiático, pero a mediados de 1942, una vez recuperados del golpe de Pearl Harbor, los americanos pusieron en marcha todo su potencial económico, militar y humano, y los japoneses fueron derrotados en el Mar del Coral, en Midway y Guadalcanal. A partir de ese momento, los japoneses retrocedieron.

Las Victorias de los Aliados (1942-1945)

A partir de 1943, el equilibrio de las fuerzas se rompió a favor de los aliados. Entre 1942 y 1943, dos batallas decisivas derrotaron a los alemanes, que desde ese momento solo conocieron derrotas: la batalla de El Alamein, donde el Afrika Korps, bajo el mando del general Rommel, llamado el Zorro del Desierto, fue derrotado por los ingleses dirigidos por Montgomery, mientras americanos y británicos desembarcaban en el norte de África, y la Batalla de Stalingrado, donde la resistencia de la ciudad impidió a Hitler llegar a las reservas petrolíferas del Cáucaso. El sexto ejército alemán fue aniquilado y la Wehrmacht no se recuperó. En el verano de 1943, Alemania lanzó su último ataque frente a la URSS en la Batalla de Kursk, la mayor batalla de carros de la historia, en la que los alemanes fueron derrotados.

En la primavera de 1943, Alemania e Italia se rindieron en Túnez, y el norte de África quedó en manos de los aliados, que pusieron en marcha el desembarco en Italia. La marcha de los aliados fue frenada por la resistencia alemana en Montecassino. El régimen de Mussolini cayó en Italia, firmando el armisticio. Mussolini fue liberado por los alemanes y formó en el norte un gobierno conocido como la República de Saló. Italia quedó dividida en dos partes: en el sur, un gobierno proaliado, y en el norte, uno fascista.

Los aliados planificaron abrir un frente occidental con el Desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944. Los alemanes tuvieron que luchar contra los ejércitos que se acercaban a Berlín. Desde 1942, los bombardeos aliados atacaron las ciudades alemanas y zonas industriales. La capital, Berlín, sufrió bombardeos diariamente. Los rusos entraron en Berlín y Hitler se suicidó. Alemania capituló el 7 de mayo de 1945. Unos días antes, Mussolini fue detenido y ejecutado en el norte de Italia.

La guerra en Europa concluyó, pero la resistencia japonesa en el Pacífico continuó. Para evitar más pérdidas humanas, el presidente Truman de los Estados Unidos decidió usar la bomba atómica, que fue lanzada el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y el 9 de agosto en Nagasaki. El 2 de septiembre, Japón se rindió.

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