Mercado laboral: oferta, demanda, desempleo y políticas de empleo

El mercado de trabajo y su composición

El trabajo es el aporte, tanto físico como intelectual, que realiza el ser humano para contribuir a la producción de bienes y servicios. El salario es la remuneración que reciben los trabajadores por su aporte a la producción.

¿Quién es quién en el mercado laboral?

En este mercado, el papel de las empresas y las economías domésticas es el inverso del que tienen en los mercados de bienes y servicios. En el mercado de trabajo, son las empresas las que demandan trabajadores y las familias las que ofrecen su trabajo.

Se clasifican en:

• Población de 16 o más años: es la población total que está en edad legal para poder trabajar.
• Población activa: formada por las personas en edad de trabajar y que quieren trabajar. Se incluyen tanto a los que encuentran trabajo como a los que no. Se distingue en:
  • Población ocupada: formada por aquellas personas activas que tienen un trabajo, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia.
  • Población desempleada o parada: personas activas que buscan trabajo, pero no lo consiguen.
• Población inactiva: aquellos que tienen edad para trabajar (16 o más años) y que, por diferentes motivos, no buscan trabajo: estudiantes, personas con incapacidad laboral, los que se dedican a labores del hogar, jubilados, etc.

La oferta y demanda de trabajo

• La oferta de trabajo: la cantidad de trabajo que ofrece una economía depende de:
  • El volumen de población activa. Cuanto mayor sea esta, mayor será la oferta de trabajo.
  • El número de horas que cada persona esté dispuesta a trabajar, lo que depende del salario percibido. Los trabajadores ofrecen trabajo a las empresas a cambio de un salario y, mientras trabajan, renuncian a hacer otras actividades. Si aumentan los salarios, las personas estarán más motivadas a trabajar más. Lo contrario sucede cuando los salarios disminuyen. La curva de oferta de trabajo es creciente.
• La demanda de trabajo: las empresas necesitan trabajadores para poder desarrollar su actividad. Los empresarios estarán dispuestos a contratar nuevos empleados siempre que los ingresos conseguidos sean mayores que el salario que se les tiene que pagar. La demanda va a depender fundamentalmente del salario y la productividad de los trabajadores. Si estos aumentan, las empresas reducirán la demanda de trabajo. La curva de trabajo en función del salario decrece.

La medición del desempleo

Las cifras de paro aparecen periódicamente en los medios de comunicación. Para obtener estos datos, se utilizan dos procedimientos:

• La Encuesta de Población Activa (EPA): la realiza trimestralmente el INE entre la población de 16 o más años que está disponible para trabajar y no encuentra trabajo.
• Paro registrado: otra forma de medir el desempleo es la que realiza mensualmente el SEPE. Esta solo tiene en cuenta a aquellos desempleados que se registran en sus oficinas. Por ello, las cifras de paro calculadas por el SEPE son inferiores a las de la EPA.

Salario Mínimo Interprofesional (SMI)

Es una cantidad que el gobierno fija, con previa consulta a sindicatos y patronal, como el mínimo salario que un trabajador debe percibir. Se revisa anualmente teniendo en cuenta la subida de los precios, la coyuntura económica, etc.

Sindicatos

Organizaciones de trabajadores que tratan de mejorar las condiciones laborales de sus miembros. Actúan de portavoces y negocian en representación de los trabajadores en relación con la patronal y con el gobierno.

Patronal

Colectivo de empresarios que se organizan para defender los intereses del grupo. En España, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) actúa de portavoz y negocia en representación de la patronal en relación con los sindicatos y el gobierno.

Políticas de empleo y evolución del mercado de trabajo

La creación de empleo y la protección de los desempleados son objetivos principales de los gobiernos. Para conseguirlo, se aplican distintas medidas, pero los economistas no coinciden sobre cuáles son las más eficaces.

• Medidas sobre la oferta de trabajo:
  • Reducción de la población activa a través de jubilaciones anticipadas que permiten que personas mayores dejen sus puestos de trabajo a otras personas o ampliando la educación obligatoria y el retraso de la edad laboral.
  • Reparto del empleo existente mediante la reducción de la jornada laboral (trabajar menos horas para que trabajen más personas) o la eliminación de los trabajos a tiempo parcial o temporal.
• Medidas sobre la demanda de trabajo:
  • Inversión pública con creación de nuevos puestos de trabajo.
  • Ayudas para la creación y desarrollo de pequeñas y medianas empresas.
  • Reducción de impuestos y otros incentivos a empresas que crean puestos de trabajo para colectivos desfavorecidos, como discapacitados o jóvenes sin cualificación profesional.
• Medidas en materia de información y formación:
  • El fomento de servicios que actúen de intermediarios eficaces entre la oferta y la demanda de empleo. Servicios que pongan en contacto a las personas que buscan un empleo más acorde con sus características personales con la empresa que busca el trabajador más adecuado para sus necesidades.
  • Actuaciones que tienen por objeto facilitar formación profesional a los trabajadores (escuelas taller o garantía social e iniciación profesional).
• Prestaciones y subsidios por desempleo: es una medida de protección social para los trabajadores que pierden su empleo, que reciben temporalmente una ayuda del Estado (de cuantía inferior al salario que tenían) mientras buscan un nuevo empleo. Los parados de larga duración, para estos existe un subsidio asistencial cuando carecen de otros ingresos y tienen cargas familiares.