Marte de Velázquez: Representación del Dios de la Guerra en el Siglo de Oro Español
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Contexto de la Obra
Marte, pintado por Velázquez entre los siglos XVI y XVII, se encuentra en el Museo del Prado en Madrid. Velázquez, conocido por su estilo realista, presenta en esta obra una visión humanizada de los dioses, situándolos en un contexto contemporáneo. Aquí, el dios de la guerra aparece agotado y descansando, con sus armas abandonadas en el suelo.
Marte en la Mitología Romana
En la mitología romana, Marte era la divinidad de los combates y de la primavera. Su nombre está asociado al mes de marzo, época en la que la juventud partía a la guerra. Formaba parte de la primera tríada divina romana junto a Júpiter y Quirino. En su templo se conservaban doce escudos, uno de los cuales se decía que pertenecía al dios. El Campo de Marte, una llanura sagrada fuera de Roma, era el lugar donde desfilaban las tropas. Sus animales consagrados eran el pájaro carpintero y la loba, lo que podría estar relacionado con la leyenda que lo atribuye como padre de Rómulo y Remo.
Ares en la Mitología Griega
Marte fue asimilado al dios griego Ares, cuya mitología adoptó. Ares, originario de Tracia, es el dios de la guerra. Hijo de Zeus y Hera, forma parte de los Olímpicos, aunque es odiado por muchos, incluso por su propio padre. Se le representa con coraza, casco, escudo, lanza y espada. En la Ilíada, combate del lado de los troyanos, escoltado por divinidades como Éride (la Discordia), Deimo (el Temor) y Fobo (el Terror), que son sus hijos. Ares es descrito como el azote de los mortales, sangriento homicida, loco.
Residencia y Culto de Ares
Ares habitaba en Tracia, una región semisalvaje conocida por sus caballos y guerreros. También allí vivían las Amazonas, hijas de Ares. En Grecia, recibía un culto particular en Tebas, donde se le consideraba antepasado de los descendientes de Cadmo. Poseía un manantial guardado por un dragón, hijo suyo. Cadmo mató al dragón y, como expiación, sirvió a Ares durante ocho años. Posteriormente, los dioses casaron a Cadmo con Harmonía, hija de Ares y Afrodita.
Mitos y Batallas de Ares
La mayoría de los mitos de Ares son narraciones de combates. Sin embargo, no siempre sale victorioso. Los griegos, desde la época homérica, mostraban cómo la fuerza bruta de Ares era contenida por la inteligencia de Heracles o la prudencia de Atenea.
- En una batalla ante Troya, Ares se enfrentó a Diomedes. Atenea, invisible gracias al casco mágico de Hades, desvió la lanza de Ares, quien fue herido por Diomedes.
- En otra ocasión, Atenea venció a Ares, dejándolo aturdido de una pedrada.
- Cuando Heracles luchó contra Cidno, hijo de Ares, Atenea invitó a Ares a someterse al Destino, que había dispuesto la muerte de Cidno. Ares fue herido por Heracles y huyó al Olimpo.
- Cuando la amazona Pentesilea, hija de Ares, fue asesinada por Aquiles, Ares quiso vengarla, pero Zeus lo detuvo con un rayo.
El Areópago y las Aventuras Amorosas de Ares
El nombre del Areópago, la colina de Atenas donde se juzgaban crímenes religiosos, se relaciona con un acto de violencia de Ares. Ares mató a Halirrotio, hijo de Posidón, por intentar forzar a Alcípe, hija de Ares. Posidón lo obligó a comparecer ante un tribunal de los Olímpicos, donde fue absuelto.
Ares tuvo muchas aventuras amorosas, la más célebre con Afrodita. También tuvo hijos con mujeres mortales, muchos de los cuales fueron hombres violentos e inhospitalarios.