Luces de Bohemia: Un Viaje al Fondo de la Noche Española

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El contexto histórico de Luces de bohemia es el de los últimos años de la Restauración, momento en el que había un descontento general en España. Literariamente, esta obra pertenece a un nuevo género creado por Valle-Inclán con Luces: el esperpento, con el que renovó el teatro español.


La producción de Valle-Inclán es considerable y variada: novelas, cuentos, teatro, poesía… En toda ella se observa una evolución paralela a su cambio ideológico (de un tradicionalismo idílico pasa a posiciones revolucionarias): de un Modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica, la del esperpento, que está basada en una feroz distorsión de la realidad.


Es Luces de bohemia (publicada por entregas en 1920 en la revista España y en libro en 1924, con tres escenas añadidas: la II, la VI y la XI) la primera obra a la que Valle-Inclán da el nombre de esperpento. Con esta palabra designa el autor a esas obras suyas en las que lo trágico y lo burlesco se mezclan, con una estética que quiere ser “una superación del dolor y de la risa”, tal y como se afirma en la famosa escena XII.


La Última Noche de Max Estrella

Luces de bohemia cuenta la última noche de la vida de Max Estrella, poeta miserable y ciego. Valle se inspiró en la figura y en la muerte del novelista Alejandro Sawa. Pero la obra se convierte en una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deforme, injusta, opresiva, absurda. La peregrinación de Max Estrella, que va acompañado por Don Latino, es un “viaje al fondo de la noche”. Max desciende a los abismos de la injusticia y de las miserias de todo tipo. Y no sabemos si lo que lo mata es el frío, el hambre, el alcohol o su corazón cansado o si es el dolor por el espectáculo que tiene en torno a él.


Estructura de la Obra

En cuanto a la estructura externa, la obra prescinde de la división en actos y se compone de quince escenas. Por su contenido, la sucesión de las escenas responde a una meditada estructura. Podemos agruparlas de la siguiente manera:

1. Preludio

  • Escena I (Max en su casa: “anhelo de morir”).

2. Cuerpo Central

  • Escenas II-XI: La peregrinación de Max por la noche madrileña.

3. Final de la Peregrinación

  • Escena XII (Max vuelve a su casa; su muerte). En esta escena se expone la conocida “teoría del esperpento”, como para dar pleno sentido a todo lo acontecido.

4. Epílogo

  • Escenas XIII-XV: En él se lleva a cabo el suicidio anunciado al principio de la obra.


Personajes Principales

En Luces de bohemia aparecen más de cincuenta personajes. Muchos de ellos son como peleles, pero otros cobran una gran talla humana (Max Estrella, el obrero catalán, la madre del niño muerto…).

Max Estrella

Max Estrella es un personaje complejo y espléndido. En él se mezclan el humor y la queja, la dignidad y la indignidad. Destaca su creciente furia contra la sociedad. Y al tiempo, su sentimiento de fraternidad hacia los oprimidos.

Don Latino

Don Latino, en cambio, es un gran fantoche. Encarna la caricatura de la bohemia. Resulta miserable por su deslealtad.


Otros Personajes

Los demás fantoches del esperpento forman diversos grupos. Especialmente mordaz es la caricatura de los “burgueses” (el librero Zaratustra, el tabernero Pica Lagartos, algunos defensores del “orden” de la escena XI) o de los policías (el capitán Pitito, Serafín el Bonito, los “guindillas”), junto a los que ha de ponerse la caricatura del Ministro. No menos ridiculizados quedan los “pedantes”, como Don Gay, el periodista Don Filiberto, Basilio Soulinake, etc., pero especialmente los “epígonos del Modernismo”. Esperpentizados quedan también personajes populares: la Pisa-Bien, el “Rey de Portugal”, la portera, las prostitutas (aunque hay ternura hacia la Lunares) o los sepultureros. Aparecen más personajes, muchos de una forma fugaz, como los de la escena XI, que son como un coro en torno a la madre. Caso especial serían los de Rubén Darío y Bradomín, contrapunto de vida y literatura refinadas dentro del esperpento.


Degradación y Crítica Social

La degradación de los personajes se manifiesta, entre otras cosas, por los frecuentes rasgos de animalización, cosificación o muñequización (perros, peleles…).
Con Luces de bohemia Valle pone sus espejos deformantes ante los más variados aspectos de la realidad española. Hay en la obra alusiones al pasado imperial y una amplia zona de la historia contemporánea sirve de marco cronológico a la trama. Aparecen anacronismos intencionados, con los que se hace referencia.
Se critica a políticos de distinto signo y se presenta la miseria y el hambre del pueblo, del que se muestra también su embrutecimiento. La protesta ante la represión policial llega a su punto álgido en las escenas VI (la del obrero catalán) y XI (la muerte del niño). También se critica la religiosidad tradicional y vacía y a figuras, escuelas o instituciones literarias. Todo esto nos lleva a las frases que Valle pone en boca de Max: “España es una deformación grotesca de la civilización europea”.


Lenguaje y Legado

En cuanto al lenguaje, asombra su riqueza y la variedad de registros empleados. Las acotaciones de la obra tienen un carácter literario. Para finalizar, podemos afirmar que la hondura y la carga crítica de Luces de bohemia siguen sacudiendo profundamente al lector.

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