Literatura Medieval Española: Un Recorrido por sus Obras Maestras

Literatura Medieval Española

Mester de Clerecía

La novedad más llamativa en cuanto a la forma es el empleo de la cuaderna vía. Los poetas del mester de clerecía se inspiran en escritos literarios cultos, sobre todo en los latinos. Por todo ello, los temas predominantes son los religiosos, los históricos o los novelescos, siempre con una clara intención didáctica. En el siglo XIII, junto con la obra de Gonzalo de Berceo, destacan tres poemas épico-novelescos, los tres anónimos: Libro de Alexandre, Libro de Apolonio y Poema de Fernán González. El uso de estrofas variadas dio paso al Libro del Buen Amor.

Gonzalo de Berceo

Es el primer poeta castellano conocido. Son importantes los poemas en los que habla de vidas de santos, como Vida de Santo Domingo de Silos y su obra más importante: Milagros de Nuestra Señora. Esta se inicia con una introducción alegórica en la que Berceo se presenta a sí mismo en un locus amoenus. A continuación, se incluyen 25 narraciones de milagros realizados por la Virgen. La estructura más habitual en la narración de los milagros es la organización en tres partes:

1. Berceo presenta al personaje.
2. La Virgen actúa para salvarlo.
3. Introducción de una moraleja.

Arcipreste de Hita

Los componentes del Libro del Buen Amor son los siguientes:

• Una parte introductoria que incluye un prólogo en prosa.
• Una narración autobiográfica ficticia.
• Una colección de 32 ejemplos, cuentos y fábulas.
• Digresiones morales.
• Una glosa del Ars amandi.
• Una narración de los amores de don Melón y doña Endrina.
• Un relato de carácter alegórico.
• Sátiras, elogios, poesías líricas, etc.

Estilo y finalidad de la obra: El deseo del autor de que la obra vaya de mano en mano y de que cada uno añada o suprima versos a su antojo revela su naturaleza juglaresca y popular. Algunos defienden que su carácter es didáctico y otros, en cambio, dicen que tiene un carácter humorístico, amable y hedonista.

La prosa de ficción en el siglo XIV: Don Juan Manuel

El uso de la prosa castellana se normaliza en el siglo XIV.

Jarchas

En 1948 se descubrieron unos breves poemas escritos en dialecto mozárabe. La jarcha era el final de una extensa composición estrófica de carácter culto y tema amoroso, la moaxaja, que emplearon los poetas árabes y hebreos. Las jarchas se repetían al final a modo de estribillo. Su estructura es muy simple, ya que los poemas son breves y generalmente de versos paralelísticos. El contenido suele girar en torno a la ausencia de un amigo, al que llaman habib. Tiene abundantes interrogaciones y vocativos afectivos.

Lírica galaico-portuguesa

Cantigas de amigo

Son poemas de amor puestos en boca de una mujer que se lamenta por la ausencia, tardanza o abandono de su amado, al que llama amigo. Sus recursos estilísticos son los paralelismos.

Cantigas de amor

Son poemas de carácter más culto. El tema amoroso tiene como protagonista al varón y se desarrolla siguiendo los modelos del amor cortés.

Lírica popular castellana

Los temas son semejantes a los de las jarchas y las cantigas. El amor ocupa el mayor número de composiciones y está presente en todas sus variaciones. Otros temas son las fiestas, la música y el baile. No faltan las lamentaciones. La forma preferida es el villancico, que está relacionado con el zéjel hispanoárabe por su estructura métrica y con las jarchas y las cantigas de amigo por su contenido.

Mester de Juglaría

Su género principal fue el de los cantares de gesta, que eran extensas narraciones en verso en las que se exaltaban las hazañas y las virtudes de los héroes, que eran recitadas por los juglares. Se han perdido casi todas las obras de la épica medieval castellana, probablemente porque su transmisión era oral. Solo el Cantar de Mio Cid se ha conservado casi íntegro. Estos poemas épicos se pueden clasificar en tres ciclos:

• El ciclo francés, al que pertenece el Cantar de Roldán.
• El ciclo de los condes de Castilla, que trata de los orígenes del reino castellano, de cómo logró su independencia del reino de León.
• El ciclo del Cid, al que, como su propio nombre indica, pertenece el Cantar de Mio Cid.

Cantar de Mio Cid

Su argumento se divide en tres cantares: el Cantar del Destierro, el Cantar de las Bodas y el Cantar de la Afrenta de Corpes. El tema principal del cantar es el honor del protagonista. Toda la estructura, a pesar de la división externa en tres partes, está organizada en torno a ese triunfo final del héroe. Por lo que respecta a la métrica, está escrito en versos de medida irregular, en torno a las dieciséis sílabas, y de rima asonante única. Los versos con la misma rima forman una tirada hasta que cambia al inicio de la tirada siguiente. El arte narrativo del autor es rico y complejo: utiliza diversas perspectivas, alterna los estilos directo e indirecto e introduce elementos humorísticos. Los rasgos del estilo son los siguientes:

• La actitud arcaizante en el uso de la lengua.
• La abundancia de epítetos.
• El predominio de las oraciones coordinadas y yuxtapuestas.
• El ajuste del léxico a las distintas realidades.
• El recurso a figuras retóricas.