Literatura Española del Siglo XVIII: Poesía, Teatro y Pensamiento Ilustrado
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La Ilustración y su Influencia en la Literatura Española del Siglo XVIII
El Reformismo Ilustrado y sus Medios de Difusión
El reformismo ilustrado utilizó todos los medios posibles para la difusión de sus ideas:
- Las aulas de enseñanza: Se produjo una reforma de la enseñanza pública y privada. Destacó el trabajo de Jovellanos y Olavide.
- Los periódicos: Principal vehículo de transmisión de las ideas ilustradas. Se llegaron a publicar más de setenta, entre los que destacaron "El Diario noticioso" y "El pensador".
- Las academias y sociedades: Se fundaron la Real Academia Española, la Real Academia de la Historia y el Museo del Prado. Además, aparecieron otras agrupaciones denominadas Sociedades de Amigos del País, que crearon industrias y escuelas para el desarrollo de las ciencias, las artes y la técnica. En este campo desempeñaron un papel fundamental los "novatores", investigadores casi desconocidos que lucharon por el progreso de la ciencia.
- El teatro: Se convirtió en instrumento para la transformación de costumbres. El pueblo analfabeto, que no leía los periódicos, asistía masivamente a las representaciones teatrales, por lo que éstas se convirtieron en un medio eficaz de aleccionamiento.
La Poesía en el Siglo XVIII
A principios de siglo, muchos autores continuaron cultivando una poesía muy similar a la de los Siglos de Oro, pero hacia mediados surgió una poesía diferente, cuyas principales modalidades fueron:
- Poesía bucólica y anacreóntica: Su finalidad era crear una naturaleza ideal, con personajes humildes que expresaban sus sentimientos amorosos en un ambiente paradisíaco. Sus principales representantes fueron Nicolás Fernández de Moratín y Juan Meléndez Valdés.
- Poesía ilustrada neoclásica: De fines didácticos, pretende transmitir las nuevas ideas filosóficas, económicas, educativas, agrícolas, literarias, etc. Sus principales cultivadores fueron Jovellanos y José Cadalso.
- Poesía satírica: Ridiculizadora de defectos humanos, como sucede en las Fábulas morales de Félix María de Samaniego o como en las Fábulas literarias de Tomás de Iriarte.
El Teatro en el Siglo XVIII
En el siglo XVIII hubo una gran afición al teatro, que se tradujo en un constante enfrentamiento entre los defensores del teatro posbarroco y los partidarios de una renovación ilustrada.
- El teatro posbarroco: Se desarrolló durante la primera mitad del siglo, repitiendo temas y argumentos calderonianos, aunque innovando al concentrar el espacio y el tiempo, reducir el número de personajes y regularizar el estilo. Las principales obras posbarrocas fueron No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, de Antonio Zamora, y El dómine Lucas, de José de Cañizares.
- El teatro ilustrado o neoclásico: Se desarrolló en la segunda mitad del siglo. Pretendió acabar con un teatro inverosímil y divulgador de ideas sociales y morales arcaicas. Dentro de este teatro, los géneros cultivados fueron:
La Tragedia y la Comedia Neoclásica
- La tragedia neoclásica: Era un tipo de obra que imitaba modelos franceses e italianos. El tema fundamental era la lucha por la libertad. La pieza que más fama alcanzó fue Raquel, de Vicente García de la Huerta.
- La comedia neoclásica: Criticaba las debilidades y vicios de la sociedad, tratando de mostrar la importancia de la razón y el buen sentido. El autor de más éxito fue Leandro Fernández de Moratín. Como buen ilustrado, cultivó también el ensayo (Orígenes del teatro) y la poesía, pero donde destacaría sería en el teatro. Sus obras recogen la vida social de su tiempo, así como las preocupaciones del ciudadano medio. Moratín escribió cinco comedias en las que invitaba a la burguesía a no falsear títulos nobiliarios (El barón).
Melchor Gaspar de Jovellanos: Vida y Obra
A) Vida
Nació en Gijón (1744) en el seno de una familia noble, y allí realizó sus primeros estudios. Cursó Leyes y Cánones en Ávila y Alcalá de Henares, y por consejo familiar aceptó en Sevilla un puesto como "alcalde de cuadra" o "del crimen". Nuevo traslado a Madrid, como "alcalde de casa y corte", donde frecuentó tertulias literarias e ingresó en varias Academias. La defensa de su amigo le granjeó la hostilidad de la reina, quien le ordenó trasladarse a Asturias para resolver cuestiones mineras y viales. Manuel Godoy le nombró Ministro de Gracia y Justicia, pero en 1801 fue encarcelado en el castillo de Bellver (Mallorca) hasta el motín de Aranjuez. Tras la invasión napoleónica, se negó a colaborar con los afrancesados, por lo que fue perseguido. Murió en 1811 en el Puerto de Vega (Asturias).
B) Obra
Jovellanos fue un escritor prolífico. Sus escritos abarcan temas muy diversos: economía, minería, arte, enseñanza, etc. En la base de todos ellos se aprecia su fe en la posibilidad del progreso. Su producción puede clasificarse por campos:
- Escritos económicos: Como magistrado y miembro de la Sociedad Económica de Sevilla, tuvo que informar sobre los más variados asuntos. En estos escritos, la atención al detalle se combina con la claridad expositiva. Los principios económicos en los que se basa son los de la nueva escuela de Adam Smith.
- Escritos políticos: Vivió el momento culminante de la Ilustración española. Su ideal social era un pueblo trabajador sin extremos de pobreza ni riqueza, que gozara de la máxima libertad, tanto en actividades económicas como en sus costumbres. Concebía la monarquía y la nobleza como indispensables para el equilibrio político y social, y justificaba sus privilegios solo si cumplían con sus obligaciones. Ejemplo: Memoria en defensa de la Junta Central.
- Escritos pedagógicos: Enlazan con sus ideales económicos y con los políticos. Siempre luchó por modernizar la enseñanza, y fruto de ello surgió El Real Instituto Asturiano. Pidió que se estudiaran las Ciencias Naturales y que la enseñanza universitaria se impartiese en español y no en latín. Ejemplos: Memoria sobre educación pública y Memoria sobre espectáculos.