Literatura Española del Siglo XVIII: La Ilustración y el Neoclasicismo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,69 KB

1. Literatura Española del Siglo XVIII: La Ilustración y el Neoclasicismo

El siglo XVIII se denomina siglo de las luces porque es el siglo en el que se difunden las ideas de la Ilustración. La Ilustración es un movimiento intelectual nacido en Francia que cuestiona el saber tradicional, basado en la fe, y propone el análisis de las ideas a la luz de la razón y la experiencia como única forma de alcanzar el conocimiento científico. Voltaire, Rousseau y Montesquieu, colaboran en la elaboración de la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D'Alembert quienes pretendían reunir todo el saber de la época sobre las materias más diversas. Los ilustrados defendieron un arte y una ciencia útiles, que elevara el nivel cultural de cada uno de los individuos de la sociedad y con ello su bienestar.

Características de la Literatura

En la literatura española de este siglo se distinguen tres etapas:

  • El posbarroquismo, que pretendía prolongar el estilo recargado y las fórmulas ya gastadas del Barroco, que en esta etapa degeneró en un arte amanerado y superficial.
  • El neoclasicismo, que reivindicaba el canon estético de los clásicos y el «buen gusto» de una literatura basada en la razón. En 1737, Luzán publicó su Poética. Las consecuencias fueron que:
    • El teatro se caracteriza por la adopción de la regla clásica de las tres unidades; por la prohibición de todo lo imaginativo, fantástico y misterioso; por una separación artificial entre lo trágico y lo cómico y por la finalidad didáctica.
    • Decayeron los géneros de creación.
    • Surge un nuevo género: el ensayo.
    • En la lengua se impone la claridad y la agilidad, que facilitan la comunicación. Se introducen neologismos y galicismos.
  • El prerromanticismo.

Prosa en el Siglo XVIII

El siglo XVIII carece de una importante prosa de ficción. Los principales autores fueron:

  • FEIJOO, fue un hombre instruido que dedicó toda su vida a la enseñanza. En sus libros supo compaginar su espíritu religioso. Toda su obra, recogida en Teatro crítico universal, y en Cartas eruditas y curiosas está encaminada a abrir la mente de los españoles y a combatir la ignorancia y las supersticiones, que estaban muy arraigadas entre el pueblo.
  • CADALSO: en su obra más conocida - Cartas Marruecas (1789)- critica con pesimismo las costumbres nacionales y analiza las causas de la decadencia de España. Sus 91 cartas, son breves ensayos en forma epistolar que tratan todos los temas menos la religión y el gobierno, pues estaban censurados.
  • GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS se ocupó también de los problemas de España desde una óptica patriótica, pero crítica y con espíritu reformista. Jovellanos ocupó varios cargos políticos durante el reinado de Carlos III y fundó varias instituciones. Carlos IV lo desterró, primero a Asturias y luego a Mallorca.

Teatro del Siglo XVIII

Adquirió un gran desarrollo y fue uno de los espectáculos que despertó mayor interés. En el siglo XVIII se vivió una encendida polémica entre los que entendían el teatro como mera diversión y los que consideraban que debía cumplir una función didáctica.

En la primera mitad del siglo triunfa un teatro que continúa las fórmulas del teatro de Calderón, con autores que repetían los temas y argumentos pero complicando la intriga y el montaje.

En la segunda mitad se produce una fuerte oposición de los ilustrados contra este teatro tanto por razones estéticas como sociales. El nuevo teatro se va a caracterizar por:

  • el respeto a las tres unidades (de tiempo, de lugar y de acción);
  • la verosimilitud: las historias representadas debían imitar la realidad;
  • la separación de los géneros (comedia y tragedia);
  • el estilo razonable y sensato;
  • la finalidad didáctica: las obras debían educar al público.

Los géneros cultivados fueron la tragedia y la comedia.

  • En la tragedia, se expresaban sentimientos heroicos.
  • La comedia neoclásica: mostraba una realidad idealizada con personajes comunes (burgueses y sus criados).

El autor de más éxito fue LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN (1760-1828). Viajó por toda Europa y ocupó varios cargos políticos. Fue un afrancesado y, cuando las tropas francesas fueron expulsadas de España, se fue a vivir a Francia. En sus obras respeta rigurosamente la norma de las tres unidades. Sus obras más conocidas son El sí de las niñas y La mojigata.

Entradas relacionadas: