El lenguaje corporal y gestual en la infancia
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El lenguaje corporal y gestual:
Engloba todas las manifestaciones que el niño realiza con su cuerpo: gestos, movimientos, sonrisas, miradas, etc. Esta es la forma más temprana de expresión, pues los bebés utilizan estas manifestaciones, en un principio involuntarias y reflejas para comunicarse con las demás personas y con su entorno, al menos hasta los 2 años.
Expresión corporal y comunicación:
El lenguaje gestual se presenta como una habilidad cognitiva necesaria antes de que se adquiera la capacidad para comunicarse verbalmente. Los niños construyen a través de su cuerpo una forma de expresión propia válida para comunicarse, mediante la cual podrán exteriorizar sus necesidades, sentimientos, imaginación. Al principio son espontáneas, con el tiempo pasan a ser intencionadas y con valor comunicativo.
Evolución del lenguaje gestual:
Periodos:
- Gesto demostrativo: Es el nivel más primitivo y sencillo. Es involuntario, pero poco a poco se hace consciente. El niño señala o indica aquello que quiere alcanzar o nombrar.
- Gesto representativo: Surge de la capacidad imitativa del niño, que reproduce los gestos y movimientos que observa en sus mayores: escribir, andar, coser, acariciar, golpear.
- Gesto simbólico: Se utiliza para representar las ideas por asociación: gestos como el saludo, la despedida, la afirmación o la negación.
Tipos de danza:
Podemos clasificar las danzas según el grado de directividad y según el tipo de ejecución.
Danza libre:
Es la que emana de la expresión del movimiento propio de cada niño. Manifestación espontánea en la que hay que dejar a los niños que expresen libremente aquello que la música les hace sentir. El objetivo es disfrutar del movimiento de su cuerpo sin preocuparse de la estética u otros elementos.
Danza dirigida:
Es aquella en la que los niños siguen las consignas que marca la educadora. Es una evolución de la danza libre. También puede introducir elementos como pañuelos, globos, en la realización de la danza.
Danza organizada:
Es aquella en la que la educadora establece las secuencias y los movimientos que los niños deben ejecutar. Se concreta en una estructura coreográfica. El diseño de la coreografía debe ser acorde a las capacidades de los niños.
Danzas según la ejecución:
Danza en rueda: Los niños se colocan en forma de anillo dándose las manos y ejecutan diversos tipos de gestos y movimientos en función del ritmo y la melodía de la música. Es la forma más primitiva de danza en colectividad y la más simple de ejecutar.
3 clases de danzas en rueda:
- Danza en rueda simple: La rueda evoluciona hacia la derecha o la izquierda sin más movimientos.
- Danza en rueda mimada: Además de haber un movimiento circular, hay algún otro tipo de movimiento. Puede ser como agacharse.
- Danza en rueda dialogada: Se establece un diálogo entre 2 grupos de bailadores o bien entre una persona que se sitúa en el centro de la rueda y el resto.
Recursos del juego dramático:
Con estos recursos, los niños podrán convertirse en personajes imaginarios, actuar y escenificar cuentos y movimientos.
Las máscaras:
Son útiles para contar historias o representarlas. Las de animales son muy apropiadas. Es necesario que los movimientos sean acordes con la imagen que la máscara representa. Se utilizan a partir de los 2 años, cuando el niño se va sintiendo más seguro en el mundo que le rodea. Conviene que la educadora se ponga primero la máscara delante de los niños para que se familiaricen con ella y no tengan miedo.
El maquillaje escénico:
A partir de la utilización de un maquillaje se pueden crear personajes realmente convincentes. Se pueden representar animales, estatuas, payasos, cantantes, piratas, etc. La caracterización debe ser sencilla, un simple bigote les animará a la representación de un gato, un señor serio o un pirata. Los niños, sobre todo a partir de los 18 meses, disfrutan tanto del placer de ser maquillados como del resultado de su caracterización.
Vestidos de fantasía o disfraces:
Con un poco de imaginación y combinando la ropa adecuada, es posible complementar la máscara o el maquillaje a fin de obtener un disfraz del personaje que se desea representar. Se puede crear un rincón de los disfraces para que sean los propios niños los que escojan sus modelos e interpreten al personaje imaginado. El disfraz da la oportunidad al niño de actuar como si fuera la figura que representa, lo cual le ayuda a reconocerse a sí mismo.
La voz:
El juego dramático a menudo va acompañado de texto. Un recurso en este sentido es la ventriloquia, que consiste en dar a cada muñeco una personalidad diferente utilizando diferentes timbres de voz: fuerte, dulce, alegre, enfadado, despistado... según la situación de la escena. Hacer hablar a los muñecos es una técnica que atrae a los pequeños y los mantiene atentos. Un muñeco puede ser el protagonista de una clase, el que inicia las actividades, puede enfadarse si los niños no se portan bien, adelantarles acontecimientos, etc.
La música y los sonidos:
Son otro recurso, sea cual sea la modalidad de dramatización. Se pueden utilizar músicas melódicas para conducir cualquier representación o sonidos muy concretos que se identifican con pasos (pom, pom, pom), con una bofetada (plaf), etc.