El Legado Filosófico de Aristóteles: Ciencia, Ética y Política
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ARISTÓTELES
El pensamiento de Aristóteles se articula en torno a la idea de ciencia (episteme). La estructura de su obra así lo refleja. Partiendo de los tratados lógicos (organon o instrumento), que constituyen una preparación para el estudio de las ciencias, llega al estudio de las ciencias (episteme).
Ciencias Teóricas, Prácticas y Productivas
Las ciencias teóricas amplían el conocimiento. Entre ellas están la ontología (metafísica o filosofía primera), las ciencias naturales o física (procesos de cambio y movimiento de los cuerpos materiales) y las matemáticas (estudio de las propiedades que se encuentran en los objetos: longitud, aritmética, geometría...). Las ciencias prácticas (ética y política) reflexionan sobre la organización social y sobre las acciones humanas para alcanzar la felicidad. Y las ciencias productivas (artesanía, fabricación de barcos, artes, retórica...) se ocupan de la producción de objetos y útiles.
La Ciencia según Aristóteles
La ciencia es un saber universal, seguro, indudable y organizado. Se compone de enunciados que establecen las causas (por qué algo tiene que ser necesariamente como es y de ninguna otra forma). Se adquiere mediante descubrimiento científico (inducción) y mediante explicación científica (deducción). De este modo encontramos que existen dos tipos de conocimiento:
- El sensible (unificación de las sensaciones de un mismo objeto por la imaginación, memoria y experiencia).
- El inteligible (abstracción del intelecto o nous que puede ser paciente cuando capta esencias o universales, o agente cuando comprende o elabora conceptos).
La Lógica como Herramienta para la Ciencia
La lógica, como dijimos, es el estudio del razonamiento, sus enunciados y sus términos. Es la herramienta para hacer ciencia. Se basa en tres principios:
- Identidad (toda cosa es igual a sí misma).
- No contradicción (algo no puede ser y no ser al mismo tiempo).
- Tercio exclusivo (no hay término medio entre una cosa y su contraria).
Ontología o Metafísica
La ontología o metafísica o filosofía primera aborda el estudio del ser en cuanto ser (finito o infinito, material o inmaterial). Parte del estudio del lenguaje para llegar a la realidad. Sólo considera los enunciados apofánticos porque describen la realidad. La ontología nos revela las categorías o características que están en los sujetos y que pueden atribuírseles en una oración. Son diez: sustancia o entidad (ousía), cantidad, calidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión. Por ello, de un ser podemos referir la sustancia (ousía o categoría fundamental) y los accidentes (resto de categorías). Las sustancias, aparte de ser descritas (accidentes) han de ser definidas.
Para ello hay que establecer su género (clase de seres vivos o inertes a la que pertenece) y la diferencia específica que posea (entre seres del mismo género). Las definiciones son reales pero dependen de la sustancia o ousía, por eso se denominan sustancias segundas. Además son abstractas y universales. Las sustancias se componen de materia (hylé, aquello capaz de recibir una forma) y forma (morphé, organización y disposición de la materia). La forma se identifica con la sustancia segunda (definiciones).
Ciencias Naturales y el Cosmos
Las ciencias naturales estudian la physis (naturaleza) o principio interno de movimiento o cambio de los seres inertes y de los vivos. Aristóteles afirma que se dan tres tipos de cambio (lugar, crecimiento o decrecimiento, y alteración) y tres tipos de realidades (naturales, artificiales y divinas o cuerpos celestes). La esencia de la naturaleza viene dada por la potencia (posibilidades de realización de la sustancia) y por el acto (posibilidades que se han realizado). El paso de una a otro es el movimiento. En el cambio o movimiento intervienen tres factores: la entidad o sustancia, la privación de una forma que la sustancia tiene en potencia, y la forma una vez actualizada. Las ciencias naturales tratan de descubrir cuáles son las causas o razones de por qué se producen los cambios. Son cuatro:
- Material (materia de la que está hecha algo).
- Formal (esencia o definición de la sustancia).
- Eficiente (agente productor del objeto o de su movimiento).
- Final (objetivo o fin de un objeto, su utilidad).
Todo movimiento tiende a un fin o causa final (teleología), tanto en el ser humano (actúa por intenciones) como en la naturaleza (el fin es actualizar una forma).
El estudio de las ciencias naturales desemboca en el estudio del cosmos. Según Aristóteles, es eterno, finito y pleno (no tiene vacío). Se compone de un sistema de esferas transparentes concéntricas y encajadas como un engranaje, cuya disposición es geocéntrica. Todo este mecanismo es puesto en marcha por el primer motor inmóvil (esfera exterior), que es eterno, inmóvil, puro acto (no puede ser potencia porque si no cambiaría, se movería), pura forma (si fuera materia estaría sometido al cambio)... es decir, es la divinidad. Finalmente, Aristóteles distingue entre mundo supralunar (esferas de éter o quintaesencia, que es incorruptible y eterno) y sublunar (compuesto de tierra, agua, aire y fuego).
Antropología Aristotélica: Hilemorfismo y las Funciones del Alma
La antropología aristotélica se explica mediante la teoría del hilemorfismo: la forma es el alma, y la materia es el cuerpo. Los seres vivos poseen unas capacidades (alimentarse y reproducirse; movimiento, percepción y deseo; y pensar, sólo el ser humano) que residen en el alma. Hay tres tipos de alma:
- Vegetativa (propia de los vegetales aunque está presente en animales y el hombre).
- Sensitiva (propia de animales y del hombre).
- Intelectiva o razón (propia del hombre).
El alma intelectiva (dianoia o razón humana) posee tres funciones:
- Intelectiva (distingue verdad de falsedad y permite las ciencias teóricas).
- Práctica (escoge los mejores medios para alcanzar un fin e interviene en las ciencias prácticas: ética y política).
- Productiva.
Las virtudes dianoéticas permiten cumplir una función de la mejor manera posible. Cada función del alma posee su propia virtud: para la función intelectiva, la sabiduría (sophia), fruto del entendimiento (nous) y de la ciencia demostrativa (episteme), para la práctica, la prudencia (frónesis), y para la productiva, la técnica (teckné).
La ética estudia el carácter humano, cómo el individuo alcanza el bien. La ética aristotélica es eudemónica por afirmar que el ser humano ha de alcanzar la felicidad, y teleológica por afirmar que existe un fin último. La eudemonía consiste en el cultivo de las virtudes y excelencia del carácter y del intelecto. Es un fin en sí misma, abarca toda la vida, y no se identifica ni con placer, ni con riqueza, ni con fama, ni con honor. Las virtudes éticas hacen referencia a la parte irracional del ser humano. Consisten en el control de los deseos, sentimientos y emociones por parte de la razón. La virtud se alcanza cuando se encuentra el término medio entre dos vicios. Al escoger siempre las opciones racionales se adquiere el hábito de someter el carácter a la razón. Una de las virtudes éticas fundamentales es la justicia. Existen dos formas de entenderla: como justicia particular (cuando en una relación entre individuos se aspira a la equidad, bien sea de modo correctivo dando la misma parte a todos, bien sea de modo distributivo conforme al mérito) o como justicia total (cumplir las leyes es justo e incumplirlas, injusto). Aristóteles culmina la ética afirmando que existe una forma de ser feliz que consiste en estudiar exclusivamente las ciencias teóricas. Son un fin en sí mismas. Pero para dedicarse a su contemplación es necesario tener resueltas las necesidades materiales, cosa reservada a muy pocos.
La política aristotélica se basa en la idea de que el ser humano(zoon politikon) sólo puede alcanzar la felicidad si el contexto social en el que vive está bien organizado. La convivencia y la vida en la polis garantizan la subsistencia individual y el desarrollo de las capacidades humanas. Existen tres ámbitos de relación entre individuos; familia, aldea y polis. Las dos primeras permiten vivir al individuo, la tercera le permite vivir bien. La polis es anterior a los ciudadanos. La ley fundamental de una polis es su constitución. Aristóteles también estudia los regímenes políticos clasificándolos según el número de gobernantes (la monarquía, que degenera en tiranía; la aristocracia, que degenera en oligarquía; y la timocracia o democracia censitaria, que es corrompida por la demagogia, transformándola en una democracia). La felicidad de los ciudadanos se puede conseguir desde regímenes políticos diferentes. Aristóteles prefiere que una clase media lidere la polis y que las decisiones sean tomadas por la mayoría.