Lazarillo de tormes tipo de narrador
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6.1. La novela picaresca. El Lazarillo de Tormes
Fundada por el anónimo autor del Lazarillo de Tormes (1554), el género se consolidó con Vida de Guzmán de Alfarache (1599), obra de Mateo Alemán. Otros autores y obras que siguieron el género son: Francisco López de Úbeda, Libro de entretenimiento de la pícara Justina (1605); Vicente Espinel, Relaciones de la vida del escudero Marcos de Obregón (1618); Francisco de Quevedo, La vida del Buscón (1626). Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes (1613), comparte algunos rasgos, pero no todos, con la novela picaresca.
Las características de la novela picaresca son las siguientes:
Su protagonista es un pícaro (o pícara). El pícaro es un personaje sin oficio conocido, entre cuyas actividades entran las de mendigar y robar; sin ninguna conciencia moral, vive a costa de los demás y llega a caer en la delincuencia, pero suele ser víctima de sus propios ardides.Se narra en forma autobiográfica. Es decir, el protagonista cuenta su vida desde el presente (cuando es adulto), y remontándose a su niñez. En la novela picaresca se unen dos perspectivas: la del pícaro maduro y la del pícaro niño (el pícaro que “se hace”).
El pícaro siempre es hijo de padres “sin honra”
Se ve obligado a abandonar su hogar por la pobreza y suele pasar hambre y penalidades
Sirve a varios amos (episodios continuados, uno detrás de otro)
Estructura abierta
El pluralismo de aventuras que se narran podrían continuarse; no hay nada que lo impida, porque las distintas aventuras no tienen entre sí más trabazón argumental que la que da el protagonista.
Carácter moralizante
Cada novela picaresca vendría a ser un gran "ejemplo" de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada.
Carácter satírico
La sátira es un elemento constante en el relato picaresco. El protagonista deambulará por las distintas capas sociales, a cuyo servicio se pondrá como criado, lo que le permitirá conocer los acontecimientos más íntimos de sus dueños. Todo ello será narrado por el pícaro con actitud crítica. Sus males son, al mismo tiempo, los males de una sociedad en la que impera la codicia y la avaricia, en perjuicio de los menesterosos que pertenecen a las capas más bajas de la sociedad.
La importancia del Lazarillo de Tormes, cuyo título completo es Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, no consiste solo en haber iniciado el género picaresco en nuestra narrativa, sino en que con ella empieza la novela moderna.
En efecto, hasta el Lazarillo los relatos presentaban a un héroe adulto (un caballero o un señor refinado consagrado a la vida pastoril, un príncipe, etc.) cuyos caracteres estaban ya fijados cuando el Lazarillo se publicó, y entre los que destacaba el hecho de que ese héroe anterior al Lazarillo (generalmente noble) no cambiaba a lo largo de su historia y aventuras, es decir, su personalidad se mantenía inalterable, no cambiaba su forma de ser y, por lo tanto, por muchas aventuras que tuviese ese héroe, no se observan en él ninguna transformación importante de su personalidad. Este tipo de relato no es moderno.
Sin embargo, con Lázaro de Tormes se produce un cambio importante: ahora se nos presenta una vida haciéndose, puesto que narra la historia de un personaje (no noble) desde su niñez, para que entendamos por qué, en el último capítulo, ha caído en el deshonor. De esta manera, ese personaje (por primera vez en la historia literaria, un protagonista pobre y miserable) es, en cada momento, una consecuencia de lo que ha vivido. No podríamos comprender cómo piensa y actúa en un capítulo sin saber qué le ha sucedido en el anterior y en los anteriores. Este es un rasgo novelesco moderno.
También es un rasgo moderno el hecho de que los personajes se expresen de acuerdo con su condición social, y se ajusten a lo que reclama el momento: tristeza, alegría, etc. En 1554 se publicaron simultáneamente cuatro ediciones de la obra, sin nombre de autor, en Burgos, Alcalá, Amberes y Medina del Campo. Tuvo un éxito fulminante, a pesar de que muy pronto, en 1559, fue prohibida por la Inquisición.