Justicia, Moral y Política en la Filosofía de Platón
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La Ética Platónica
Para Platón, la razón determina la actividad de cada función del alma a través de una virtud específica. La virtud se entiende como un entrenamiento del alma. Los hábitos que nos conducen hacia el bien son virtudes, y los que nos llevan hacia el mal son vicios.
Platón define el bien como una idea de autocontrol basada en el "conócete a ti mismo". En la práctica, esta teoría se traduce en una capacidad estimativa cuyo núcleo es la prudencia, que nos guía a encontrar la medida justa en todo, evitando excesos y defectos. El bien moral, según Platón, es una mezcla equilibrada de lo que es propio del hombre: el conocimiento unido a la sensación. El placer, para él, es aquel que no implica dolor. Esta prudencia, relacionada con la parte racional del alma, es una forma de sabiduría.
La templanza es la capacidad de imponer la razón a los deseos. Si cada parte del alma (la racional, la irascible y la concupiscible) realiza su función, el resultado es la armonía psíquica, o lo que es lo mismo para Platón, el individuo justo. La idea de justicia ha evolucionado a lo largo de la historia, pero en su origen significaba precisamente armonía.
Para Platón, este planteamiento solo funciona, es decir, solo habrá individuos justos, en un entorno social adecuado, lo que vincula la moral con la política.
La Política de Platón y la Sociedad
El problema central para Platón es crear una ciudad justa, influenciado por la historia de Atenas y la tensión entre la aristocracia terrateniente y el pueblo.
En La República, Platón analiza las formas de gobierno:
- Aristocracia: El gobierno ideal, donde los gobernantes rigen con prudencia y sabiduría.
- Timocracia: Degeneración de la aristocracia, donde los gobernantes buscan el poder por ambición, llevando a la opresión de las clases bajas.
- Oligarquía: La riqueza se concentra en manos de unos pocos, creando una gran división social y la lucha por el poder.
- Democracia: El pueblo toma el poder, pero el resultado es caótico y degenera en tiranía.
- Tiranía: El gobierno del más audaz y violento, que suprime la libertad, la igualdad y la justicia. El peor régimen para Platón.
En La Política, Platón establece una clasificación similar: monarquía (realeza o tiranía), aristocracia, oligarquía y democracia.
La Ciudad Justa
Para Platón, una ciudad justa debe ser como el individuo justo, dividida en tres estamentos:
- Gobernantes: Sabios y prudentes, como la parte racional del individuo.
- Guardianes: Valientes, como la parte irascible del individuo.
- Productores: Templados, como la parte concupiscible del individuo.
La armonía política o justicia se logra cuando cada clase cumple su función según su virtud específica.
Para Platón, el individuo justo solo es posible en una ciudad justa, y viceversa. La justicia, el individuo y la ciudad están interconectados.
En el individuo justo, la parte racional es sabia y prudente, la irascible es valiente y la concupiscible es templada. La armonía psíquica se produce cuando cada parte cumple su función.
Para que cada clase cumpla su virtud, debe tener características especiales:
- Productores: Encargados del mantenimiento material (agricultores, ganaderos, artesanos, comerciantes). Reciben formación técnica para su oficio y pueden poseer bienes.
- Guardianes: Reciben educación gimnástica (ejercicio físico) y musical (geometría, aritmética, astronomía y música). Hombres y mujeres tienen las mismas capacidades. No poseen propiedad privada, son mantenidos por el Estado y viven en cuarteles. Sus uniones son supervisadas por el Estado, que se encarga de la tutela de sus hijos.
- Gobernantes: Seleccionados entre los guardianes más destacados, reciben educación superior en dialéctica para alcanzar la sabiduría y conocer el mundo de las ideas. Para Platón, los gobernantes deben ser filósofos.
Este proyecto nunca se implementó y fue criticado en su época. En respuesta, Platón escribió Las Leyes, donde establece que las leyes escritas, o la constitución, están por encima de los gobernantes para evitar la arbitrariedad.