Impresionismo y Postimpresionismo: Pintura y Escultura de Finales del Siglo XIX

El Impresionismo

Édouard Manet (1832-1883)

• Olimpia (1863) fue también muy criticada. En esta obra, la piel nacarada y la blancura de la cama contrastan con el fondo oscuro, de la misma manera que la piel de la criada lo hace con sus vestiduras y con el ramo, predominantemente blanco, que lleva en las manos.
• El pífano. En esta obra la figura se encuentra en medio de un fondo neutro al que se liga gracias a su propia sombra, como ya había hecho Velázquez en algunos de sus retratos de bufones.

Claude Monet (1840-1926)

• Almuerzo campestre - Impresión: sol naciente. Pintada en 1872, fue la obra que dio nombre al movimiento Impresionista. Sobre un fondo nebuloso en el que se adivinan barcos y chimeneas de las fábricas, representa el sol, que se ha convertido en un disco intensamente naranja que se refleja en el mar, atrayendo nuestra atención.
• La catedral de Rouen (1892-94) donde estudia la luz en las diferentes horas del día y los diferentes estados atmosféricos.

El Postimpresionismo

Agrupados bajo la denominación de postimpresionistas, los más significativos serían Cézanne, Toulouse-Lautrec, Gauguin y Van Gogh. Todos ellos abren nuevos caminos a la pintura, recuperando la importancia del dibujo, el volumen y el sentido espacial, así como la expresividad de los objetos y personas que se había abandonado durante el Impresionismo.

Paul Cézanne (1839-1906)

• Los jugadores de cartas. El uso de la geometría no sólo se ciñe a la composición, sino que las figuras, en algunas de sus partes, también se relacionan mediante formas geométricas.

Vincent Van Gogh (1853-1890). Fue un artista solitario e incomprendido. La fama y la difusión de su obra en la actualidad, contrasta con el desprecio y el desconocimiento de la misma en su época. Su biografía está ligada a su producción artística. Toda su vida ha quedado fielmente reflejada en las cartas que Vincent enviaba a su hermano Theo, uno de los ejes fundamentales de su vida.

• Los girasoles. Demuestra un gran dominio en el manejo del amarillo, uno de los colores más importantes de su obra al que atribuía un significado místico.
• La habitación del pintor (1888).
• El Doctor Gachet (1890).
• Autorretrato con la oreja cortada (1889).
• La noche estrellada (1889). Paisaje nocturno. Van Gogh pintó esta obra durante su estancia en el psiquiátrico de Saint Remy. El paisaje no es real, sino una recreación del propio artista. El tema de la noche estrellada enlazaba con sus creencias sobre la muerte y la eternidad: la muerte no era más que un viaje a las estrellas, y el cielo estrellado era una especie de mapa de ese viaje.
• Cuervos sobrevolando trigales. Obra que refleja su estado anímico angustioso, falto de paz interior. Aparecen tres caminos que se cortan y no conducen a nada. Horas después se suicida.

La Escultura de Finales del Siglo XIX

En la segunda mitad del siglo XIX coexisten diferentes tendencias escultóricas, desde el Romanticismo dramático y de exagerados contrastes, que tiene a François Rude como su mejor ejemplo, al Neoclasicismo severo o al realismo. Es un período en el que se mezclan distintas influencias.

Auguste Rodin (1840-1917). Escultor francés y figura fundamental en la escultura del siglo XIX.

  •El pensador. Está fundida en bronce y existen múltiples versiones de esta obra. Es el desarrollo exento de una de las figuras que formaban parte de Las Puertas del Infierno. Representaba a Dante, que contempla meditabundo las escenas que suceden a su alrededor. Al sacar a la escultura de su contexto, pasa a tener un significado más general: es un hombre en acción de pensar.

  •El beso. Es resultado del desarrollo de la pareja enlazada de Paolo y Francesca, que formaba parte de Las Puertas del Infierno. La multiplicidad de puntos de vista es una de las principales características de la obra de Rodin, que buscaba con ello potenciar la expresividad de los cuerpos.

  •Los burgueses de Calais, (1884-86).  •La creación o La mano de Dios.