Del Impresionismo al Cubismo: Evolución y Maestros del Arte Moderno

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El Impresionismo: Una Revolución Pictórica

El Impresionismo fue un movimiento de jóvenes pintores que desafiaron el academicismo en la pintura. Surgió después de la primera exposición de 1874, cuando un crítico llamó sarcásticamente "impresionista" a la obra de Monet. Rompieron con los moldes establecidos y desarrollaron nuevos recursos expresivos.

Los impresionistas, como Manet, Monet, Renoir y Degas, abordaron una amplia gama de temas, con énfasis en el entorno, el paisaje y la luz ambiental. Prefirieron pintar al aire libre, capturando momentos fugaces y variaciones de luz en distintas horas del día o estaciones del año. Utilizaron una paleta clara y pinceladas sueltas, evitando el uso de negro y empleando colores densos o contrastantes para representar la luz.

Édouard Manet: Precursor del Impresionismo

Édouard Manet, considerado precursor del movimiento impresionista, utiliza el negro en su paleta, color que será desechado por el resto de pintores impresionistas. En su pintura plasma los ambientes parisinos, los cafés, etc.

  • Almuerzo campestre: Representa una escena donde una mujer desnuda se encuentra con dos hombres vestidos en la hierba, mientras otra mujer se refresca junto a un arroyo. Las figuras están representadas como zonas planas de color, sin claroscuros, y las sombras son simples manchas de color. La obra fue considerada ofensiva en su época debido al desnudo de la mujer, que no estaba justificado por una temática mitológica, como era común en ese entonces.
  • El Bar del Folies Bergere: Retrata una escena nocturna en el famoso bar parisino. La pintura muestra a una camarera detrás de la barra, capturando un momento fugaz donde ella parece estar pensativa en medio del jaleo, con una mirada triste que contrasta con la alegría de los clientes y las luces del ambiente, reflejadas en el espejo detrás de ella. A través de este espejo, Manet ofrece una perspectiva artificial, ya que según la lógica, el reflejo de la camarera no debería ser visible debido a su posición frontal al espectador. Sin embargo, en el reflejo, su cuerpo aparece de lado, sirviendo a un cliente que está fuera del espacio "real", creando una sensación de desconcierto y ambigüedad en la obra.

Claude Monet: Obsesión por la Luz

Claude Monet es conocido por su obra "Impresión, sol naciente", que dio nombre al movimiento. Monet se obsesionó con la luz y sus variaciones sobre los objetos a lo largo del día y las estaciones del año. Esto lo llevó a representar un mismo motivo en diferentes épocas, como en su serie sobre la catedral de Ruán, compuesta por 34 cuadros, cada uno único en su gama cromática y tratamiento de la luz.

  • Serie de la Catedral de Rouen: Exploró cómo la percepción del edificio cambiaba según la hora del día y la luz que incidía sobre él. Observó cómo la catedral podía parecer rosada, azulada o pálida, dependiendo de la luz y el momento. Esta serie representó una declaración sobre la importancia de la luz cambiante y su capacidad transformadora en la percepción de la realidad, desafiando la noción previa de que esta era inmutable.
  • Estanque de nenúfares: Monet se dedicó a capturar la realidad cambiante reflejada en el agua. En esta etapa final de su vida, pintó el jardín de su casa de campo y sus estanques con nenúfares. Utilizando pinceladas gruesas y sueltas en tonos verdes, rosas y lilas, representó el estanque con nenúfares y la densa vegetación iluminada por la cálida luz del verano.

Auguste Renoir: La Vida Parisina

Auguste Renoir se destacó por su interés en la animada vida parisina de finales del siglo XIX, en contraste con la preocupación de Monet por el estado cambiante de la luz. Sus obras exhiben una luminosidad vibrante y retratan la vida placentera de la clase media parisina, mostrando momentos de ocio en cafés, teatros y en el campo.

  • Le Moulin de la Galette: Es un icónico lienzo impresionista que inmortaliza la vida moderna parisina.

Joaquín Sorolla: El Luminismo Mediterráneo

Joaquín Sorolla, el principal representante español del impresionismo, experimentó un período formativo en París en 1885. Posteriormente, en Roma, varió su estilo antes de establecerse en Madrid en 1889, donde rápidamente alcanzó fama como pintor. En su segundo viaje a París en 1894, desarrolló el luminismo, una característica distintiva de su obra posterior. Sorolla dominaba la luz, capturando escenas cotidianas y paisajes mediterráneos al aire libre con un estilo suelto y vigoroso. Sus obras, como "La vuelta de la pesca" y "La playa de Valencia", transmiten el esplendor del Mediterráneo con colores vibrantes. Además de su maestría técnica, Sorolla abordó temas sociales en obras como "Y aún dicen que el pescado es caro".

El Impresionismo Escultórico: Auguste Rodin

Inicialmente una corriente pictórica, el impresionismo se trasladó al campo de la escultura, enfocándose en texturas y la incidencia de la luz. Auguste Rodin (1840-1917) fue el escultor más destacado de este período, buscando transmitir sentimientos en sus obras y jugando con texturas y luces. Inspirado por Miguel Ángel, dejó partes de sus esculturas sin pulir, empleando la técnica del "non-finito" para crear una sensación de movimiento y vida en sus obras.

  • El pensador: Inicialmente concebido como parte de "Las Puertas del Infierno", que representaba al poeta Dante mirando al infierno. Posteriormente, se convirtió en una obra independiente, mostrando a un hombre desnudo en actitud reflexiva, con brazos y manos sobredimensionados. Refleja una clara influencia de Miguel Ángel, con todo el cuerpo tenso y concentrado. La escultura muestra al hombre con la mano izquierda sobre la rodilla y la derecha sosteniendo la cabeza, ambos apoyados en la misma rodilla. La factura poco pulida resalta los fuertes contrastes de luces y sombras.

El Postimpresionismo: Más Allá de la Impresión

Tras la ruptura que supuso el impresionismo, aparecerá una sucesión de movimientos pictóricos, cada vez de menor duración y que llegan a solaparse unos con otros, que superan al propio impresionismo al representar también lo que sentían, avanzando hacia la abstracción.

Paul Cézanne: Geometría y Color

Paul Cézanne, considerado como uno de los mejores pintores de todos los tiempos, en sus composiciones prevalecen las formas geométricas a las que quedan reducidas todas las figuras (naturales o humanas). Así sus paisajes y bodegones se descomponen en formas cúbicas y planas.

  • Los jugadores de cartas: Cézanne resalta la importancia del color sobre el dibujo para definir las formas. Utiliza pinceladas breves, finas y superpuestas para modelar los volúmenes y objetos. La paleta cálida y los contrastes cromáticos intensifican la confrontación entre los dos personajes. La botella actúa como eje de simetría, resaltando el enfrentamiento. Los colores se yuxtaponen sin gradación, creando formas planas, mientras que los cuerpos se simplifican en formas geométricas.

Vincent van Gogh: La Realidad Sentida

Vincent Van Gogh comenzó con obras de contenido social, influenciado por su tiempo como misionero protestante entre mineros. Su encuentro con los impresionistas en París marcó un cambio en su paleta hacia colores vibrantes. En Arlés, Provenza, buscó capturar la vida campesina y los paisajes bajo la intensa luz local. Aunque adoptó características impresionistas como la intensidad cromática y la pincelada suelta, su obra no reflejaba la realidad vivida, sino la realidad sentida, mostrando su estado emocional inestable que finalmente lo llevó al suicidio.

  • La noche estrellada: Es un paisaje nocturno que refleja la aproximación mística de Van Gogh a la naturaleza y su profunda angustia vital. Las pinceladas sinuosas crean movimiento en las estrellas y los cipreses, mientras que las líneas rectas de las casas contrastan. Dos grandes espirales transmiten agitación al cielo azul, destacando una intensa luna naranja. El pueblo se reduce a formas geométricas, contrastando con el movimiento del cielo.
  • Autorretrato: Es uno de sus retratos más notables. Muestra a un hombre con una salud aceptable pero con preocupaciones internas evidentes en su gesto y mirada. La técnica personal de Van Gogh, con líneas onduladas dominando la imagen, crea un contraste interesante entre el azul y el naranja, colores complementarios. Más allá de las técnicas, la obra muestra su personalidad de manera destacada, recordando a pintores del Barroco como Rembrandt o Van Dyck en su capacidad para revelar la profundidad del individuo.

Paul Gauguin: Sintetismo y Exotismo

Paul Gauguin, con su estilo distintivo marcado por colores exuberantes y formas bidimensionales planas, contribuyó significativamente al arte moderno. Aunque comenzó como agente de bolsa en París, su encuentro con Camille Pissarro y la exposición de los impresionistas lo llevaron a convertirse en coleccionista y pintor aficionado. Tras la quiebra financiera en 1882, decidió dedicarse por completo a la pintura, adoptando un estilo menos naturalista que denominó sintetismo. Influenciado por el arte indígena, los vitrales medievales y los grabados japoneses, su obra se caracterizó por amplias zonas planas de colores vivos, como en "El Cristo Amarillo".

En 1891, arruinado, se trasladó a Tahití para escapar de la civilización europea, donde permaneció la mayor parte de su vida. Su obra mantuvo la expresividad cromática, el rechazo a la perspectiva y el uso de formas amplias y planas, pero se volvió más expresiva y simple bajo la influencia del ambiente tropical y la cultura polinesia. Sus experimentaciones con el color y las formas influyeron directamente en el fauvismo y en artistas como Edvard Munch y la escuela expresionista posterior.

  • ¿Cuándo te vas a casar?: Es una obra fundamental en su producción tahitiana. Presenta dos mujeres en diferentes planos sobre un paisaje simplificado, destacado por sus colores vibrantes como el verde, amarillo y azul, influenciados por la estampa japonesa y el impresionismo. Las mujeres parecen estatuas pesadas, aisladas entre sí. El enigmático título sugiere un simbolismo general en la escena; algunos expertos interpretan que la mujer de primer plano busca esposo, mientras que la segunda estaría encargada de encontrarlo, lo que se refleja en las figuras esbozadas de hombres en el fondo. Estas mujeres tahitianas son la principal fuente de inspiración del artista y protagonizan la mayoría de sus obras en la Polinesia.

El Cubismo: Una Nueva Realidad con Pablo Picasso

El movimiento cubista marcó un hito en la historia del arte al romper con la interpretación tradicional de la realidad exterior, construyendo una nueva realidad a través de la descomposición de los objetos en formas geométricas elementales. Pablo Picasso, figura clave del cubismo, lideró este movimiento que se dividió en varias etapas en su extensa y fructífera carrera artística.

En su primera etapa, llamada figurativa, Picasso mostró preocupación por la realidad social y utilizó una paleta de colores diferenciada en dos subetapas: el período azul, dominado por tonos azules y temas sociales como la marginalidad, y el período rosa, que mantuvo la temática social pero enriqueció la paleta con tonalidades rojizas y ocres.

La etapa cubista se caracterizó por la descomposición de las formas en figuras geométricas y el rechazo de la perspectiva tradicional. "Las señoritas de Avignon" se considera una obra seminal del cubismo, donde Picasso rompió con la representación convencional de la imagen y presentó una escena fragmentada y desprovista de profundidad, con figuras deformes y asimétricas.

En su tercer período, Picasso se vio influenciado por el surrealismo y sus obras reflejaron los acontecimientos históricos de su época, como el ascenso del fascismo y la Guerra Civil española. "El Guernica", encargado por el gobierno republicano durante la Guerra Civil, se convirtió en un símbolo de la brutalidad de la guerra y el sufrimiento humano. Esta obra maestra, pintada en blanco, negro y grises, presenta una composición compleja y simbólica que transmite angustia, dolor y desesperación. A través del cubismo, Picasso transformó radicalmente la forma en que el arte se relacionaba con la realidad, abriendo nuevos caminos expresivos y desafiando las convenciones estéticas establecidas.

La Arquitectura Modernista: Antoni Gaudí

En la última década del siglo XIX, una nueva corriente arquitectónica emergió, desligándose de los estilos historicistas previos y aprovechando las innovaciones en estructuras metálicas.

Conocida por diversos nombres según el país de desarrollo, como Art Nouveau en Francia y Bélgica, Stilo Liberty en Italia, o modernismo en España, la arquitectura modernista encarna una misma visión arquitectónica:

  • Rompe con los convencionalismos espaciales, adoptando configuraciones distintas según las funciones requeridas. Además, no se limita al diseño exterior del edificio, sino que también abarca su interiorismo, incluyendo el mobiliario, que debe armonizar con el espacio circundante.
  • Aprovechar las diversas cualidades de los materiales, destacando el uso del hierro tanto para propósitos estructurales como decorativos.
  • Emplear los avances de la ingeniería para crear espacios singulares, siendo notable el uso de arcos parabólicos.
  • Resaltar los elementos decorativos, con especial énfasis en el uso de cerámicas y vidrieras que exhiben formas ondulantes y motivos vegetales.
  • Diseñar la iluminación del edificio de manera cuidadosa, adaptándola al uso específico de cada estancia. Las ventanas se diversifican en tamaño y forma, a veces imitando elementos naturales como grutas.

Aunque inicialmente se inspiraron en principios historicistas, como la libre interpretación de formas góticas, los arquitectos modernistas pronto ganaron una libertad creativa notable en el diseño de edificaciones. Su clientela principal fue la burguesía urbana, destacando especialmente las residencias familiares.

En España, la figura prominente del movimiento modernista fue el arquitecto catalán Antonio Gaudí (1852-1926). Su estética cautivó a la burguesía, como evidencian las numerosas casas modernistas que le encargaron, principalmente en Barcelona, como la Casa Batlló y la Casa Milá.

La Sagrada Familia, iniciada en estilo neogótico en 1883, es un templo de planta de cruz latina que sigue los parámetros góticos, con un interior que simula un bosque, columnas ramificadas como árboles, y bóvedas en forma de estrella. En el exterior, destacan 18 torres representando a Jesucristo, María, los apóstoles y los evangelistas.

Los Nuevos Materiales en la Arquitectura

Mientras la arquitectura historicista se mantenía repetitiva y conservadora a finales del siglo XIX, surgía una nueva corriente arquitectónica que introducía innovaciones significativas gracias a materiales como el hierro, el vidrio, el hormigón armado y el acero. Estos nuevos materiales, vinculados a la industrialización, generaron reacciones contrapuestas entre los sectores intelectuales y artísticos más conservadores.

La Arquitectura del Hierro: Torre Eiffel

La Torre Eiffel fue originalmente propuesta por el ingeniero francés Gustave Eiffel para la Exposición Universal de Barcelona de 1888, pero fue rechazada por las autoridades locales. Finalmente, se construyó en París para la Exposición Universal de 1889, conmemorando el centenario de la Revolución Francesa. Esta estructura de trescientos metros de altura se convirtió en un símbolo de la arquitectura de hierro.

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