Impacto de la Reestructuración Económica en el Desarrollo Regional de la Patagonia

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La crisis del modelo de acumulación fordista, con sus políticas de ajuste, la reforma del Estado, la privatización de empresas públicas, la apertura y la desregulación de los mercados, parece contribuir decisivamente al deterioro de importantes localidades y a la crisis de las instituciones nacionales tradicionalmente encargadas de velar por el desarrollo y la integración a nivel global. Se observa una importante profundización de la heterogeneidad estructural.

Desarrollo Dual y Heterogeneización

El desarrollo dual muestra un proceso creciente de heterogeneización de la organización económica y de las relaciones sociales y técnicas de producción a nivel intrarregional. La dimensión local es el espacio inmediato de construcción social de resistencia. Se analizan los cambios estructurales y las condiciones institucionales y económico-ocupacionales de algunos importantes sistemas regionales patagónicos formados por sectores estratégicos. Estos sistemas regionales debieron su crecimiento, en buena medida, a una dinámica articulada:

Primer Factor: Dependencia Externa

  1. El desarrollo económico-productivo, absolutamente dependiente del comportamiento de los mercados y de los centros de decisión externos, sometidos a intereses de agentes e instituciones nacionales y/o internacionales sin relación directa con el espacio local.

Segundo Factor: Dinámica Local

  1. La reproducción y desarrollo social vinculados a las relaciones laborales y al capital social, cultural y político de estructuras sociales, organizaciones productivas y municipios urbanos dominados por la lógica de los intereses de los actores y las instituciones locales.

Esta modalidad de desarrollo fue posible y relativamente eficiente. A partir de la crisis de los años 80 y el nuevo escenario institucional de los años 90, se hizo manifiesta la contradicción latente entre ambas lógicas. La desregulación de los mercados y las flexibilizaciones laborales comenzaron a operar decididamente en contra de la lógica de la reproducción económica y social local. El desarrollo de este proceso parece confirmar la fuerte vinculación existente entre el modelo de crecimiento, sus formas de gestión y la división interregional del trabajo. Se conforman nuevos patrones de reproducción y regulación social que tienen lugar en ese nivel de estructuración.

Proceso Histórico y Políticas de Desarrollo Regional

De acuerdo al modelo fordista, la coexistencia y vinculación de diferentes regiones en el espacio nacional se realizaba fundamentalmente a través del despliegue espacial de circuitos de rama integrados o vinculados verticalmente. Más allá de las intenciones programáticas, las acciones del Estado dirigidas a la promoción de uno u otro modelo sirvieron, en general, a la acumulación y centralización de capitales de grandes económicos locales e internacionales.

A partir de la crisis institucional del Estado y del surgimiento de políticas neoliberales de ajuste y cambio estructural, se produjo una fuerte desregulación de las relaciones económicas y una cancelación de los tradicionales mecanismos de transferencia de recursos a nivel regional. En particular, la entrada en vigencia del plan de convertibilidad impuso la transformación definitiva del Estado y la crisis de las relaciones económicas e institucionales interregionales que había establecido el modelo industrial sustitutivo. El conjunto de medidas aplicadas también sirvió a la concentración oligopólica de grandes capitales en favor de un puñado de grupos empresariales, a través de empresas privatizadas, mercados regionales cautivos y espacios económicos en un marco de relaciones laborales cada vez más elásticas.

El proceso de reestructuración generó un achicamiento de las empresas privatizadas, un cierre de importantes empresas locales tradicionales y un crecimiento explosivo del desempleo y la subocupación a nivel general, así como una mayor y más generalizada precarización de las relaciones laborales y de las condiciones de vida de las poblaciones afectadas.

Esta situación generó modificaciones profundas en los balances y en el comportamiento de los hogares, entre las que cabe destacar la mayor utilización de la fuerza de trabajo familiar y el incremento del empleo refugio, entre otros indicadores. Como consecuencia, sigue siendo recurrente el desarrollo de destacados focos de conflicto social y político en importantes espacios regionales locales afectados por dichos procesos. Los cambios estructurales nos conducen a actualizar el conocimiento sobre la situación regional y convocan a analizar la naturaleza y el alcance de tales transformaciones. La conocida homogeneidad estructural del desarrollo capitalista periférico, sumado al impacto diferencial que parece tener a nivel regional el actual proceso de transformación económica, exige considerar como no homogéneos a los agregados provinciales, regionales y sectoriales.

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