Impacto Nutricional del Tratamiento Antineoplásico: Efectos y Corrección de la Desnutrición
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El tratamiento quirúrgico, la quimioterapia y la radioterapia pueden, por sí mismos, inducir la malnutrición.
Efecto del Tratamiento Quirúrgico
La mayoría de los pacientes oncológicos son sometidos a intervención quirúrgica, ya sea como tratamiento radical o paliativo. Durante el postoperatorio, la situación de estos pacientes es hipermetabólica, con aumento de tolerancia a la alimentación oral. Las resecciones del tracto digestivo pueden originar saciedad precoz, síndrome de vaciado rápido del estómago, síndrome de la malabsorción, sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIC) o fístulas entéricas. Todas ellas son situaciones que alteran la ingestión, la digestión y la absorción normal de los alimentos.
Efecto de la Quimioterapia
Los fármacos antineoplásicos pueden afectar la ingestión de alimentos al actuar en el SNC, induciendo náuseas y vómitos. Pueden alterar la percepción del gusto, sobre todo los sabores amargos y ácidos, y del olfato. También pueden reducir el flujo de saliva. Todos estos factores contribuyen a reducir la ingestión. Los fármacos antineoplásicos son tóxicos, tanto para las células tumorales como para los tejidos del huésped, especialmente las células de la mucosa del aparato digestivo, y pueden originar mucositis, que es la inflamación de la mucosa en el tracto digestivo. Se manifiesta como dolor localizado en la zona lesionada, enrojecimiento o edema. En la cavidad oral puede originar úlceras sangrantes muy dolorosas. Si afecta a la faringe o el esófago, el paciente refiere disfagia y odinofagia, que es la dificultad para tragar líquidos. Si afecta la mucosa intestinal, el paciente presenta diarrea, dolor abdominal y enteropatía con pérdida de proteínas.
Efecto de la Radioterapia
La radioterapia va dirigida a una zona localizada. La gravedad de sus efectos adversos depende de la duración del tratamiento, la dosis de radiación administrada y la localización del tumor. La radioterapia es tóxica para el tumor, pero también lo es para las células del huésped localizadas en el área tratada. Las células más susceptibles a la lesión son aquellas con alto grado de división, como las células del aparato digestivo. Puede originar mucositis, y las recomendaciones dietéticas son similares a las descritas en el efecto de la quimioterapia. En pacientes con alteraciones en la cantidad o en la calidad de la saliva, se debe recomendar mantener una higiene bucodental, utilizando menta, pimienta y limón como condimentación, y masticar chicle entre horas. Si a todo lo anterior no fuese suficiente, se puede recurrir al uso de la saliva artificial. Los pacientes con tumores de cabeza y cuello que son tratados con radioterapia presentan mucositis grave, donde el efecto sobre la mucosa debe normalizarse en el plazo de un mes después de haber finalizado el tratamiento. Además de la mucositis, la radioterapia local en la cabeza y cuello puede afectar a las glándulas salivares y afectar la producción de saliva. Todos estos síntomas conllevan una disminución de la ingestión y, por tanto, pueden causar desnutrición. La radioterapia localizada en el tórax puede ocasionar saciedad precoz, disfagia, inflamación y edema de la mucosa esofágica, estenosis, ulceraciones y perforación. Los pacientes sometidos a radioterapia en la zona abdominal o pélvica pueden experimentar náuseas, vómitos, dolor abdominal, flatulencia o síndrome de malabsorción con diarrea. Otro factor que interviene de forma decisiva en la desnutrición es la localización del tumor. Muchas veces suponen un impedimento físico al paso de la comida, por lo que el enfermo deja de comer. Otras veces es la alteración de los tejidos, lo cual causa una mala absorción de los nutrientes. A esta desnutrición se le llama locorregional, debido a la localización del tumor.
Consecuencias de la Corrección de la Desnutrición
Gracias a la corrección de la desnutrición, mejora el peso y la calidad de vida, se responde mejor a los tratamientos y se tolera mejor la radioterapia, hay menor toxicidad hematológica de la quimioterapia, aumenta la supervivencia, mejora el estado inmunitario, disminuye el riesgo de complicaciones quirúrgicas como infecciones o fístulas, y se normalizan los parámetros bioquímicos alterados como la albúmina.