Iglesia Católica en la Edad Media y Renacimiento: Evolución, Cismas y Reformas

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El Renacer de la Cultura: Las Universidades

La Iglesia impulsa y transmite la cultura cristiana en la Edad Media. Junto a monasterios y catedrales surgen las escuelas monásticas y catedralicias. Hacia el año 1200 surgieron las primeras universidades: Palencia y Salamanca en España; Bolonia, París y Oxford en el resto de Europa. En ellas se estudiaba en latín teología, filosofía, derecho y medicina.

Las Peregrinaciones: El Camino de Santiago

La peregrinación es un viaje individual o colectivo hecho por motivos religiosos hacia un lugar sagrado. Los tres lugares más frecuentados fueron Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. La ruta de Santiago se extendió por todo occidente a partir del siglo IX, adquiriendo una categoría similar a Roma o Jerusalén. Se establecieron rutas fijas y surgieron así los caminos de peregrinación.

El Cisma de Oriente

La separación entre la Iglesia latina y la Iglesia griega se agrandaba cada vez más. Existían razones políticas, culturales y religiosas. Todo ello trajo la ruptura entre las dos iglesias, que se materializó en 1054 cuando el patriarca Miguel Celulario mandó a cerrar los monasterios latinos que había en Oriente. El Papa León IX y el patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente, originando la Iglesia ortodoxa.

El Cisma de Occidente

En el siglo XIV, a la muerte del Papa se eligió un Papa italiano. Los cardenales franceses, enemistados con él, rechazaron esta elección y proclamaron Papa a Clemente VII, que residía en Aviñón. Ambos papas, el de Roma y el de Aviñón, se excomulgaron mutuamente. Para solucionar el problema de la Iglesia se reunió el Concilio de Pisa, que depuso a los dos papas y eligió a uno tercero, pero la situación empeoró porque, al no renunciar los anteriores, hubo tres papas. Años después, en el Concilio de Constanza, se eligió al nuevo Papa. De los tres papas que había hasta entonces, dos renunciaron, pero no el "Papa Luna", Benedicto XIII de Aviñón, que se refugió en el Castillo de Peñíscola, donde murió en 1423.

Doctrina Católica y Doctrina Protestante

Existen diferencias doctrinales fundamentales entre católicos y protestantes:

  1. Salvación: Protestantes y católicos coinciden en que el ser humano es pecador, pero mientras Lutero afirma que el hombre es radicalmente impotente para salvarse por las obras, el Concilio de Trento afirma que el ser humano, dotado de libertad, se salva cuando coopera con la gracia de Dios con sus buenas obras.
  2. Iglesia: Los protestantes afirman que la Iglesia tiene como única función proclamar y enseñar la palabra. Sin embargo, los católicos consideran que, además de la Escritura, también las verdades de fe que proclama la Iglesia a partir de la Escritura tienen autoridad. Para los protestantes, los sacramentos son meras representaciones simbólicas, mientras que para los católicos son signos externos de gracia interna.

Expulsión de los Judíos en España

El sentimiento de odio y desconfianza hacia grupos étnicos y religiosos diferentes del propio es un fenómeno cuyo origen es difícil de precisar. En España, el rechazo a los judíos se manifestó a finales de la Edad Media. Se les consideraba responsables de la muerte de Cristo. Se estima que durante el reinado de los Reyes Católicos residían en la península entre 150.000 y 200.000 judíos. Vivían sobre todo en el reino de Castilla, agrupados en juderías (barrios judíos en las ciudades). La prosperidad que las comunidades judías alcanzaron, muchas veces gracias a actividades de préstamos con intereses abusivos, contribuyó a este rechazo.

El Tribunal de la Inquisición

La Inquisición nace cuando el poder civil y religioso colaboran en la búsqueda (inquisitio) de los herejes. Gregorio IX establece en 1231 el Tribunal de la Inquisición, que depende directamente del Papa y se lo confía a los dominicos y franciscanos. En España, en el siglo XV, la Inquisición, organizada por fray Tomás de Torquemada (1420-1498), persiguió duramente a los falsos conversos. Eran judíos que habían aceptado bautizarse por conveniencia, pero seguían practicando su religión. Este eclesiástico, judío converso, ha pasado a la historia como ejemplo de intolerancia. A los acusados por la Inquisición se les interrogaba, a veces mediante tortura. Las condenas eran muy diversas: destierro, multas, cárcel, el sambenito (una vestimenta infamante que el condenado debía de llevar durante su castigo siempre que saliera a la calle), o la muerte en la hoguera. El poder civil apoyaba estas acciones intolerantes porque también servían a sus fines. Resulta difícil explicar cómo, en nombre de la Iglesia, se pudieron realizar estas agresiones. De todas las formas, y aunque no pueda servir de justificación, hay que tener en cuenta la mentalidad de aquellas personas que consideraban a la fe católica como el máximo bien y a la herejía como el peor de los delitos. El triunfo del liberalismo en el siglo XIX significó el final de la Inquisición. En España fue abolida por José Bonaparte en 1808. Fernando VII, en 1814, la introdujo de nuevo hasta que en 1834 fue eliminada definitivamente.

La Reforma Católica

Con el nombre de Reforma Católica o Contrarreforma se conoce la etapa de renovación de la Iglesia católica durante los siglos XVI y XVII. Se trata de la reacción del catolicismo frente a la Reforma Protestante. Un instrumento fundamental de la Contrarreforma fue el Concilio de Trento. Fue el concilio más largo de la historia, desde 1545 hasta 1563. Se celebró en Trento, al norte de Italia, convocado por el Papa Pablo III. El concilio se planteó dos fines fundamentales: formar al clero e instruir mejor a los cristianos y clarificar los contenidos de la fe frente a los interrogantes que suponía el protestantismo.

Lutero y la Reforma Protestante

Martín Lutero (1483-1546) fue uno de los protagonistas de los acontecimientos religiosos y políticos del siglo XVI. Este monje agustino de origen alemán era profesor de Sagrada Escritura en la universidad de Wittenberg. La proclamación de una indulgencia plenaria por el Papa León X, cuyos beneficios económicos se destinarían a la construcción de la basílica de San Pedro, escandalizó a Lutero. Defendía que nadie puede comprar con dinero la gracia y la salvación, solo Dios las da gratuitamente. En 1517 fija en la puerta del castillo de Wittenberg sus "95 tesis contra las indulgencias". Al no retractarse es excomulgado por el Papa en 1521. Comienza entonces un periodo de su vida lleno de actividad, con manifiestos y escritos donde expuso su doctrina y mostró su oposición a la Iglesia de Roma. Lutero defiende que:

  • Cada persona, y no la Iglesia, es el único intérprete de la Escritura.
  • Lo único que salva es la fe en Dios, y no las buenas obras.
  • El culto a los santos y a la Virgen y las indulgencias han de suprimirse.
  • Solo hay dos sacramentos válidos: el bautismo y la eucaristía.
  • La jerarquía no tiene ningún poder en la Iglesia.

Las expresiones "solo la fe", "solo la gracia", "solo Cristo", "solo la Escritura" definen, en cierto modo, la fe protestante.

Las Cruzadas

La expansión del islam trajo dos consecuencias para la Iglesia de Occidente:

  • Se cortaron las relaciones comerciales de los reinos cristianos con Oriente.
  • Los peregrinos tenían serias dificultades para visitar los Santos Lugares.

Papas y reyes de los feudos cristianos organizaron expediciones guerreras para conquistar Tierra Santa. Entre los años 1095 y 1270 hubo ocho Cruzadas. Jerusalén fue conquistada en el año 1099 en medio de atroces matanzas, aunque después sería reconquistada por los musulmanes. Aunque militarmente fueron un fracaso, las Cruzadas fortalecieron el poder del Papa y abrieron nuevas rutas comerciales con Oriente. Sin embargo, contribuyeron a ensanchar aún más el foso entre los cristianos de Oriente y Occidente.

Las Órdenes Mendicantes

En el siglo XIII, el desarrollo de las ciudades y la extensión de algunas herejías crean una situación nueva en la Iglesia. Los sacerdotes rurales eran incapaces de servir a las masas de pobres en las ciudades. Surgen entonces nuevas formas de vida religiosa: las órdenes mendicantes. Nacen de la inspiración de algunos hombres notables, como el español Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la Orden de los Predicadores o dominicos, o San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los Hermanos Menores o franciscanos.

También estaban los agustinos o ermitaños de San Agustín, que surgieron de la fusión de diversas congregaciones agustinianas, y los carmelitas que tomaron su nombre del monte Carmelo. Los frailes mendicantes viven pobremente en pequeñas comunidades urbanas. Se dedican a la predicación y al trabajo intelectual. No disponen de las riquezas de las grandes abadías, sino que obtienen sus medios de subsistencia gracias a las limosnas. Por eso se les llama "mendicantes".

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