El Hombre, la Ciencia y las Creencias: Un Viaje a Través de la Verdad y el Misterio
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Tema: El Hombre, la Ciencia y las Creencias
Tesis
1) El hombre, en la actualidad, no debe basar su vida y sus problemas en hechos puramente científicos, ya que la ciencia es solo una mirada de la verdad, un prisma. Y la vida está llena de misterio que la ciencia no alcanza a descifrar. El mantener la fuerza del misterio, del no saber qué vendrá después, se traduce muchas veces en una posibilidad de querer seguir en el camino de la vida. ¿Qué viene después? ¿Lo podré resistir o sucumbiré en lo que me prepara el destino? Es la fuerza del destino la que determina la vida de los hombres y no la ciencia. Es del hombre de quien depende la vida y no de la ciencia.
Confirmación
Argumento 1
Todo ser humano ha necesitado de una fe, una creencia que le permita establecer que hay algo más allá de la vida, incluso más allá de la muerte; una fuerza interior que le permite superar la adversidad y el dolor de la vida pedregosa por la que ha tenido que caminar. La ciencia no lo es todo; sabia es la cultura popular: no hay mal que por bien no venga, por ejemplo. Si no hubiera algo de verdad en la mitología, ¿por qué en todas las culturas se han explicado fenómenos a través de estos relatos ficticios que se han ido transmitiendo de generación en generación? O es que existe alguna cultura que no haya explicado el hecho de su existencia a través de un mito? Acaso se comunicaban entre ellas, a pesar de no saber que coexistían? No, la ciencia no lo es todo, pues la ciencia se alimenta con el desarrollo de la razón. Como diría Ochwïa Biano: “Dicen que piensan con la cabeza”… por eso para los indios los blancos están locos. La verdad es que no se puede entender el mundo con la cabeza, sino con el corazón.
Respaldo
“El saber no nos enriquece, sino que nos aleja cada vez más del mundo místico, en el cual tuvimos una vez nuestra verdadera patria” (cita pág. 5, párrafo 17, Los pueblos indios, Carl Gustav Jung).
Cuando nos quitamos la lente de la ciencia y miramos con el corazón abierto, directo hacia el sol, hacia el creador, hacia la montaña o hacia Dios, nos damos cuenta de que la verdad y la vida misma se sienten y se respiran en plenitud con el corazón. Debemos mirar desde fuera de la razón para sentir y conocer cómo funciona el motor del mundo.
Argumento 2
En segundo lugar, la mitología y la religión sirven finalidades vitales de manera positiva. Nuestra conciencia, orientada hacia lo externo y que se dedica a las demandas diarias, podría perder contacto con las fuerzas interiores; los mitos, cuando son correctamente leídos, nos devuelven dicho contacto (interior-exterior) (pág. 7, Impacto de la ciencia en el mito, Josep Campbell).
Respaldo
Un ejemplo es el culto litúrgico del hombre para Dios como respuesta y repercusión; también como “influencia” activa, como imperativo, el hecho de que el hombre responda a la influencia de Dios y ejerza una contra-influencia, eleva al individuo a la categoría de un factor metafísico. El hombre, como tal, está en pleno sentido de la palabra (los pueblos indios, Gustavo Jung).
Contraargumento
Si bien es cierto que la mitología nos ha conformado durante siglos, no es menos cierto que el avance tecnológico nos ha deslumbrado con el descubrimiento de “las maravillas del universo”, cosas que alucinan a los científicos de todo el mundo. En nuestra época, muchos escépticos han surgido y prefieren asirse de las cosas tangibles de este mundo “para caminar por tierra firme”, como lo diría la tradición popular. Pareciera ser, entonces, que la necesidad del hombre de trascender, de creer en algo más allá de lo que podemos ver, se va disipando con el desarrollo de la tecnología y la certidumbre de aferrarse más a lo concreto y real. De lo que puede alcanzar con sus propias fuerzas. Pues, para ellos, la comprobación científica puede más que lo prodigioso que puede resultar la mitología.
Respaldo
Cita: Impacto de la ciencia en el mito. Párrafo 6: “...en la actualidad, la oportunidad de sentir respeto ante las maravillas del universo que los científicos ponen a nuestro alcance constituye, con toda probabilidad, una revelación mucho más maravillosa y alucinante que cualquier otra que se pudiera imaginar en un mundo precientífico”.
Refutación
¿Qué es esto que estamos analizando? La verdad me parece una parodia. La ciencia nos lleva a pensar en la realidad; la mitología, en la fantasía. Queremos vivir la realidad, pero no podemos escapar a la fantasía, porque ¿qué es la vida sin los sueños, sin una ilusión? Tal vez, nada. Pero rechazamos esos cuentos mitológicos que hemos abolido. La locura del hombre blanco “de pensar con la cabeza” nos dice que no podemos vivir de los sueños, ya que se nos desvanecen justo en el momento en que pensamos que son realidad. ¿Cuántas veces nos vemos atrapados en los límites? ¿Cuál es el sueño? ¿Cuál es la realidad? El papel que debo jugar todos los días (como profesor, como hermano, hijo, padre, minero, político, etc.) en este gran teatro del mundo es la realidad o la ficción. ¿En qué momento estoy despierto y en qué momento duermo?
Respaldo
Me parece citar la visión de la vida del hombre que presenta Calderón de la Barca en los siguientes versos que me permiten demostrar el frecuente cuestionamiento y reflexiones en los que se ha inmerso el hombre de todos los tiempos:
Sueña el rico en su riqueza
que más cuidados le ofrece;
que más cuidados le ofrece;
Resumen
Desde que el hombre puede expresar con las palabras lo que piensa y lo que siente, ha manifestado su preocupación por el origen del cosmos y ha tratado de explicarlas. El mismo motivo ha llevado a los científicos a descubrir “la verdad”. Hay quienes sostienen su existencia sobre la fuerza de una (mitología), y otros que dicen prescindir de ella y se aferran a su propia verdad. Pese a ello, no hay ninguna época en la historia en la que no se haya profesado culto a una deidad; pareciera ser, entonces, que somos criaturas de alguna fuerza superior. ¿Dónde linda la razón? ¿Dónde el corazón? Tal vez, como dice un indio, estamos locos: “pensamos demasiado con la cabeza” y nos olvidamos del corazón.
Peroratio
Desde los siglos XV y XVI, se ha dado con mayor fuerza el cuestionamiento de la mitología en un afán por la búsqueda de la verdad. No es una cuestión que acaba aquí y ahora; seguirá la reflexión: el hombre, en su búsqueda, se aferrará a las creencias cuando la ciencia no dé respuestas a su dolor interior y tomará de la ciencia lo que necesite para sobrevivir en el mundo adverso que le tocó vivir. Hombre, ciencia y creencia. Palabras inseparables, cual la vida y la muerte.