Historia de España: El Tardofranquismo y la Transición a la Democracia
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El Tardofranquismo
El proceso de Burgos contra miembros de ETA fue un proceso contra el régimen. La condena a muerte de 6 etarras levantó una oleada de protestas en España y en el exterior. El gobierno tomó medidas represivas e implantó el estado de excepción, primero en Guipúzcoa y luego en el resto de España.
Medio millón de personas se concentraban en la Plaza de Oriente en prueba de fidelidad a Franco, quien finalmente conmutó la pena capital por la de cadena perpetua. Franco separó por primera vez la jefatura del gobierno y la del Estado y nombró a L. Carrero Blanco presidente del gobierno. Pero este fue asesinado en un atentado de la banda terrorista ETA.
Su muerte aceleró la crisis del régimen y aumentó las tensiones entre las familias sobre el futuro del franquismo. El nombramiento de Carlos Arias Navarro como presidente del gobierno suscitó expectativas de cambio que los medios de comunicación recogieron como el 'espíritu del 12 de febrero'.
La política del jefe de gobierno se vio afectada por:
- La caída de dictaduras en Portugal y Grecia dejaba a España aislada en una Europa occidental democrática.
- En el interior, la crisis económica del petróleo provocó más movilizaciones.
El gobierno empleó a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a los tribunales de justicia para impedir cualquier reforma democrática, reprimir manifestaciones, restringir la capacidad informativa de los medios de comunicación y prohibir los actos culturales críticos y reivindicativos.
Las ejecuciones de Salvador Puig Antich y de Heinz Chez y el arresto del obispo de Bilbao fueron aspectos de la tensa situación política y creciente oposición al régimen. La aprobación de una nueva ley antiterrorista para luchar contra la subversión fue incapaz de contener las aspiraciones democráticas de la mayoría social.
Intervencionismo y Autarquía
Al acabar la guerra, España era un país arruinado y sin recursos. El régimen puso en marcha una política económica intervencionista y autárquica, es decir, pretendía ser autosuficiente y mantener escasa conexión con el exterior.
La autarquía favoreció el estancamiento y la crisis de subsistencia. La política autárquica se inició en 1939 y continuó con leyes de protección y fomento de la industria nacional y de ordenación y defensa de la industria nacional.
- El Estado controló todas las actividades económicas, de manera especial, el comercio exterior. La escasez de divisas redujo las importaciones y se impuso una política de autoabastecimiento nacional.
- Las medidas provocaron escasez de productos básicos y encarecimiento. Y propiciaron el amiguismo y el tráfico de influencias.
Se creó el INI (de Industria), inspirado en el IRI italiano, con el fin de articular, fomentar y nacionalizar la industria. Se prestó especial atención a la industria militar y a sectores estratégicos: naval, siderúrgico, aeronáutico, ferroviario.
Surgieron empresas como Iberia o Seat y se nacionalizaron la CTNE y la RENFE.
La agricultura fue el sector con menos ayudas y menos innovación. Algunas medidas como la creación del INC, resultaron insuficientes. La producción agrícola disminuyó por atraso técnico, paro encubierto, larga sequía e imposición de precios oficiales.
No obstante, se iniciaron planes integrales que mejoraron la situación rural y agrícola con desarrollo de regadíos, construcción de viviendas y extensión de la red eléctrica. Destacaron el de Badajoz en 1952 y el de Jaén en 1953.
Se potenció una política hidráulica para remediar problemas de suministro de electricidad y almacenamiento del agua con construcción de embalses en cuencas hidrográficas. Franco inauguró los de El Generalísimo, Contreras, Entrepeñas y Buendía. Algunos proyectos se idearon en épocas anteriores.
La Transición a la Democracia
La Constitución Española de 1978 fue aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978. Fue el resultado de un proceso de consenso entre las principales fuerzas políticas del país.
La Constitución define a España como un Estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
La libertad se convirtió en un derecho fundamental. Proclamaba que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, cuya forma política es la monarquía parlamentaria.
Se fundamentó en la indisoluble unidad de la nación, al mismo tiempo que reconoce y protege el derecho de las nacionalidades y regiones que la integran.
Garantizaba los derechos humanos y las libertades fundamentales, abolía la pena de muerte excepto en caso de guerra y establecía un Estado de bienestar que garantizara la libertad de expresión (5) y los derechos a la educación (5) y a la sanidad (5).
Las libertades y derechos quedaban protegidos por el Tribunal Constitucional (3). El texto establecía la separación e independencia de los tres poderes fundamentales del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial).