Hipatia de Alejandría: Filosofía, Ciencia y Conflicto Religioso en el Egipto Romano

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En el año 391 d.C., Egipto se encontraba bajo el dominio del ya decadente Imperio Romano. En las calles de la ciudad se mezclaban diferentes culturas y religiones, destacando como la filósofa más importante del momento, la también matemática y astrónoma, Hipatia, a cuyas clases acudían personas de diferentes lugares.

Era un momento de grandes debates entre cristianos y paganos, los cuales tenían su centro en el Serapeo, donde se ubicaba la nueva Biblioteca de Alejandría.

La pujanza del cristianismo y sus excesos hacen que las autoridades paganas se empiecen a plantear la necesidad de dar una lección ante sus atrevimientos y violencia. Por ello, deciden atacar a los cristianos, causando muchas muertes. Tras la sorpresa inicial, los cristianos se convierten en atacantes, siendo más numerosos y obligando a los paganos a refugiarse en la biblioteca, donde son asediados.

Las autoridades romanas acuerdan perdonar a los paganos, permitiéndoles salir, pero a cambio, los cristianos pueden acceder a sus templos, que son destruidos, incluido el Serapeo y su biblioteca.

Davo, esclavo de Hipatia, enamorado de ella, se une al nuevo poder emergente tras ser liberado por esta al comprobar sus sentimientos. Se convertirá en uno de los temibles parabolanos, quienes vigilan la ortodoxia en el obrar y el vestir, apoyados por el obispo Cirilo, dispuesto a acabar con los no católicos.

Los parabolanos, una vez apartados los paganos del poder, hostigan a los judíos, provocando la reacción de estos, que acaban con un grupo de parabolanos, lo que supondrá la expulsión de los judíos de la ciudad.

Llega entonces a la prefectura de Alejandría, tras convertirse al cristianismo, Orestes, antiguo alumno de Hipatia, de la que estuvo enamorado y a la cual pide consejo a menudo.

A través de su amigo, el obispo Sinesio de Cirene, también alumno de Hipatia, Orestes trata de someter a Cirilo a su autoridad. Pero será el obispo quien exija a Orestes acatamiento de la doctrina de la iglesia en toda su extensión, incluida la sumisión de las mujeres, por lo que le pide que acabe con la pagana Hipatia, a lo que Orestes se niega, provocando la ira de los parabolanos. Uno de ellos, Amonio, lo apedrea, lo que hace que sea ajusticiado, siendo nombrado por Cirilo mártir y santo.

Tratando de evitar más problemas, Orestes y Sinesio de Cirene tratan de convencerla de que se bautice, a lo que ella se niega, pues en su ser está el dudar.

Hipatia vive al margen de temas espirituales, centrada y obsesionada con la resolución del tema del heliocentrismo, llegando a la conclusión de que la tierra podía moverse en forma de elipse, lo que explicaría que, pese a moverse la tierra, los objetos no se desplazaran.

Pero los amigos de Amonio deciden vengarse de Orestes atacando a Hipatia, a la que llevan hasta la catedral, donde la desnudan con intención de lapidarla.

Antes de ello, su antiguo esclavo Davo le evita el sufrimiento acabando con su vida, haciendo creer a sus compañeros que se ha desmayado por el miedo.

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