Habilidades

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Zambullidas:saltos y giros

Las zambullidas tienen 3 fases:

  • Tras lanzarse al agua.
  • Previo desequilibrio.
  • Fase de vuelo más o menos breve.

Esta forma de lanzarse al agua puede variar según la imaginación y destreza.

En las zambullidas no están incluidas el descenso por las escaleras, introducir al niño junto a nuestro pecho o las entradas en el agua en el inicio de la familiarización.

Las zambullidas se pueden utilizar según 5 perspectivas:

  • Utilitario: se puede utilizar para la profesionalidad, propuestas o supervivencia.
  • Educativo: se utiliza para la E. F. de Base, educación psicomotriz o connotaciones sicológicas, que nos lleva a la perspectiva deportiva.
  • Deportivos: se puede utilizar para saltos, sincronizada o salidas de competiciones.
  • Lúdico-recreativos: tiene el objetivo de enseñar las zambullidas de forma educativa (largo plazo) y utilitaria (corto plazo) a través de la diversión que crean. Hay que enseñar estas zambullidas para que no tengan problemas en las introducciones al agua. Hay que  hacer ejercicios en el que se busque el mayor rendimiento, pues, si se busca solo la recreación afectará al rendimiento.
  • Rehabilitación física.

En el planteamiento educativo-utilitario, dividimos las zambullidas en 2 fases: f. de preparado y f. de salto y caída.

Las zambullidas tienen connotaciones sicológicas ya que los niños les tienen miedo y tienen que echarle valor para hacerlas y vencer a dicho miedo. Por eso, para ellos, hacer una zambullida es un gran éxito.

Se pueden hacer zambullidas temerarias-raras para complemento de la actividad motriz o EF de Base, como por ejemplo, hacer ejercicio más complejos como un mortal para entrar en el agua sin hacerse daño.

En los niños de 0.5 a 2 años, cuando hacen zambullidas son para la supervivencia, pues no saben nadar, y buscaran una flotación dorsal.

En el ámbito profesional, las zambullidas pueden ser para los espectáculos cómicos u serios como las clavadistas (acapulco).

¿Cuándo iniciar las zambullidas? Una vez que el niño tiene confianza en el agua empieza a hacer zambullidas pero a través de estas, también se coge confianza por lo que se deben plantear actividades de zambullida en cualquiera momento.

Las zambullidas no tienen normas por lo que se pueden modificar mucho, así que se debe quitar, en las primeras zambullidas, todos los aspectos que no le gustan al niño, como, por ejemplo, introducir la cabeza. Una vez que se hace las zambullidas con inmersión, se debe introducir de forma conjunta con otras actividades como el buceo o la respiración.

La familiarización con las zambullidas, por lo tanto, se puede hacer antes, durante o después de aprender a nadar pues con ellas el niño coge confianza.

Hay que evitar que los niños tengan experiencias negativas porque si no se marcharán y no aprenderán, por lo que hay que buscar que el niño aprenda pasándoselo bien, por lo que hay unas experiencias que se deben evitar:

  • Situaciones de ansiedad: excesivo desequilibrio, entrada a agua en vías respiratorias, golpes contra suelo, pared o bordillo y sensaciones de falta de referencia.
  • Desorganización: desconocer necesidad de ayudas o caídas encima de otros.
  • Progresión precipitada porque los alumnos o el vaso no tiene las características necesarias.
  • Desconfianza: proporcionar agarre de tipo humano o material para que el alumno esté más seguro. Esta desconfianza puede venir por:
  • Extracción apresurada que hace el profesor sobre el niño.

Progresión metodológica.

La enseñanza de las zambullidas debe ser a partir de los 3 años porque antes aun le cuesta mucho estar en equilibrio en el agua. Antes de enseñar a tirarse hay que enseñar a salir del agua: coger, trepar y sentarse en bordillo.

Debe saber tomar aire, saltar y mantener respiración antes de tirarse, y una vez en el agua, debe orientarse.

Puede haber zambullidas con fase de vuelo y sin ella.

Ejemplos de las zambullidas sin vuelo: Lanzarse desde el suelo hacia la pared, compañero, profesor o material de flotación (en dirección frontal y lateral). Hacer relevos tipo dominó, uno empuja a su compañero que cae hacia el otro compañero y este hacia otro, y así sucesivamente. Otro tipo de zambullida es desde las escaleras o saltar y recepcionar en el agua.

Las primeras zambullidas desde el bordillo deben ser desde posición ventral,  en el cual empiezas sentado en el bordillo, haces un giro longitudinal apoyándote en el bordillo con los antebrazos y dejarte caer poco a poco. Esta zambullida tiene poco desequilibrios, donde no hay vuelo aunque puede haber un poco según la altura del bordillo hasta el agua o la acción impulsora de los brazos.

Las zambullidas desde cuclillas, se parte desde sentados y aproximando caderas a la altura del bordillo. Si es un niño pequeño se debe hacer la ayuda de dejarse coger por un dedo y obligarlo a inclinarse hacia adelante, y un niño mayor, debes cogerlo por torax y acompañarlo durante todo movimiento.

Una parte del proceso es sumergir la cara por lo que, el profesor debe provocar en el niño hunda la cara de forma habitual.

Zambullidas de pie: tiene dos niveles, el primero es superar aprensión y el segundo es el aspecto técnico y las sensaciones.

El objetivo fundamental es perder miedo a la altura, se puede empezar saltado desde cuclillas y después ir aumentando la altura. Se pueden hacer con ayudas y se debe prestar atención a la ejecución.

Para este tipo de zambullidas se puede iniciar haciendo saltos en un lugar con poca profundidad, apoyando siempre el pie. Si se necesita ayuda puede ser una vara, un compañero o un profesor, pero este último no debe ser muy frecuente porque el profesor genera mucha seguridad y deben coger confianza por ellos mismos.

Consiste ir aumentando la distancia, la altura y reducir el material. Combinaciones que se pueden hacer es hacer zambullidas pasando por debajo de una barra, introduciéndose dentro de un aro (cada vez debe ponerse aros con menos diámetro para que se agilice la precisión) o sin nada (saltar y volver al bordillo). En la familiarización, se debe hacer las zambullidas cerca del bordillo.

Al principio, los niños fallan en que no van del todo estirados por lo que se puede plantear la actividad de que entren por un aro.

Otras actividades pueden ser, saltar en parejas cogidos de las manos, uno al caballito de otro o uno en el colo del otro. Cuando se hacen actividades en parejas, ambos comparten responsabilidad.

La altura desde donde se tire el niño debe ser proporcional a la destreza que tiene y a su peso. Para hacer las zambullidas se debe tener un mínimo de equilibrio. Las zambullidas en grupo crean motivación, intensidad y relaciones sociales entre el grupo.

Las tareas en grupo favorece a que el miedo se quite antes, porque el niño piensa que si sus compañeros son capaces de hacer los ejercicios sin miedo, ¿porque él va a tener miedo?

Es importante ser independiente para salirse del agua.

En las zambullidas grupales en las que se haga una zambullida tipo dominó, es decir, que al caer uno se caiga el siguiente, y el siguiente, y el siguiente… pues el niño que tiene más miedo debe ser el que se ponga en el medio porque así se va a caer al agua aunque en el último instante prefiera abandonar. En toda zambullida el profesor debe vigilar muy de cerca la forma en que se tiran los niños.

El objetivo fundamental de las zambullidas es perder el miedo al agua y servir como método de introducción al agua. Los juegos sobre zambullidas elementales tienen como objetivo principal que la zambullida sea un medio para aprenderlas sin que los niños se den cuenta de que lo que buscamos es la propia zambullida. Algunos juegos pueden ser el paracaídas, el torpedo, misil submarino, la torre, el portero…

No se debe utilizar montones de tablas para hacer lugares más altos para zambullirse, porque las tablas resbalan mucho y pueden ser muy peligrosas. El único lugar donde el niño se puede subir a una tabla debe ser en el agua.

Variantes de zambullidas: saltar hacia atrás, de lado, hacia adelante, agrupado,… desde dentro del agua (en el suelo o un escalón). Fuera del agua con movimientos en la fase de vuelo como paso atrás, paso lateral, paso/salto hacia adelante con medio giro, zambullida a distancia, movimientos de brazos para “volar”, agruparse, hacer la bomba, hacer la carpa, hacer giros de 90º, de 180º, de 360º o de 540º (3 vueltas)

También se pueden hacer zambullidas sin hundir la cabeza que se hace frenando la entrada, con el tronco hacia adelante, miembros superiores separados (una pierna hacia adelante y otra hacia atrás) y miembros superiores en cruz, con un movimiento hacia abajo y remada.

Planteamiento para hacer bien la zambullida puede ser de forma indirecta (pasar por dentro de un aro o superar cuerda) o de forma tradicional, indicaciones de la posición del cuerpo.

Desde fuera del agua se pueden hacer ejercicios de saltar en carrera, saltando por encima de un compañero,… pero solo cuando el suelo es rugoso y no hay problema para no resbalar.

Zambullida de cabeza: entrada al agua donde la posición es lo más alineada posible y donde entra primero las manos, después la cabeza y por último, el resto del cuerpo. El objetivo es entrar lo más veloz posible y llegar lo más lejos posible. Hay mucho tiempo de inmersión y crea gran desequilibrio. Se suele utilizar para las salidas de las competiciones. Tiene tres fases antes de entrar en el agua: la de preparados, la de impulso y la de vuelo.

Para hacer zambullidas no hace falta experiencia previa ni ser capaces de frenarnos en el agua. Para las zambullidas de cabeza es muy importante tener un modelo en la cabeza, es decir, haber visto antes la ejecución de una.

El primer paso para enseñar las zambullidas de cabeza es ponerse erecto y con las manos por encima de la cabeza. Los brazos tapan las orejas. Las manos deben estar o superpuestas o con los dedos entrelazados. Los pies deben agarrar el bordillo con los dedos.

El siguiente paso es flexionar el tronco con una posterior flexión de cuello, y por último, hacer un pequeño desequilibrio.

Al principio habrá poca resistencia en la entrada y se debe proteger la cabeza y pecho con la posición de brazos.

Una vez que te introduces en el agua, para ascender se necesita una extensión de manos, cuello y por último, tronco; y, para descender, se necesita una flexión de estos segmentos corporales, con el mismo orden que para ascender. En competición, se utiliza la mínima modificación segmentaria para ascender o descender por lo que normalmente solo se hace los movimientos de manos.

El planteamiento es empírico, a base de repeticiones y variantes.

Esas variantes son:

En el agua en piscinas poco profundas: empezar desde el escalón más bajo, y de cuclillas para zambullirse y después ir buscando mayor altura subiendo escalones y poniéndonos más erguidos. (planteamiento Lucio).

Después hacer el Delfín o salto de la trucha, que consiste en estar con los dos apoyos de los pies en el suelo, saltar e introducirse de cabeza en el agua y volverlo a la posición inicial para volverlo hacer. Una variante es hacer el salto por encima de un compañero y meterse entre las piernas de otro.

En piscinas profundas, desde flotación ventral, hacer el pino tocando con las manos el suelo y con los pies fuera del agua. Este ejercicio es bueno para la progresión de las zambullidas pero no para el dominio en el medio.

Desde sentados en el bordillo, podemos tirarnos al agua, con flexión de cuello; habrá también una flexión de tronco y piernas pero será bueno para automatizar el movimiento de introducirse en cabeza y para aumentar la confianza. Es necesario abducir piernas para no chocar con la cara con las rodillas y hacer voltereta cuando nos introduzcamos en el agua.

Se puede utilizar ayudas desde dentro o fuera del agua. Si es desde fuera, la ayuda consiste en meter un brazo entre la cabeza y los brazos para que no sea posible mover los brazos hacia adelante ni la cabeza hacia atrás. Se puede hacer también desde el poyete.

También se puede hacer desde rodillas, con la posición de brazos y cabeza inicial. Hay poca altura y poca dificultad. Si en vez de ponernos con la columna vertebral flexionada nos ponemos con ella extendida la dificultad será mayor. Podemos poner una tabla en donde pongamos las rodillas para no lastimarlas.

El siguiente paso es desde genuflexión (una pierna con la rodilla apoyada en el suelo y otra con el pie apoyado). El centro de gravedad debe estar encima del apoyo de la pierna con la que te vas impulsar (con la pierna que tienes apoyado el pie). Es conveniente cambiar el pie de impulso.

Otro ejercicio es de cuclillas, en el que requiere una mayor confianza y a medida que va aumentando este nivel se extienden más las piernas y un mayor impulso.

También puede hacerse desde tendido prono, para un perfeccionamiento del cuerpo alineado. Una variante es que un compañero le coja las piernas por los tobillos y lo levante.

Puede hacerse desde el equilibrio sobre una pierna en el que hay una pierna de apoyo y las otras partes del cuerpo están alineadas. Una  variante puede ser con impulso en la pierna atrasada (la que no está apoyada).

Las zambullidas con alto nivel de dificultad puede ser una zambullida estando de pie y con piernas retrasadas y sin impulso. Variante: con la columna flexionada dejarse caer.

Con impulso, zambullida desde de pie con impulso y rodillas semiflexionadas. Una vez hecho bien se hace con las rodillas extendidas.

Errores de las zambullidas de cabeza en cuanto a las extremidades inferiores son: flexión de rodillas, cadera, tobillos o caderas y rodillas y la abducción de piernas en entrada o fase de vuelo.

Puede haber ayudas y se deberán hacer agarrando los tobillos y hacer un pequeño empuje en cadera. Puede haber dos ayudas (uno por detrás agarrando piernas y otro por delante y dentro de piscina agarrando tobillos)

Otra ayuda puede ser, la ya citada, de poner brazo del ayudante entre el brazo de ayudado y cabeza para evitar la extensión de cabeza y la protección de brazos.

También se puede ayudar agarrando al niño por atrás y la cintura. Una ayuda material puede ser poner entre piernas pull-bouy o tabla para que el niño tenga juntas las piernas pues debe preocuparse de que no le caiga el material.

El último nivel de dificultad, es el de ayudarse con los brazos para coger impulso. Se utiliza para la natación de competición. Hay que tener en cuenta entrar con los brazos por delante y hay una libertad de movimiento.

Dependiendo de la superficie de la playa, se puede meter o no una carrera previa.

Se pueden utilizar materiales para las zambullidas como por ejemplo, los aros que nos sirven para incrementar distancia, de objetivo y para mantener posición. También podemos saltar vallas, trepar cuerda tipo Tarzán, hacer equilibrios por cuerda, utilizar varas,… el profesor, para el niño, es un material pues puede ser una catapulta o un tobogán. Otro material son los toboganes, tapiz, poyetes, escaleras, tablas, pelotas grandes, trampolín…

Variables de trabajo:

Posición corporal: de pie, de rodillas, de cuclillas, en genuflexión, tronco flexionado, tendido prono o supino, cuadrupedia, sextupedia, equilibrio invertido o de una pierna, sobre un compañero en las espaldas o sobre los hombros, suspendido o cogido.

Posición inicial/final de extremidades superiores: extendidas y unidas por encima de la cabeza o al cuerpo, manos apoyadas tras de la nuca, en cruz, cruzadas (con manos apoyadas en los hombros) en jarra (con manos en cadera) y manos apoyadas o cogidas a tobillos o piernas.

Posición inicial/final de extremidades inferiores: flexionadas, extendidas, abiertas, cerradas o cruzadas.

Orientación inicial/final respecto al agua: de frente, espaldas o lateral.

Primeras zonas del cuerpo que contactan sobre el agua: manos, cabeza, nalgas, pies, rodillas combinada manos y pies (en carpa), espalda o costado.

Altura respecto a la superficie del agua: posición corporal, desde fondo del vaso, desde borde, sobre un compañero (espalda, hombros, manos,…), desde poyete de salida, desde palanca (distinta alturas)…

Impulso/balanceo: propio con brazos unidos al cuerpo o por encima de la cabeza o ajeno suspendido de extremidades por personas fuera del agua

Velocidad inicial: estático o con carrera previa.

Distancia a alcanzar: próxima, lejos o media.

Trayectoria: parabólica o rectilínea (vertical u oblicua)

Acciones a realizar tras posición inicial: agrupar brazos, piernas o tronco, extender brazos, piernas o tronco, girar en el eje transversal, longitudinal y sagital, con diferente magnitud de giro, deslizar, andar, correr, saltar, sentarse, tumbarse, detener la acción,…

Objetivo a conseguir: llegar a un lugar concreto, llegar antes, llegar más lejos, pasar pon punto concreto (aro, debajo de piernas del compañero,…), superar un obstáculo en distancia o altura, superar un compañero, coger, recibir o golpear un objeto, lanzar, combinar acciones de recibir-pasar, arrastrar compañeros o obstáculos, salpicar/no salpicar, realizar acciones concretas durante impulso, vuelo, caída o deslizamiento, coordinar la caída con otros compañeros (simultáneamente o sucesivamente), intentar ser imitado, perder el miedo o corrección de técnica (percibir la acción).

Superficie de apoyo o impulso: estrecha/ancha, resbaladiza/rugosa y móvil/fija.

Nº de personas: individual, parejas, tríos, grupo de 4 o más.

Ayudas: una o varias personas y localización corporal en cabeza, brazos, tronco, cintura, piernas o pies.

Material: aros, cuerdas y sogas, varas de ayuda del monitor, toboganes, tapices, colchón, flotador, cilindro hinchable, tabla de natación, pull-bouy, palanca y trampolines, plinto, minitramp, cámaras de vehículos hinchables.

Medidas de seguridad:

Tiene que tener una profundidad mínima para los saltos, hay que evitar resbalar (coger bordillo con pies, no andar con las aletas por la playa,…), estar atento para empujar al alumno cuando haga una zambullida para que no caiga contra el bordillo, vigilar estrictamente, en los aspectos organizativos (mirar antes de saltar que no haiga nadie, tras zambullida emerger y salir de la zona, no zambullirse hasta que el compañero salga de la zona o se aleje, no nadar un detenerse bajo zona de salto, zambullirse cuando indique profesor o se haiga espacio libre y cuando haiga profundidad), se debe delimitar la zona de saltas para que no se entre en ella cuando la gente esté saltando. Hay que prohibir que se hagan cosas sin dominio, no tirarse sin las manos por delante, no tirarse sin conocer la zona y saltar de un bordillo a otro.

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