Guerra Civil Española: Ofensivas, Represión y Evolución Política en la Zona Republicana (1936-1939)

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La Guerra Civil Española: Desarrollo y Consecuencias

Campaña del Norte y Contraofensivas Republicanas

Ante las dificultades en la conquista de Madrid, Franco decidió concentrar todos los esfuerzos en la conquista del norte republicano, ya que su dominio le daría control de una rica zona industrial y minera densamente poblada que podía alterar el equilibrio del conflicto a su favor. Su avance se vio facilitado por el apoyo aéreo y los bombardeos de la Legión Cóndor alemana; numerosas villas fueron bombardeadas, como Guernica. Tras durísimos combates, las tropas de Franco entraron en Bilbao en junio y controlaban también Santander y Asturias. En octubre de 1937 desapareció el frente norte y el bando nacional concentró recursos y efectivos sobre el centro y este.

Las tropas republicanas respondieron al avance de los nacionales con ataques en las fronteras de Madrid y Aragón. Las principales acciones de esta fase fueron la Batalla de Brunete y la de Belchite, que permitieron avances republicanos, pero sin grandes consecuencias para el bando nacional.

Grandes Ofensivas Republicanas

El fortalecimiento de la unidad y de la coordinación del mando, la mobilización de nuevas quintas y su equipamiento bélico, permitió a las fuerzas republicanas desarrollar dos importantes ofensivas: la de Teruel y la Batalla del Ebro.

Caída de Cataluña y Fin de la Guerra

Tras la victoria del Ebro, el ejército de Franco desencadenó una fuerte ofensiva sobre Cataluña que le permitió tomar Barcelona. En febrero de 1939, el Gobierno de Franco era reconocido oficialmente por Francia e Inglaterra.

En la zona republicana surgieron fuertes enfrentamientos entre los partidarios de buscar una solución negociada y los partidarios de resistir a toda costa. En esta situación, Sexismundo Casado dio un golpe de Estado que acabó con el gobierno de Negrín; se formó entonces un Consejo Nacional de Defensa que fracasó en su intento de alcanzar una paz honrosa sin represalias. El 28 de marzo, las tropas de Franco entraron en Madrid. El 1 de abril de 1939, Franco firmó el último parte de guerra.

La Represión Durante la Guerra Civil

Represión en la Zona Republicana

En la zona republicana, la desintegración de las instituciones del Estado provocó actuaciones incontroladas. Las masas y milicias populares desarrollaron una dura persecución de militares, eclesiásticos, políticos e intelectuales de derechas, empresarios... considerados como sospechosos de pertenecer al bando sublevado. Muchos fueron detenidos y encarcelados en las checas (cárceles del pueblo) y muchos fueron ejecutados sin juicio. Los fusilamientos de la cárcel Modelo, las matanzas de clérigos y las ejecuciones en Paracuellos del Jarama fueron las más sanguinarias de la represión republicana. En un intento de reconducir los castigos fueron creados los Tribunales Populares, pero las ejecuciones incontroladas continuaron.

Represión en la Zona Nacional

En la zona nacional, los militares llevaron a cabo una represión sistemática de todas las fuerzas republicanas. Los primeros en sufrir las consecuencias fueron las autoridades civiles y militares que permanecieron fieles a la República, así como aquellas personas vinculadas con el Frente Popular. Después de la ocupación de un territorio, se procedía a su depuración y ejecución de todos aquellos elementos considerados peligrosos para el régimen: sindicalistas, masones, maestros... Los paseos y fusilamientos nocturnos, la aplicación de la ley de fugas a los detenidos y los juicios sumarísimos se multiplicaron. Después de la guerra, los fusilamientos continuaron.

La España Republicana Durante la Guerra

Con los inicios de la guerra se produjo una fuerte fragmentación del poder del Estado republicano. La desorganización de las instituciones republicanas provocada por la sublevación militar, junto con la entrega de armas al pueblo, originó una importante disminución de la autoridad del Estado republicano. Durante la guerra, se sucedieron los siguientes gobiernos:

  • **Gobierno de Xosé Giral**: se constituyó tras las dimisiones de Casares Quiroga y Martínez Barrio. No fue capaz de hacer frente a la fragmentación del poder del Estado ni de evitar las acciones revolucionarias de las organizaciones proletarias.
  • **Gobierno de Francisco Largo Caballero**: su principal objetivo era unificar los esfuerzos de todas las fuerzas políticas y sociales para hacer frente a la guerra y reconstruir el Estado republicano. En su Gobierno entraron a formar parte republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y anarquistas. Las principales tensiones entre los distintos partidos y fuerzas que apoyaban a la República no desaparecieron. Estas tensiones estaban provocadas por una cuestión de prioridades: unos (PCE y PSOE) defendían que primero se debía ganar la guerra y después hacer la revolución; otros (POUM, CNT y FAI) defendían que si no se hacía la revolución era imposible ganar la guerra.

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