Guerra Civil Española: Dimensión Política, Ayuda Internacional y Consecuencias

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Dimensión Política e Internacionalización del Conflicto en la Guerra Civil Española

Francia y Gran Bretaña crearon un Comité de No Intervención del que formaban parte 30 países que se comprometían a no ayudar a ninguno de los dos bandos.

La República recibió la ayuda militar inmediata de la URSS y, en mucha menor cantidad, de Francia y de México. La ayuda soviética se pagó con el oro del Banco de España.

La ayuda humana le llegó a la República a través de las Brigadas Internacionales: unos 60.000 hombres de 30 países, que vinieron a España para luchar contra la propagación del totalitarismo en el continente europeo y para salvar la democracia republicana en España. Su intervención ayudó a detener al ejército rebelde a las puertas de Madrid en el otoño de 1936. Fueron retirados de España a finales de 1938.

El bando sublevado recibió ayuda de Italia y Alemania de forma masiva y pagadera en materias primas (minerales) y el resto a plazos. Alemania envió su Legión Cóndor y unos 6.000 asesores militares. Italia a sus 40.000 soldados del "Corpo di Truppe Volontarie". Portugal apoyó a los rebeldes con unos millares de combatientes (los Viriatos). Irlanda también participó con la llamada "Legión de San Patricio".


Las Consecuencias de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil fue el episodio más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. Durante tres años, el odio entre los españoles se acrecentó, resultando inevitable el deseo de aniquilación del contrario. Los que vencieron excluyeron y persiguieron a quienes no se habían sumado de manera entusiasta a su bando.

Acabada la guerra, más de 250.000 personas ingresaron en prisiones o en campos de trabajo forzado. Decenas de miles de españoles exiliados se concentraron en campos de internamiento en el sur de Francia, más tarde se dispersaron por países europeos, por el norte de África y, sobre todo, en Latinoamérica; México fue la nación que acogió mayor número de personas y su capital se convirtió en la sede política de la República en el exilio.

Las consecuencias en la cultura española fueron importantísimas. Quedó destruido todo el esfuerzo de regeneración cultural y educativa de la Edad de Plata de la cultura española (1898-1936). Fueron ejecutados o destituidos por el franquismo más del 60% de los maestros y profesores. Prácticamente la totalidad de los intelectuales de la generación del 27 y los más notables científicos y artistas murieron o marcharon al exilio.

Las consecuencias económicas fueron desastrosas para el país: la pérdida de reservas monetarias, la disminución de la población activa, la destrucción de infraestructuras viarias y fabriles, así como de viviendas. La mayoría de la población española hubo de sufrir a lo largo de las décadas de 1940 y 1950 los efectos del racionamiento y la privación de bienes de consumo.

Las consecuencias políticas fueron el final de la experiencia modernizadora y democratizadora que había supuesto la República y el inicio de un larguísimo período de represión, de falta de libertad política y la supresión de los derechos fundamentales de las personas.

En el ámbito internacional, España inició 20 años de aislamiento político, con excepción del reconocimiento que obtuvo de algunos Estados, como el Vaticano y Argentina.

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