La Guerra Civil Española y sus Consecuencias

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El alzamiento militar condujo a la guerra civil y el triunfo nacional frustraría los intentos de crear una democracia estable en España y trajo como consecuencia el establecimiento de la dictadura franquista. Las causas de esta guerra fueron:

  • El gobierno del frente popular no actuó con firmeza ante el clima de violencia existente, lo que contribuyó a la radicalización social e ideológica del país.
  • La conspiración militar se inició tras el triunfo del frente popular debido al deterioro del orden público y a motivos más profundos. El general Sanjurjo fue el líder teórico, pero murió en accidente y el general Mola fue el estratega de la operación, mientras que el general Franco lideraría a los sublevados más tarde.
  • El impacto del asesinato de Calvo Sotelo fue la excusa para la sublevación militar (17 de julio, Marruecos).
  • Los sublevados preveían un golpe breve y rotundo, condujeron a una larga guerra civil, quedando el país dividido en dos: Los rebeldes triunfaron en España rural. Permanecieron fieles a la república las ciudades más importantes y las zonas industriales.

El desarrollo de la guerra:

1. La guerra de movimientos y la marcha hacia Madrid (Julio a noviembre de 1936)

El objetivo de los sublevados era tomar Madrid. Franco desvió de nuevo las tropas para rescatar en Toledo al coronel Moscardó. En octubre llegaron las cercanías de Madrid. Mientras Mola tomó Irun y San Sebastián, quedando aislada la zona cantábrica de la frontera con Francia.

2. Fracaso nacional de la ofensiva sobre Madrid (noviembre 1936 a marzo 1937)

El conflicto se convirtió en una guerra de desgaste a causa de la resistencia de Madrid, bombardeada por aire y asediada por todos lados. El ejército republicano rechazó un ataque frontal en la ciudad universitaria. Las tropas franquistas, al fracasar el ataque frontal a Madrid, intentaron cerrarla. Pero fracasarían en las batallas de Jarama y de Guadalajara. En el frente sur, Queipo de Llano tomó Málaga.

3. La campaña del norte y las ofensivas republicanas (marzo 1937 a marzo 1938)

Franco cambió de estrategia y decidió atacar el territorio republicano del norte. Tras el dramático episodio del bombardeo de Guernica cayó Bilbao y en agosto Santander. La resistencia continuó en Asturias hasta la caída de Gijón en octubre, quedando la cornisa cantábrica con sus recursos energéticos e industriales en manos rebeldes. En verano de 1937, en la batalla de Brunete, el ejército republicano no pudo romper las líneas de las tropas franquistas, y tras la batalla de Belchite, no logró agrupar Zaragoza. Finalmente, tras la batalla de Teruel, los republicanos tomaron esta ciudad.

4. La batalla del Ebro y la toma de Cataluña (Marzo 1938 a febrero 1939)

En el frente de Aragón el ejército de Franco inició una ofensiva por el valle del Ebro para alcanzar las costas del Mediterráneo y dividir el territorio republicano. El ejército republicano, reorganizado por Vicente Rojo, preparó una ofensiva para volver a unir el territorio republicano, la batalla del Ebro, la más cruenta y larga de toda la guerra, hasta que Franco consiguió romper el frente republicano. Tras la batalla del Ebro, Franco dio la orden de iniciar la ofensiva final contra Cataluña. El ejército nacional fue avanzando: Tarragona y Barcelona caen a principios de 1939, y después Gerona, hasta llegar a la frontera en febrero de 1939.

5. El final de la guerra (Febrero 1939 al 1 de abril de 1939)

Juan Negrín, jefe del gobierno, y el PCE propusieron una política de resistencia a ultranza, con la esperanza de que el conflicto español quedara ligado a la inminente guerra que estaba a punto de estallar en Europa. Esa actitud chocó con la oposición de importantes militares que buscaban una salida negociada al conflicto. Pero Franco no aceptó una paz negociada propuesta por el coronel Casado, jefe de la residencia de Madrid y solo admitió la rendición sin condiciones. El 8 de marzo las tropas franquistas ocuparon Madrid. A continuación se entregaron sin resistencia: Jaén, Ciudad Real, Albacete, Valencia, Murcia y Alicante. El 1 de abril de 1939 la guerra había acabado.

Consecuencias de la guerra civil:

Sociales: 500000 muertos, numerosos mutilados, más de 250000 prisioneros o en campos de trabajo y miles de exiliados. Una sociedad dividida, donde era difícil la reconciliación por la represión habida tanto en el bando republicano y como en el nacional.

Económicas: Destrucción de infraestructuras, de viviendas, de monumentos y obras de arte, pérdida de reservas monetarias y caída del nivel de renta de los españoles.

Políticas: Fin de la experiencia democratizadora en la república e inicio de una larga dictadura

Culturales: Destrucción del esfuerzo de regeneración cultural y educativa

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