La Gracia y Otros Conceptos Teológicos
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La Gracia
La es una palabra importante en el vocabulario cristiano. En el tiempo de los romanos se adjudicaba a cuando un señor de la casa liberaba a un esclavo, cuando este esclavo era un buen sirviente le concedía la gracia de ser liberado. La palabra gracia se apropió a los primeros cristianos para demostrar que es cristo quien te libera y te da esta libertad. La gracia tiene como consecuencia que el señor ha dado extraordinarios beneficios y que se vive en un tiempo de gracia y en un tiempo de misericordia. En San Pablo la vemos con un significado propio ya que en sus cartas aparece más de 100 veces, haciendo denotar la importancia que esta palabra tenía para los primeros cristianos.
A la gracia le asignamos todos los dones de la salvación, a todos los dones que dios nos ha dado gratuitamente. La palabra gracia viene del griego “Kharis” que significa Don, y en consecuencia algo gratuito.
San pablo habla en el misterio de cristo de gracia como “perdón”, en referencia de que esta gracia nos ha quitado el pecado.
Esta gracia se usa de manera distinta en los protestantes. Gracia es tratado como el perdón de Dios, pero con una diferencia, niegan el efecto interior de la gracia ya que no creen que sea ese el efecto que te cambia. Los protestantes no creen en los sacramentos, por eso si no hay sacramento no hay gracia.
En rito oriental, la gracia es tratada como fuerza que viene de Dios, y esa gracia nos santifica. Y en la occidental católica, la gracia tiene un aspecto interior, es un don interior. Dios nos perdona, Dios nos diviniza. Son dones que nos santifican, nos serenan, nos cambian, nos transforman.
En el Antiguo Testamento aparece como un don de Dios.
En el texto vemos como la samaritana iba a por agua al pozo de Sicar, el agua no solo representa la vida sino también la conversión. Jesús le dice a la samaritana que si conociera el don de dios y quien es el que le da de beber, él habría dado agua viva, ahí cristo le contesta cual es el don. Aquí debemos tener siempre presente la vida que nos devuelve Dios. Por la gracia Dios nos dice cómo creyendo en él nos acercamos a este pozo de agua viva.
San Agustín cuando comenta este texto se pregunta cuál es el don de Dios, y responde que el don es el espíritu santo, el agua viva es el Espíritu Santo.
Hay otra analogía a esta agua viva en San Juan, en la fiesta de los tabernáculos, cuando Jesús va al templo y dice “Si alguno tiene sed, venga a mi y beba, el que crea en mi de su seno correrán ríos de agua viva”. Aquí cristo también se refiere a esta agua viva como Espíritu Santo que iban a recibir. Esta recepción se hace plena en Pentecostés, cuando se funda la Iglesia, en el momento en el que Cristo da su Espíritu a la Iglesia, que ya no es un conjunto de seguidores de Jesús, o gente que quiere mantener su memoria, sino que han recibido el Espíritu Santo que les transforma. San Pablo dice “No soy yo, es Cristo”.
El Espíritu Santo que recibe cada cristiano (por ejemplo, a través de una confesión) le santifica y le identifica con Cristo. El Espíritu Santo une a la Iglesia. En el credo decimos “señor y dador de vida”. Pero, ¿Qué vida da el Espíritu Santo? La de Jesucristo, que permite que nos identifiquemos con Él. Por tanto, El Espíritu Santo es el punto de partida, que supone el perdón de Dios, un principio de vida nueva, una transformación interior, es un Don de Dios. Esta es la gracia de Dios, por eso se llama al Espíritu Santo “gracia increada”. La gracia de Cristo supera la gracia con la que fueron creados nuestros primeros padres hasta antes de pecar. Para practicar el bien no basta con conocerlo y verlo en los demás, se necesita amarlo y vincularse interiormente a él.
Por recibir la gracia somos iluminados, somos deificados, y gracias a ella se realiza en nosotros este admirable intercambio porque nos vamos transformando en cristo, nos vamos asemejando cada vez más a Dios.
El Misterio del Mal
Si tratamos de entender el misterio del mal nos surgen muchas preguntas difíciles de responder, como ¿de donde viene el mal? o ¿cuál es su naturaleza?
San Agustín o Santo Tomás llegaron a la conclusión de que el mal no tiene naturaleza por sí mismo, ya que no había sido creado. Del mismo modo, el concilio de Florencia afirmaba que no había naturaleza del mal, porque toda naturaleza siempre es buena. Por lo que podemos decir, de acuerdo a diversos autores, que el mal es la carencia o privación del bien.
Pero el mal tuvo que ser creado en algún momento, y si dios no lo creó, tuvo que salir de algún sitio, ya que la verdad es que el mal existe en el mundo. El catecismo distingue dos tipos de mal, el físico y el moral. El mal físico está relacionado con la limitación del mundo creado, mientras que el mal moral es la consecuencia del mal uso de la libertad de los seres humanos.
Si hablamos del mal físico podemos ver que dios no creo el mundo perfecto sino en vías para que alcance la perfección, por eso decimos que el mal físico son las carencias de un mundo creado que no ha alcanzado su plenitud. En este proceso evolutivo hacia la perfección se dan situaciones limitadas que el ser humano percibe como males, aunque no sea un mal en sí, ya que Dios solo puede hacer y querer el bien.
El mal moral es el auténtico y verdadero mal. Proviene de la libertad del hombre y conlleva una culpa. Este mal no viene de Dios sino de la libertad de los hombres de elegir entre el bien o rechazarlo. Este mal no es querido por Dios, pero lo permite, y nos encontramos con dos paradójicas verdades: Dios no quiere el mal como tal, y Dios permite el mal. Dios permite el mal porque les ha dado una libertad a los seres humanos viendo en esta libertad un bien. Por lo que podemos afirmar que el mal proviene de la libertad de la criatura inteligente.
Los Dones del Paraíso
El paraíso se entiende como un lugar que está en estado de justicia, inocencia y santidad, donde el hombre recibe tres tipos de dones:
-Naturales: son los que constituyen la naturaleza humana. Entre ellos destacan la razón, la constitución del hombre en cuerpo y alma, la libertad, etc. Estos dones corresponden al ser del hombre a imagen de dios.
-Preternaturales: Son los bienes que dios dio al hombre como gracia que lo llevaba a una dignidad superior. Son manifestaciones de la gracia divina, ayudas que perfeccionan las limitaciones del hombre, y fueron dados para que el hombre pudiese alcanzar la plenitud en Cristo, pero fueron perdidos por el pecado.
-Sobrenaturales: son los referentes a la gracia, a la intimidad con Dios, es decir, a la vida divina que el hombre gozó en el paraíso pero que también fueron perdidos por el pecado. Fueron restaurados por la rendición de Cristo.
Hay una cierta unión de estos tres dones, ya que los dones sobrenaturales hacen posible los preternaturales, que a su vez elevan los dones naturales.
Además, el Catecismo señala que hay tres dones del hombre en el paraíso, que luego perdió a causa del pecado. Son:
-La inmortalidad: es el don por el que el hombre en el paraíso recibe la vida divina y no le afecta la muerte.
-La impasibilidad o ausencia de dolor: Es consecuencia de la inmortalidad, ya que el sufrimiento y la enfermedad son indicativos de la muerte.
-La integridad o ausencia de concupiscencia: Procede de la armonía con Dios, que se le dio al hombre el dominio sobre toda la creación y sobre sí mismo.
La Existencia de los Ángeles
La existencia de los ángeles es una verdadera fe, y su misión es servir a Dios y a los hombres. El nombre ángel significa enviado o mensajero. Es ministro de Dios para servirle a Él y a los hombres. Son criaturas puramente espirituales, inmateriales, personales e inmortales, con inteligencia y voluntad.
Sirven a Dios, hablan y obran en su nombre, contemplan su rostro, lo alaban y glorifican. También sirven y acompañan a Cristo durante su vida, lo adora y lo acompañarán en la segunda venida. Y sirven además a los hombres, los cuidan, los acompañan, los guían, los ayudan y los protegen, velan por su salvación e interceden por ellos. Cada persona tiene su ángel de la guarda o custodio, que lo acompaña de un modo personal.
En cuanto a su representación, podemos decir que en el antiguo testamento aparecen de forma algo diversa. Pueden aparecer en forma humana, otras veces planean entre el cielo y la tierra, se desplazan rápidamente, y su aspecto a veces impresiona como cuando aparecen como seres de fuego. Pero no tienen cuerpo.
En las escrituras aparecen algunos nombres propios como Miguel, Gabriel y Rafael. Pero también hay ángeles malos como es el caso de los demonios, que son considerados ángeles caídos que usaron mal su libertad y rompieron la comunión con Dios.
Concepto de Antropología Teológica
El termino Antropología Teológica hace referencia a dos cosas, por un lado, antropología hace referencia al hombre, y teología alude a Dios. Por lo tanto, la Antropología teológica es el tratado sobre el hombre en su relación con Dios, es la disciplina teológica que se introduce en el misterio del hombre desde el misterio de Dios.