Gonzalo de Berceo y Arcipreste de Hita: Maestros del Mester de Clerecía
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Gonzalo de Berceo: Primer Poeta de Nombre Conocido en Lengua Romance
Gonzalo de Berceo fue una de las personalidades poéticas más interesantes de la literatura medieval española. Considerado el escritor más importante del mester de clerecía del siglo XIII y el primer poeta en lengua romance de nombre conocido, Berceo manejó hábilmente las técnicas de la literatura didáctica. En sus obras, se muestra como un ferviente sacerdote y catequista que desea inculcar a sus oyentes la devoción a la Santa Misa, a la Virgen María y a los santos.
Obra de Gonzalo de Berceo
Berceo se sometió a las fuentes escritas, sobre todo latinas. Fue uno de los autores de esta escuela cuyas obras son todas de asunto religioso. Se pueden clasificar de la siguiente manera:
- Vidas de santos: Vida de Santo Domingo de Silos, es su primera obra conocida.
- Obras doctrinales: El Sacrificio de la Misa, compuesto posiblemente con motivo de su ordenación sacerdotal.
- Obras marianas: Milagros de Nuestra Señora y Loores de Nuestra Señora, gozos de la Virgen en los que se mezclan consideraciones sobre la pasión de Cristo.
Estilo de Gonzalo de Berceo
El estilo de Berceo es sencillo y popular. Los rasgos más característicos de su estilo son:
- Trata de difundir la lengua romance a través de un estilo sencillo con comparaciones prácticas.
- Sumisión a las fuentes escritas en las que se basa.
- Tendencia a novelar con presencia del poeta en primera persona.
- Utilización de recursos juglarescos como vocativos, fórmulas, giros y expresiones de la literatura oral.
- Empleo de dialectismos riojanos del siglo XIII.
- Empleo de recursos retóricos como metáforas, comparaciones, hipérboles, anáforas y diminutivos.
- Las cuadernas vías son unidades sintácticas completas.
Milagros de Nuestra Señora
Es su obra más extensa e importante. Exalta el papel de la Virgen como mediadora en la salvación de los hombres. Está formada por:
- Introducción: de tipo alegórico en la que se hace referencia a la caída del hombre por el pecado al tiempo que asegura su salvación por medio de la devoción a la Virgen.
- 25 Milagros: en todos ellos aparece la Virgen como intercesora de sus devotos.
Arcipreste de Hita y el Libro del Buen Amor
El Libro del Buen Amor es la obra más importante del mester de clerecía en el siglo XIV. Del autor no sabemos más que lo que él dice en su obra: que se llamaba Juan Ruiz y que era arcipreste de Hita. El libro tiene como tema central el amor, referido unas veces a Dios y otras al amor mundano. Consta de más de 7000 versos y, aunque aparentemente carece de unidad, la forma autobiográfica le proporciona cohesión.
Estructura del Libro del Buen Amor
Comienza con un prólogo en el que se explica la intencionalidad de la obra: avisar sobre los peligros del amor. Se estructura como si fuera un relato amoroso autobiográfico. Las aventuras del protagonista están provocadas por su deseo de conquista. Al hilo del relato se intercalan elementos de diversos tipos:
- Colección de enxiemplos: colección de cuentos y fábulas como elemento de enseñanza.
- Sátiras: sátiras contra el dinero, etc.
- Disquisiciones didácticas: versan sobre el derecho civil y canónico, etc.
- Adaptación del Ars amandi.
- Recreación del Pamphilus de amore: recreación de la comedia latina del siglo XII que narra la seducción de una muchacha.
- Poesías líricas: comprende canciones profanas y piadosas.
- Relato alegórico: exalta la llegada de la primavera.
La mezcla del tono serio y el tono burlesco hace difícil identificar la verdadera intención de la obra.
Estilo del Libro del Buen Amor
Está escrito en su mayor parte en cuaderna vía, a excepción de los poemas líricos, que están escritos en versos cortos. Los rasgos estilísticos más destacados son:
- Predominio de las oraciones yuxtapuestas y uso frecuente de la interjección.
- Repeticiones de la lengua oral.
- Abundancia de sustantivos con valores connotativos.
- Uso de un léxico rico en tecnicismos. Hay también abundantes arabismos, catalanismos, arcaísmos y cultismos.
- Empleo de recursos retóricos como la metáfora, la antítesis, el paralelismo, la anáfora, los juegos de palabras y la hipérbole.