El Futuro y la Muerte en la Enseñanza Cristiana
Enviado por Chuletator online y clasificado en Religión
Escrito el en español con un tamaño de 3,55 KB
1. ¿Cómo entiende la Iglesia el futuro?
Al hablar de futuro, podemos distinguir dos niveles:
- El futuro proyectable. El futuro está virtualmente contenido en el presente y, en este sentido, puede ser objeto de planificación y proyección.
- El futuro plenitud. Si el futuro del hombre fuera totalmente proyectable, entonces ese futuro nunca sería una novedad. Ahora bien, cuando se trata del hombre, hay que tener en cuenta dos cosas: la primera, que el hombre vive en libertad, la cual hace que el futuro tenga una dosis de imprevisibilidad. En segundo lugar, no solo el hombre interviene en la historia, también interviene Dios, que es soberanamente libre.
- Ambos constituyen el futuro humano. El hombre debe esforzarse en la construcción y realización del futuro proyectable.
2. ¿Cuál es el sentido cristiano de la muerte?
Creer en la resurrección de los muertos ha sido, desde sus comienzos, un elemento esencial de la fe cristiana. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo. En esta partida, que es la muerte, el alma se separa del cuerpo. La muerte ha sido siempre un enigma para el hombre. Frente a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre. En un sentido, la muerte corporal es natural, pero por la fe sabemos que realmente es consecuencia del pecado. La muerte temporal, de la cual el hombre se habría liberado si no hubiera pecado, es el último enemigo del hombre que debe ser vencido. Y para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participación en la muerte del Señor para poder participar también en su resurrección.
La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: por el bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente "muerto con Cristo" para vivir una vida nueva.
La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo, de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena. Cuando ha tenido fin el único curso de nuestra vida terrena, ya no volveremos a otras vidas terrenas.
3. ¿Qué nos espera más allá, qué tipo de realidad?
La Iglesia anima a los creyentes a prepararse para la hora de la muerte, ya que es un acontecimiento esencial de nuestra vida: el fin de su etapa terrestre y el inicio de una nueva existencia.
Al final de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Después del Juicio final, los justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, y el universo será renovado. Al final de los tiempos, Cristo volverá glorioso para juzgar a vivos y muertos. Con la Resurrección, se ha introducido en la humanidad de Cristo un modo glorioso de existir, que es lo que se manifestará en el día de la aparición del Señor.
4. ¿Qué juicio nos aguarda? ¿Cómo y cuándo tendrá lugar?
Después de su muerte, cada hombre recibe en su alma inmortal su retribución en un juicio particular en el que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo, bien para condenarse inmediatamente para siempre.
El juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso. Solo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; solo Él decidirá su advenimiento. Entonces Él pronunciará, por medio de su Hijo Jesucristo, su palabra sobre toda la historia. El juicio final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena.