Fundamentos de la Moral Cristiana: Conciencia, Ley Natural y Virtudes Teologales
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El Hombre como Ser Moral: Libertad y Responsabilidad
La capacidad de obrar libre y conscientemente es lo que define al hombre como un ser moral. Las acciones más propias del ser humano son aquellas que realiza con inteligencia y voluntad.
Moralidad: La Capacidad de Elegir
La moralidad es la capacidad del hombre de discernir entre el bien y el mal, un talento interior que debemos desarrollar.
Ley Moral: El Compromiso con el Bien
Somos seres libres, capaces de elegir entre diversas posibilidades. Sin embargo, la auténtica libertad se compromete con el bien, una elección que surge de la reflexión y la responsabilidad.
Ley Natural: Fundamento de la Convivencia Humana
La ley natural permite el desarrollo pleno de las capacidades inherentes a la naturaleza humana. Es fundamental porque sirve como base para toda ley humana, ordenando la vida en sociedad.
La Moral Cristiana: Sabiduría y Guía
La Ley de Cristo
La moral cristiana se fundamenta en la Ley de Cristo, que clarifica y confirma la ley natural. Jesús nos la entregó a través de sus enseñanzas, recogidas en el Evangelio. Esta ley se manifiesta como:
- Ley de Amor: Se centra en el amor a Dios y al prójimo.
- Ley de Gracia: Es un don gratuito de Dios, por el cual nos hace partícipes de su vida divina.
- Ley de Libertad: Nos libera de la esclavitud del pecado.
La Conciencia Moral: Nuestra Guía Interior
La conciencia moral es como un GPS interno que nos guía para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Actúa como una brújula, orientándonos hacia la dirección correcta en nuestras decisiones morales.
Tipos de Conciencia
- Conciencia Verdadera: Juzga con objetividad y formalidad.
- Conciencia Errónea: Juzga equivocadamente, basándose en premisas falsas.
- Conciencia Cierta: Juzga sin dudar, con firmeza.
- Conciencia Dudosa: No está segura de si una acción es buena o mala.
Formación de la Conciencia
El cristiano tiene el deber moral de formar su conciencia mediante la lectura y reflexión de la Palabra de Dios, así como a través de la oración y el discernimiento.
Fuentes de la Moralidad
Las fuentes de la moralidad son los elementos que determinan la bondad o maldad de un acto:
- Objeto (Acción): La acción en sí misma, que puede tener un propósito bueno o malo.
- Intención (Fin): El propósito que se busca con la acción. Un fin malo puede corromper una acción que, en sí misma, es buena.
- Circunstancias: Los factores que rodean la acción. Pueden aumentar o disminuir la bondad o maldad de un acto, pero no pueden convertir un acto malo en bueno.
El Seguimiento de Cristo: Amor y Cumplimiento
Seguir a Cristo significa amar a Dios sobre todas las cosas y cumplir los mandamientos. Implica una unión con Él, buscando alcanzar la fe, la esperanza y el amor.
El Decálogo: Los Diez Mandamientos
El Decálogo, entregado por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, contiene los Diez Mandamientos. Estos mandamientos son parte de la ley natural porque contienen los preceptos morales esenciales para la humanidad.
Las Virtudes Teologales
Las virtudes teologales son dones de Dios que nos capacitan para vivir en relación con Él:
- Fe: Nos vincula a Dios, permitiéndonos creer en Él y en su revelación.
- Esperanza: Nos permite confiar en Dios y en sus promesas, y servirle con fidelidad.
- Caridad: Nos impulsa a amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Adoración a Dios
La adoración a Dios se refiere a la veneración de Aquel que representa la encarnación divina.
Características de la Increencia
La increencia, o falta de fe, se manifiesta en diversas formas en la sociedad contemporánea:
- Antropocentrismo: El hombre se considera el centro del universo.
- Idolatría del consumismo: Se da un valor excesivo a los bienes materiales.
- Crisis en la transmisión de la fe: Dificultad para comunicar la fe a las nuevas generaciones.
- Extensión de ideologías laicistas: Se promueve una visión del mundo que excluye a Dios y a la religión.