Fundamentos de la Dignidad Humana: Perspectiva Social y Cristiana
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Religión
Escrito el en español con un tamaño de 5,24 KB
La Dignidad de la Persona
La dignidad de la persona se basa en el hecho de que ha sido creada a imagen y semejanza de Dios y elevada a un fin que transciende esta vida. La persona, ser inteligente y libre, sujeto de derechos y deberes, es el corazón y el alma de la doctrina social de la Iglesia. La Iglesia no cesará nunca de denunciar todas las esclavitudes, explotaciones y manipulaciones a las que se pueda ver sometida.
La Persona: Ser Social y Centro de la Sociedad
La persona es un ser social por naturaleza. El fundamento de toda sociedad y de sus exigencias éticas es la persona en cuanto tiende a comunicarse y relacionarse con los demás. La persona es el centro de la sociedad; todas las estructuras sociales tienen que marcarse como un fin primordial que el mayor número de personas puedan desarrollar las facultades que poseen y satisfacer los legítimos deseos de perfección y de felicidad.
Principios Fundamentales
- El bien común, que ha de estar orientado al desarrollo íntegro de las personas.
- El principio de solidaridad: toda persona, como miembro de la sociedad, está ligada al destino de salvación de todos los hombres.
- El principio de participación, que requiere que las personas y las organizaciones participen en la gestión de todas las actividades, superando toda concepción individualista.
- El destino universal de todos los bienes: los bienes de la tierra están destinados al uso de todos. El derecho a la propiedad privada, en sí legítimo, debe estar circunscrito dentro de los límites impuestos por la función social.
Valores Fundamentales
Estos principios no son independientes de los valores inherentes a la dignidad de la persona. Estos son principalmente: la verdad, la libertad, la justicia, la solidaridad, la paz y la caridad o el amor cristiano. Vivir estos valores es el camino seguro para el perfeccionamiento personal y también para lograr un auténtico humanismo y nueva convivencia social.
Misión de Jesús
El Evangelio muestra con abundancia de testigos cómo Jesús no fue indiferente al problema de la dignidad y de los derechos humanos, ni a las necesidades de los más débiles, de los más necesitados y de las víctimas de la injusticia. Jesús luchó contra la hipocresía, los abusos de poder, el afán de lucro de los ricos. Denunció a los indiferentes ante el sufrimiento de los oprimidos y les recordó que tendrán que rendir cuentas cuando vuelva a juzgar a este mundo. En el Evangelio se contienen claramente algunas verdades fundamentales del pensamiento social de la Iglesia. Jesús proclama una esencial igualdad en dignidad entre todos los seres humanos. En el mensaje de Jesús se encuentra la concepción de la persona como un ser social que debe relacionarse con los demás en base a criterios de solidaridad, justicia y caridad. Además, en el Evangelio se encuentran otros de no menos importancia como son los valores referidos al origen de la vida y a la familia.
Misión de la Iglesia
La Iglesia, que continúa la misión iniciada por Jesús, aplica y desarrolla los principios contenidos en los Evangelios. Moviéndose dentro de las estructuras de la sociedad civil, busca humanizarlas con espíritu de justicia y de caridad. En la enseñanza y en la praxis social de la Iglesia de los primeros siglos y de la Edad Media no hace más que aplicar y desarrollar los principios y orientaciones contenidos en los Evangelios. Los padres de la Iglesia no solo defendieron a los pobres y oprimidos, sino que también proporcionaron instituciones sociales como hospitales... labor que continúa desarrollando en nuestros días, especialmente en los países más deprimidos económicamente. Gracias a la labor de la Iglesia se han abolido costumbres que atentaban contra la dignidad de la persona. Ante los problemas sociales siempre presentes en las diversas épocas de la historia, en nuestro tiempo, que se hacen más complejos, la Iglesia no puede abandonar su reflexión ética y pastoral para iluminar y orientar con su enseñanza social los esfuerzos y las esperanzas de los pueblos.
Hitos Históricos en la Defensa de la Dignidad Humana
1776: La Declaración de la Independencia Americana sentó las bases de las declaraciones posteriores. En esta carta magna de los derechos de la persona se parte de un principio básico de origen cristiano: todos los hombres han sido creados iguales y, por tanto, son iguales ante las leyes. Al haber sido creados por Dios, los derechos de cualquier ser humano son inalienables. El Estado tiene la obligación de cooperar para que no sean pisoteados.
1789: La Revolución Francesa, siguiendo la versión americana, hará una nueva declaración de los derechos humanos. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, se crearon las Naciones Unidas para salvaguardar los derechos de las personas y de los pueblos, estableciendo un régimen de convivencia y cooperación.
1948: Se hace pública la Declaración de los Derechos Humanos, que será referente para todas las constituciones.