Francesco Borromini: Arquitectura Barroca en Roma

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Arte y Humanidades

Escrito el en español con un tamaño de 6,1 KB

Vida y Primeros Trabajos

Francesco Borromini (1599-1667), de carácter callado y taciturno, fue un arquitecto italiano del siglo XVII, considerado uno de los máximos exponentes del Barroco romano. A diferencia de su contemporáneo y rival Gian Lorenzo Bernini, Borromini no se dedicó a la pintura ni a la escultura. Su vida estuvo marcada por una profunda dedicación a la arquitectura, un conocimiento innato de la construcción y una gran inventiva. Se especula que su personalidad compleja y su rivalidad con Bernini pudieron haber contribuido a su trágico suicidio.

Borromini era pariente de Carlo Maderno, con quien colaboró en las obras de la Basílica de San Pedro en Roma. Tras la muerte de Maderno, Bernini asumió la dirección de las obras, y Borromini continuó trabajando bajo su supervisión. Participó en la elaboración de detalles del famoso Baldaquino de San Pedro.

Palazzo Barberini

En el Palazzo Barberini, iniciado por Maderno, Borromini colaboró con Bernini en el diseño de la fachada. Se aprecia la idea de cuerpos superpuestos, aunque no articulados verticalmente como en las obras de Bernini. Borromini fue responsable del diseño del último cuerpo del palacio, donde introdujo una perspectiva forzada en una galería con pilastras, creando una sensación de mayor profundidad. También diseñó una de las escaleras interiores, de forma ovalada e iluminada con luz cenital, con columnas de orden toscano dispuestas en pares.

Obras Maestras en Roma

Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane

La Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, también conocida como San Carlino, fue una comisión de una fundación religiosa. Se encuentra en un cruce con cuatro fuentes en las esquinas. El espacio disponible era muy reducido, por lo que Borromini tuvo que calcular cada detalle con precisión. El complejo incluye la iglesia, un claustro, un refectorio, un patio y unas escaleras que conectan con otras dependencias. A pesar de la simplicidad del conjunto, Borromini logró crear una obra de carácter especial, demostrando su gran talento compositivo.

Borromini evitaba la línea recta. La planta de San Carlino es una suma de elementos contracurvos, con una elipse como base compositiva. A diferencia de Bernini, Borromini no solía hacer coincidir el eje mayor de la elipse con el eje litúrgico. La fachada, con su movimiento ondulante constante, parece una piel añadida. Presenta dos cuerpos, cuyas alturas no se corresponden con el interior. Las columnas cilíndricas enmarcan un balcón central, y en los laterales se encuentran nichos. Los balaustres tienen un perfil novedoso. La cúpula, por primera vez en su obra, no se aprecia desde el exterior. La linterna tiene un desarrollo muy importante. La cúpula está decorada con dibujos geométricos de hexágonos y octógonos, y está abierta en el casquete, sin tambor (cuerpo de luces), por lo que no se ve su geometría desde el exterior. Existe un cuerpo de transición entre la planta y la cúpula.

Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza

En la Iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza, Borromini diseñó un plano cóncavo que contrasta con el cuerpo convexo de la iglesia. El tambor no se trasdosa, es decir, solo existe en el interior. La linterna, con su remate en espiral, es un elemento destacado. Borromini mantiene el ritmo del pórtico y la galería, pero comienza a diluir las formas. La planta, con forma de pastilla, presenta una fachada a modo de ábside abierto. La planta está formada por dos triángulos equiláteros, con tramos rectos y curvos. La cúpula refleja el esquema de la planta, sin un elemento intermedio como en San Carlino. La cúpula y el tambor son una misma entidad. La linterna presenta movimientos en planta. La iglesia tiene un aire gótico, con contrafuertes y pináculos. La base geométrica se aleja de los principios renacentistas. La geometría, la base de la arquitectura medieval y los elementos compositivos se alejan de la proporción humana.

Oratorio de San Felipe Neri

El Oratorio de San Felipe Neri se encuentra junto a la iglesia de Santa María in Vallicella, de estilo renacentista, similar a la del Gesú en su fachada. Borromini diseñó un frontón con curvas mixtilíneas (rectas y curvas) y soluciones quebradas. Todo en su obra está en función de la luz. La fachada está diseñada para producir diferentes efectos de luz a lo largo del día, especialmente en los paños curvos, creando un gran dinamismo.

Colegio de Propaganda Fide

El Colegio de Propaganda Fide es la sede del colegio jesuita del Vaticano y de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. La fachada está recorrida por pilastras, con un paño central curvo al que corresponde la convexidad de un balcón. Estas formas curvas crearon escuela en la arquitectura posterior. En la embocadura de la portada, Borromini incluyó un estípite, un apoyo particular con una sección diferente y sin capitel, que representa una clara ruptura con el clasicismo. Los alzados son curiosos. Una novedad es la resolución de las bóvedas con arcos fajones cruzados, creando una imagen inusual y extraña, que evidencia una posición anticlásica.

Iglesia de Santa Inés en Agonía

La Iglesia de Santa Inés en Agonía se encuentra en la Plaza Navona de Roma. Borromini diseñó la fachada, convirtiendo el cuerpo central en un paño cóncavo. Dos torres flanquean la cúpula, creando un elemento visual distintivo con respecto a la fachada. La planta tiene un espacio central, en el que el eje transversal es más largo que el longitudinal. El eje vertical es el más importante, no por la planta, sino por la cúpula. El Barroco se caracteriza por la creación de edificios con una planta centralizada y una cúpula encima. La cúpula se apoya sobre un tambor, y este sobre otro cuerpo, con una linterna destacada. La cúpula fue finalizada por Carlo Rainaldi, quien se inspiró en los ideales del mundo clásico. Las pechinas son de diseño particular.

Entradas relacionadas: