La Formación del Frente Popular y el Inicio de la Guerra Civil Española

CAUSAS DE LA FORMACIÓN DEL FRENTE POPULAR

Crisis de Gobierno y Convocatoria de Elecciones

En el otoño de 1935, una fuerte crisis de gobierno, marcada por escándalos de corrupción que afectaron al Partido Radical, agravó las diferencias dentro de la coalición gubernamental. La deslegitimación de los radicales de Lerroux para gobernar hizo imprescindible un relevo en el poder. Aunque Gil Robles (CEDA) intentó ser nombrado presidente del gobierno para aplicar su programa, el presidente de la República, Alcalá-Zamora, se negó y convocó nuevas elecciones para febrero de 1936.

Formación del Frente Popular

Ante las elecciones, los partidos de izquierda (republicanos, socialistas y comunistas) se unieron en el Frente Popular, una coalición electoral con un programa común. Este programa defendía la amnistía para los encarcelados por la revolución de octubre de 1934 y la reintegración de los represaliados por razones políticas. Si bien la CNT no participó en el pacto, su decisión de no pedir la abstención, a diferencia de las elecciones de 1933, significó un apoyo de facto al Frente Popular.

Las Derechas y las Elecciones de 1936

Los partidos de derecha formaron diversas coaliciones (CEDA, monárquicos y tradicionalistas), pero no lograron una candidatura única ni un programa electoral consensuado. El Frente Popular ganó las elecciones con el 48% de los votos, seguido de las derechas con el 46,5% y las fuerzas de centro con un 5,4%.

Formación del Nuevo Gobierno

De acuerdo con el programa del Frente Popular, el nuevo gobierno se formó exclusivamente por republicanos (Izquierda Republicana y Unión Republicana), con apoyo parlamentario de socialistas y otros partidos de la coalición. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República, con gran oposición de la derecha y parte del ejército, y Casares Quiroga, jefe de gobierno.

ACTUACIONES DEL FRENTE POPULAR Y EL COMIENZO DE LA GUERRA

Aplicación del Programa Electoral

El gobierno del Frente Popular implementó rápidamente su programa: decretó una amnistía (liberando a unos 30.000 presos políticos) y obligó a las empresas a readmitir a los obreros despedidos tras las huelgas de 1934. Se restableció el gobierno de la Generalitat y el Estatuto de Autonomía de Cataluña, e iniciaron las negociaciones para los estatutos del País Vasco y Galicia.

Movilización Popular y Reacción de las Derechas

Los partidos de izquierda y los sindicatos (anarquistas y socialistas) se movilizaron con huelgas y ocupaciones de tierras. Las derechas (terratenientes, industriales, Iglesia) rechazaron esta situación. Falange Española, con su "dialéctica de los puños y las pistolas", fomentó la violencia a través de patrullas armadas que atacaban a líderes izquierdistas, lo que provocó una escalada de enfrentamientos entre febrero y julio de 1936.

La Conspiración Militar

Este clima de violencia favoreció a los sectores que planeaban un golpe de Estado. El general Franco intentó declarar el estado de guerra la noche de las elecciones. En marzo, un grupo de generales acordó un alzamiento, liderado por el general Emilio Mola. El plan incluía un pronunciamiento militar simultáneo, con el ejército de África, al mando de Franco, como protagonista. El gobierno, para frenar los rumores, trasladó a generales implicados (Franco, Goded, Mola), pero no los destituyó. El general Sanjurjo seguía exiliado en Portugal.

El Golpe de Estado

La conspiración contaba con apoyo de la derecha (monárquicos, carlistas, cedistas, falangistas) e Italia y Alemania. Las discrepancias sobre el régimen post-golpe retrasaron el levantamiento. El asesinato de Calvo Sotelo el 14 de julio, en respuesta al asesinato del teniente Castillo, aceleró los planes. El 17 de julio, el coronel Yagüe se alzó en Melilla, extendiéndose la sublevación por el protectorado marroquí. El 18 de julio, Franco se dirigió a la Península al frente del ejército de África. La lenta reacción del gobierno permitió a los sublevados consolidarse en varias regiones.

Resistencia y Fracaso Parcial del Golpe

El 19 de julio, Casares Quiroga fue sustituido por José Giral, quien armó a las milicias. Parte del ejército y las fuerzas de seguridad se mantuvieron fieles al gobierno, sofocando la sublevación en algunas zonas. El golpe no logró el control inmediato del país. Triunfó en zonas agrarias conservadoras, pero fracasó donde las fuerzas obreras eran fuertes. Este fracaso parcial y la incapacidad del gobierno para restablecer el orden dieron origen a la Guerra Civil Española.