Fomento de la Lectura y la Escritura: Estrategias para Desarrollar la Competencia Literaria
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Magisterio
Escrito el en español con un tamaño de 11,99 KB
Educación Literaria y Formación del Lector Literario
1. De la Enseñanza de la Literatura a la Educación Literaria: El Desarrollo de la Competencia Literaria
En los currículos actuales se habla de educación literaria, en contraposición a lo que tradicionalmente se ha entendido como la transmisión de conocimientos sobre autores y obras. La educación literaria se refiere a la enseñanza y aprendizaje de habilidades y destrezas para leer textos literarios. Las competencias esenciales son:
- La lectura y su proceso.
- Conocimiento de las peculiaridades de la comunicación literaria.
- Historicidad.
- La experiencia lectora en conexión con las anteriores.
La competencia literaria es un componente de la competencia comunicativa que incluye la capacidad de leer, comprender, interpretar y valorar distintos tipos de textos literarios, disfrutar de la lectura, desarrollar la imaginación, la creatividad y la sensibilidad estética. También incluye la capacidad para crear, recrear y producir textos. El desarrollo de esta competencia engloba la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades lingüísticas, de procesos cognitivos y actitudes.
2. El Sentido de la Educación Literaria en la Escuela
a) Finalidad de la Educación Literaria
En primer lugar, el objetivo es contribuir a la formación de la persona, del imaginario colectivo, que es el repertorio de imágenes simbólicas que aparecen en el folclore, perviven y se renuevan en la literatura, y que se utilizan como fórmulas tipificadas para comprender el mundo y las relaciones sociales. Refuerza la representación social de una cultura, lo que contribuye a su cohesión. Las funciones históricas de la literatura se comparten ahora con otros canales; en cambio, su preeminencia en el dominio del lenguaje no es compartida. La educación literaria no es un lujo escolar, sino que revierte en la capacidad de comprensión y expresión de todo tipo de discursos. Es urgente rescatar a la literatura de su anquilosamiento en antiguos modelos didácticos. Entender la educación literaria como un aprendizaje de interpretación de los textos renueva su enseñanza en las aulas. Supone admitir dos líneas de fuerza: la adhesión afectiva y el aprendizaje de las convenciones. Conlleva una práctica educativa a través de otras dos líneas: la recepción oral o la lectura directa de los textos y las formas guiadas para enseñar la manera de construir sentidos cada vez más complejos.
b) Valor Educativo de la Literatura
La literatura es un lujo de primera necesidad, hace posible un conocimiento crítico del mundo y de la persona. Es necesario afirmar que el valor educativo de la literatura es una vía privilegiada para acceder al conocimiento cultural y a la identidad propia. La literatura, como conjunto, hace posible la representación de nuestra idea cultural. Hoy se necesita enseñar a apreciar la literatura o poner a los alumnos en disposición de poder apreciarla y valorarla.
c) Lectura por Placer frente a Lectura como Instrumento
Es necesario entender y afrontar nuevas funciones para la lectura, pero insistiendo en la intemporal necesidad de escuchar y de contarse historias y narraciones para ir construyendo el sentido de su experiencia y su identidad. El placer de la lectura es el tipo de lectura que hay que reivindicar. La práctica educativa viene utilizando tradicional y sistemáticamente el texto literario como instrumento didáctico y como vehículo para la formación lingüística. Estas medidas convierten la lectura literaria en un pretexto para el ejercicio escolar y no apuntan hacia la consecución de un hábito y gusto lector.
3. Enfoque Didáctico para la Educación Literaria
3.1. Teorías Literarias y Orientaciones que Rigen los Nuevos Enfoques de la Educación Literaria
- El texto se convierte en la unidad comunicativa fundamental del lenguaje, con una finalidad pragmática y una estructura determinada, donde destaca el concepto de intertextualidad o conjunto de citas, fórmulas y rasgos estilísticos que relacionan un texto con otros.
- El receptor del texto pasa a ser el verdadero protagonista del acto.
- El acto de audición o lectura del texto se convierte en un proceso complejo de formas en el que el receptor dialoga con el texto y construye su sentido e interpretación a partir de sus ideas previas.
- El desarrollo de la competencia literaria se convierte en el objetivo fundamental de la enseñanza de la literatura.
3.2. El Pluralismo Metodológico y la Educación Literaria
En un principio, este importante esfuerzo de definir los procedimientos de la didáctica de la literatura estaba formado por el tridente autor, obra y lector, que ha sido, y es, el pilar sobre lo teórico y lo práctico. Existen nuevos caminos en la docencia, como la búsqueda de modelos dirigidos a crear lectores competentes, basados en propuestas de animación lectora. Todavía nos hallamos en esta fase de la perspectiva del lector. A grandes rasgos, las propuestas metodológicas y de enfoques más representativos son los siguientes:
- El eje diacrónico de la historia literaria.
- Los talleres de escritura y el fomento de la producción de textos.
- La organización temática y tópica de los conocimientos literarios.
- El comentario de textos.
- La práctica de la literatura comparada.
- La genealogía o la aplicación didáctica y análisis de géneros literarios.
- La diversidad de estrategias para el fomento de la lectura.
- El estudio y análisis de los componentes morfológicos de la literatura.
Un rasgo que caracteriza la educación literaria es la gran variedad de metodologías, criterios selectivos y estrategias de todo tipo existentes. El docente, en cada contexto y en cada momento, deberá elegir la opción más adecuada. En este sentido, se debe entender el eclecticismo como un buen método pedagógico. La mejor estrategia para la educación literaria es abandonar la ortodoxia por la utilización de la heterodoxia didáctica. La competencia literaria se adquiere a partir de la inmersión y de la interpretación del texto.
3.3. Enfoque Didáctico Tradicional y Nuevo Enfoque de la Educación Literaria
- Centrado en el desarrollo del hábito de la lectura y de las habilidades lingüísticas relacionadas con este.
- Importancia de la comprensión e interpretación de los textos. Fomento del gusto por la lectura. Más formación y menos información.
- Visión más sincrónica. Se leen textos más cercanos a los alumnos.
- Visión más global: también es literatura la tradición oral, las obras para niños...
- Se concibe como un medio de expresión artístico y tiene en cuenta manifestaciones como el cómic, el cine o la canción.
- Incorpora las habilidades productivas y promueve la creatividad de los alumnos.
- Selección de textos según los intereses de los alumnos, de más próximo a más lejano. Prioridad de la literatura infantil y juvenil, adaptaciones y traducciones. El profesor asesora, pero no es el único que decide.
- Relación lengua-literatura más flexible. La literatura puede incluir varios modelos de lengua.
- Puede limitarse a una selección representativa e incluir literatura de otras lenguas y culturas.
4. Estrategias Lectoras y Competencia Literaria
4.1. ¿Qué hace el Buen Lector?
- Antes de leer: fija los objetivos, identifica la organización estructural, activa los conocimientos previos y realiza algunas predicciones.
- Durante la lectura: infiere a partir de conocimientos previos, relaciona e integra información textual con conocimientos previos, ve si se cumplen sus predicciones y sopesa el resultado parcial aplicando diversas estrategias.
- Después: resume lo importante y supervisa el resultado de la comprensión, comprobando si se ha alcanzado el objetivo planteado.
Técnicas y Recursos para Animar a Leer y a Escribir, Desarrollar la Competencia Literaria y el Hábito Lector
2. Comprensión del Texto
2.1. Comprensión y Lectura
Recordemos que la lectura no se comprende, lo que se comprende es un texto y la lectura sólo es el medio por el cual se logra. La comprensión lectora es una consecuencia, el resultado de una combinación única de experiencias personales, conocimientos y destrezas mentales. Si no hay comprensión de un texto, no hay lectura real. Aprender a leer es una actividad compleja, pero no quiere decir necesariamente difícil, ya que en el proceso intervienen muchos factores y circunstancias, experiencias personales, etc. Por lo que respecta a los textos, la comprensión tiene que ver con los referentes gráficos, el significado de las palabras, la tipología y organización, y también al modo de leerlos. Este conjunto determina que un texto pueda comprenderse o no. Hay cuestiones que anteceden a la lectura y allanan, o entorpecen, el interés de los lectores, o sus expectativas. La motivación es responsable de muchas diferencias individuales que aparecen a lo largo del proceso de comprensión.
2.2. Comprensión y Animación
Reconocemos que la comprensión lectora reside en la motivación, el interés y el compromiso, pero también en la sociedad. Es el momento de señalar que las actividades de animación a la lectura deberían ser enjuiciadas desde esa ambición común. La animación a la lectura puede contribuir de modo fundamental a esa tarea. La animación a la lectura y la comprensión lectora se complementan. La animación a la lectura debería ser siempre un incentivo para tratar de comprender un texto. Integrar la animación a la lectura en los circuitos de la comprensión, en los proyectos generales de lectura, puede, además, favorecer la comprensión, ya que es capaz de alentar la motivación y el deseo de leer. Nada tendría sentido sin saber leer. Poco fruto puede esperarse de la animación en ese caso, salvo momentos de entretenimiento. El fundamento de cualquier programa de animación es crear interés por los libros, y este se quiebra si se lee con dificultad o lentitud. Si se confía en la animación, es preciso asegurar el dominio de los mecanismos de la lectura.
3. Sentido de la Animación a la Lectura
Más allá de culpabilizar a los medios de comunicación de los bajos índices de lectura, opinamos que el alejamiento de las personas de la lectura se debe a que se la identifica con aburrimiento, pesadez, obligación académica... Aunque no puede atribuirse sólo a la escuela este problema, sí es ella quien tiene el reto de enseñar que la lectura tiene una dimensión personal, lúdica, placentera... La animación a la lectura, según Sarto, tiene cuatro grandes objetivos:
- Que el niño no lector descubra el libro.
- Ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la activa.
- Desarrollar en él el placer de leer.
- Ayudarle a descubrir la diversidad de los libros.
Gómez-Villalba incluye objetivos más globales y con mayor alcance educativo:
- Conseguir una actividad lectora continuada.
- Propiciar una lectura voluntaria y gozosa.
- Estimular una actividad interpretativa y crítica ante el texto.
- Hacer descubrir el placer de la lectura.
Tres acepciones de la RAE nos aportan los rasgos claves para desarrollar un verdadero planteamiento de la promoción de la lectura en la escuela:
- Proceso educativo individualizado que responde a las necesidades y características concretas de los alumnos.
- Supone un proceso de intervención orientado al aprendizaje y desarrollo del gusto y de la afición a la lectura.
- Es un proceso intencional, programado por la escuela.
Animación y promoción pueden ser equivalentes si se contemplan como un programa o plan de actuación riguroso, orientado al desarrollo de actitudes favorables hacia la lectura.