Filósofos Presocráticos y Sócrates: Origen, Pensamiento y Legado
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Los Filósofos Presocráticos: La Búsqueda del Arkhé
La filosofía presocrática se centra en la cuestión del arkhé, el principio fundamental o origen esencial de todas las cosas. Se pueden distinguir dos grandes grupos:
Monistas
Los filósofos monistas creían que el arkhé era un único principio.
- Milesios: Tales (agua), Anaximandro (ápeiron - lo indefinido), Anaxímenes (aire).
- Escuela de Éfeso: Heráclito (devenir).
- Eleatas: Jenófanes, Parménides, Zenón.
Pluralistas
Los filósofos pluralistas proponían múltiples principios como origen de todo.
- Escuela Pitagórica: Pitágoras, Empédocles, Anaxágoras.
- Atomistas: Leucipo y Demócrito.
Pensadores Clave del Periodo Presocrático
Tales de Mileto
Considerado el primer presocrático y el "Padre de la Filosofía", Tales postuló que el agua era el origen de todas las cosas, el elemento primordial del cual procedían y al cual regresaban. Pertenecía a lo que se denominaba "filosofía primera".
Heráclito de Éfeso
Heráclito situó el origen en el devenir (cambio), argumentando que todo está en constante movimiento y nada permanece igual. Afirmaba que el pensar es una cualidad humana fundamental, que nos eleva sobre la mera experiencia y reúne en el hombre el ser mismo.
Empédocles de Agrigento
Empédocles creía en la existencia de cuatro elementos fundamentales: tierra, aire, fuego y agua. Los cambios en el mundo se producían por la mezcla y separación de estos elementos, en diferentes proporciones. El amor era la fuerza que los unía, mientras que el odio los separaba.
La Escuela Pitagórica
Los pitagóricos, en lugar de centrarse en la materia, se enfocaron en la forma. Creían en el ápeiron (lo indeterminado), pero le impusieron un límite. Para la distinción de las cosas, introdujeron el concepto de número. Con el número, surge la armonía (las formas pertenecen a un sistema). Los pitagóricos defendían las siguientes tesis:
- Creencia religiosa en las matemáticas.
- Observación de semejanzas entre los seres y los números.
- Expresión de las escalas musicales en números, viendo las matemáticas en los tonos musicales.
- Creencia en que los cielos eran armonía y números.
Sócrates: Vida, Obra y Confrontación con los Sofistas
Vida de Sócrates
Sócrates nació en Atenas en el año 470 a.C. Hijo de un escultor y una partera, participó como soldado en importantes batallas. Inicialmente, se interesó por la filosofía naturalista, pero llegó a la conclusión de que esta no conducía a un conocimiento real de las causas. Su método de enseñanza, antes de los 40 años, consistía en hacer preguntas. Se casó y tuvo tres hijos. En el 399 a.C., fue denunciado por Anito (político y mercader), Licón (orador) y Meleto (poeta), quienes pidieron la pena de muerte por corromper a la juventud y creer en falsos dioses (su Daimon). Aunque presentó contrapropuestas para evitar la pena capital, fue declarado culpable y murió envenenado por respetar las leyes, eligiendo no huir de Atenas. Su vida fue documentada por Jenofonte y Platón.
Obra de Sócrates
Sócrates afirmaba la necesidad de encontrar una base segura para nuestros conocimientos, basada en la razón humana. Poseía una voz interior que le indicaba lo que debía evitar. Su doctrina era principalmente moral, con un principio fundamental: identificar la virtud con el saber. Sostenía que nadie hace el mal a propósito, ya que eso causaría su propia infelicidad. Para Sócrates, la virtud consistía en vivir bien. Su mayéutica, o método socrático, constaba de tres etapas:
- Dejar hablar al interlocutor y refutarlo con ironía, mostrando su ignorancia.
- Hacerle entender que estaba equivocado.
- Sacar a la luz su propio conocimiento.
Las dos primeras etapas son negativas, mientras que la última es positiva.
Sócrates y los Sofistas
En el siglo V a.C., durante el esplendor de Atenas bajo el liderazgo de Pericles, la ciudad se convirtió en el centro hegemónico de Grecia. El pueblo participaba activamente en la formulación de leyes y la cultura floreció. Surgió una nueva élite, los sofistas, caracterizados por:
- Conocimiento de la realidad política.
- Habilidad oratoria y retórica para convencer.
- Dominio de las leyes.
Los sofistas viajaban de ciudad en ciudad, enseñando como maestros de sabiduría, virtud y retórica, a cambio de riquezas y honores. Su teoría se basaba en la idea de que el mundo exterior es una creación de nuestros espíritus y que se puede construir el mundo de forma contradictoria, ya que "la verdad es relativa y la ciencia imposible". Argumentaban que la verdad no depende del sujeto y que no existe una verdad universal, sino que cada individuo tiene la suya propia. Protágoras, uno de los sofistas más destacados, afirmaba que "el hombre es la medida de todas las cosas", aunque respetaba la necesidad del hombre en las decisiones.