El Feudalismo y la Monarquía: Derechos, Deberes y el Surgimiento de la Burguesía
La Monarquía y el Feudalismo: Derechos, Deberes y el Ascenso de la Burguesía
El régimen feudal originaba derechos y deberes tanto para señores como para vasallos. Los derechos del señor, además de ser soberano en sus tierras, incluían:
- Derecho a exigir al vasallo los días convenidos de servicio militar.
- Derecho de arriendo, que se pagaba generalmente en especies: aves, trigo, frutos, etc.
- Derecho de auxilio o de ayuda pecuniaria al señor cuando casaba a sus hijos, o los armaba caballeros.
- Derecho exclusivo de caza y pesca en bosques, viveros y lagunas reservadas.
- Derecho de albergue para hospedarse el señor y su séquito en cualquier casa de vasallo.
- Derecho de naufragio o de adueñarse de todo cuanto llegaba de un feudo a otro.
- Derecho de banalidad por el cual sólo los señores podían explotar hornos, lagares, molinos, etc.
En cuanto a los derechos del vasallo, que constituían deberes para el señor, estaban: el derecho de protección en la guerra y en la paz por parte del señor; en la guerra, defender sus campos y moradas del asalto enemigo; albergar en el recinto del castillo a sus familias y haciendas, rescatar a los que cayeran prisioneros; indemnizarlos por los daños sufridos y reponer los animales y herramientas arrebatadas por el adversario. En tiempo de paz, el señor aseguraba justicia a sus vasallos, alimentos y vestidos en época de escasez; escuelas, hospitales y leproserías; puentes y calles; amparo y protección y participación en cuanta fiesta popular se efectuara en su mansión.
El Surgimiento de la Burguesía
Cuando se empezaron a crear ciudades más populosas, se originaron los burgueses (ciudad). Estas personas vivían en la ciudad, de ahí su nombre.
Los burgueses que no eran nobles, se enriquecieron gracias a las actividades comerciales e industriales. Al encontrarse las ciudades dentro de los dominios feudales, debían pagar grandes tributos a los señores. Mediante cartas o fueros, los burgueses compraron a los señores feudales la independencia de los Burgos. No había una ciudad medieval sin mercado. En ella los burgueses se proveían de todos los alimentos y objetos. Los mercaderes y comerciantes traían las mercancías de las aldeas cercanas y de los países lejanos.
La Educación del Caballero Medieval
La educación de un caballero consistía en que, cuando sus hijos cumplían siete años de edad, los vasallos los enviaban al castillo del señor para que fueran educados. La primera etapa en la educación de un caballero era la función de paje, periodo en el cual el muchacho aprendía buenos modales, humildad, cortesía y, más tarde, a montar a caballo y a cuidar armas y armaduras.
A los 14 años era ascendido a escudero, lo que le permitía al muchacho entrenarse con las pesadas armas de sus amos: lanzas, hachas, espada y maza. Cada escudero servía sólo a un caballero y su obligación era acompañarlo a las batallas y rescatar su cadáver si caía en el combate. A los 21 años se cumplía el gran anhelo de todo muchacho hijo de noble: ser armado caballero. El día antes de la solemne ceremonia, el joven recibía uno de los pocos baños que tomaría en su vida: el de la purificación. En la noche rezaba constantemente hasta despuntar el sol, velando sus armas. En las primeras horas de la mañana era ayudado por sus amigos a colocarse la armadura. Más tarde, inclinado ante su señor, recibía de éste un golpe con el plano de la espada, sobre el hombro izquierdo, mientras se pronunciaban las palabras rituales.
El Código de Caballería
La principal ocupación del caballero era la guerra; sin embargo, el Código de Caballería le ordenaba, además, ser cortés, devoto y justiciero. Misión importante era también la de proteger a los débiles.
A comienzos de la Edad Media la armadura consistía sólo en una cota de malla, pero más tarde se iría complicando hasta hacerla tan sólida y pesada que se hizo necesario subir a los jinetes a sus cabalgaduras mediante un ingenioso sistema de correas. Además, como era imposible distinguir entre amigos y enemigos, a esos hombres cubiertos totalmente de hierro se comenzó a pintar emblemas y figuras sobre los escudos a fin de identificarse.