Expresión Plástica y Musical Infantil: Desarrollo y Aprendizaje

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El Desarrollo del Niño a Través de la Plástica

Existe una secuencia predecible en el desarrollo de la expresión plástica infantil por el desarrollo físico del niño: de arriba abajo y de dentro hacia afuera.

Articulaciones y Desarrollo Psicomotor

  • La articulación del codo (18 meses): permite tres movimientos esenciales para las posibilidades gráficas.
  • Articulación de la muñeca: esencial en el desarrollo de la psicomotricidad fina.
  • Articulación de los dedos: la flexión, extensión y presión harán que las potencialidades para la realización de movimientos sean más precisas.

A medida que el niño adquiere control muscular, empieza a tener conciencia de que las relaciones que ejecuta han sido realizadas por él.

Etapas del Desarrollo Plástico

  • Primer año de vida: El niño evoluciona rápido. La actividad plástica es limitada. Se centra en establecer una toma de contacto a través de formas, colores, texturas y recursos con el objetivo de impulsar su capacidad para observar, percibir y descubrir. El educador podrá utilizar recursos como la decoración de la clase. Es conveniente cambiar la decoración de la clase y la posición de los trabajos realizados.
  • De uno a dos años: El niño se va a mostrar muy activo, ha mejorado su control y su dominio de la prensión y la motricidad fina. Se inicia la manipulación de materiales trabajando con las manos. Puede manipular papel de diferentes texturas y colores y objetos de la naturaleza. La decoración de la clase seguirá siendo un recurso esencial. Ellos escogerán y pegarán trozos de papel y ayudarán al educador a colocarlos en un soporte.
  • De dos a tres años: La coordinación de movimientos mejora lo que le permite actuar con mayor precisión a la hora de hacer sus trabajos. En esta etapa se introducen nuevos materiales como la plastilina. Descubrirán texturas y serán capaces de realizar nuevas operaciones. Con las pinturas obtiene nuevas experiencias. Hacia la mitad de la etapa se empiezan a introducir las tijeras de punta roma. Esto contribuye al desarrollo de la psicomotricidad fina.
  • De tres a cuatro años: El niño progresa en su personalidad y desarrollo motor. Su capacidad de concentración es mayor. Le va a proporcionar nuevas vías de expresión plástica. Se puede empezar con la representación. El niño puede utilizar pinceles, punzones, etc. Se inicia el dominio del trazo sobre soportes con lápices, ceras… y se trabaja su destreza con las manos rompiendo, arrugando, cortando y pegando papel. Se pueden introducir pastas para modelar. El niño trabaja técnicas como dibujo, pintura, collage, etc. Se favorece la coordinación ojo-mano y el control del trazo.
  • De cuatro a cinco años: El niño sigue avanzando en la coordinación motora y viso-motora y crece su curiosidad. Empieza a diferenciar formas, colores y texturas. Se puede representar el entorno a partir de experiencias diferentes. El dibujo permitirá la expresión de sus sentimientos, emociones y fantasías.
  • De cinco a seis años: El niño adquiere una madurez de sus funciones básicas y en su seguridad personal. Asocia, identifica y diferencia muchos de los datos que recibe del exterior a través de los sentidos. Le gusta formar parte de equipos y realizar trabajos colectivos. Se debe continuar el lenguaje plástico, mejorando la utilización del color, manipulación de útiles y materiales.

El Papel del Educador

El proceso madurativo de cada uno es diferente y también su desarrollo psicomotor. Es recomendable realizar actividades de forma libre y espontánea. Los educadores se limitan a estar al lado del niño para escuchar lo que le explica y animarle a descubrir más cosas sobre las obras que realiza, haciéndole reflexionar mediante preguntas. En el caso del dibujo libre deberá limitarse a recoger soportes donde los niños realizan su trabajo gráfico, preguntando lo que dibujan y escribiéndolo para recordarlo. La imaginación, la curiosidad y la creatividad del educador junto con las técnicas y recursos que le permiten trabajar de forma variada harán posible la planificación de actividades adecuadas a las edades de los niños a las que van dirigidas. Los educadores serán los encargados de organizar, idear, proponer, etc. Deberán poseer un alto grado organizativo y deberán quedarse en la mesa donde se va a llevar a cabo la actividad plástica, colocada estratégicamente para poder observar el trabajo de los diferentes rincones del grupo entero.

Etapas de la Evolución Gráfica

  • Etapa del garabateo (de dos a cuatro años): evoluciona desde el garabateo incontrolado, al controlado y al garabato con nombre.
    • Incontrolado (24-30 meses): la primera parte del brazo que se desarrolla es el hombro y hacia los 18 meses consigue doblar el codo. El niño carece de control visual sobre su mano y con frecuencia excede de los límites del papel donde está dibujando. Los trazos son impulsivos e incontrolados, son rectos o ligeramente curvos, pero tienen diferente longitud y dirección.
    • Controlado (30 meses-3 años): hacia los 30 meses se inicia el control global. Cuando el niño puede conducir su mano donde indica su ojo, el niño controla el gesto gráfico y cierra figuras, primero circulares y luego rectangulares.
    • Garabateo con nombre (3,5-4 años): la conciencia de la posibilidad de controlar sus propias creaciones motiva al niño a dibujar de forma intencionada. Los trazos realizados son rectas, curvas, óvalos… Es importante no forzar al niño. Hay que esperar a que sea él quien ponga nombre a los dibujos. En esta fase empieza a utilizar el color intencionadamente, utilizando varios colores.
  • Etapa preesquemática (de cuatro a siete años): el niño consigue mover la muñeca y el pulgar con notable autonomía y realiza trazos discontinuos voluntariamente. Intentará representar formas relacionadas con el entorno que le rodea, y sus representaciones empezarán a ser reconocibles por adultos. Aparecen las primeras formas humanas llamadas monigotes, donde la persona se simboliza con un círculo como la cabeza y dos líneas verticales como piernas. Este esquema se enriquece a medida que se le añaden nuevos detalles como brazos, pelo, etc. Utilizan el color y disfrutan con ello, sin embargo el color no se corresponde con la realidad representada.

¿Cómo dirigir el dibujo en el niño?

El pequeño debe pasárselo bien dibujando.

  • En cuanto al tipo de dibujo a realizar (de dos a cuatro años) será libre, aunque el educador pueda sugerir el dibujo.
  • A partir de los cuatro años la actividad se puede empezar a dirigir.
  • A partir de los cinco años se llevan a cabo actividades dirigidas.

Todos estos avances serán esenciales para introducir al niño los ejercicios de preescritura.

La Evolución del Niño con el Sonido y la Música

La música debe entenderse como una actividad lúdica en la que se produce un intercambio comunicativo. El educador debe procurar que el niño descubra las cualidades de los sonidos a través de:

_Escuchar: es el punto de partida para los aprendizajes del lenguaje musical _Imitar: primero el niño imita sin ser consciente, para después tener intención _Reconocer: se trata de que identifique entre el sonido que ya ha escuchado_Reproducir: utiliza su memoria visual para producir el sonido _Improvisar: utiliza recursos musicales en situaciones y por iniciativa propia._Crear: de forma consciente realiza nuevas creaciones//Con niños menores de un año, la intervención se centrará en las dos primeras técnicas. Cuando el niño tiene entre uno y dos años, puede jugar a reconocer y reproducir. Cerca de los tres años, puede improvisar con ayuda del educador. A partir de los cuatro años, el niño podrá crear, con gran apoyo del educador. ACTIVIDADES PARA TRABAJAR SONIDO-SILENCIO: La educación del silencio es primordial para iniciar cualquier actividad. La actitud expresiva del educador, será fundamental para hallar este clima. Con los más pequeños, se puede introducir el concepto sonido-silencio a partir de botes vacíos y otros llenos de distintos materiales. A los dieciocho meses, se puede hacer desaparecer un objeto, lo que indicará silencio. Cuando el objeto vuelva a aparecer, se identificará como sonido. A partir de los dos años, se puede crear la figura del rey del silencio y ofrecer la corona al niño que esté más callado. A medida que el niño consigue una mayor destreza manipulativa, podemos empezar a trabajar sonido-silencio con instrumentos de percusión.

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