Explorando la Sexualidad Humana: Dimensiones, Orientaciones y Desafíos
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Psicología y Sociología
Escrito el en español con un tamaño de 9,96 KB
Dimensiones Psicológicas de la Sexualidad
Ciertamente, la sexualidad puede ser considerada desde una perspectiva biológica, pero en el contexto de las relaciones humanas, eso está lejos de agotar todas las consideraciones científicas. No somos un animal más y, aunque evidentemente poseemos una anatomía más o menos similar a la de muchos mamíferos, el estudio de la sexualidad humana no se agota en su consideración. Nuestra mente no permanece al margen de lo que ocurre con nuestro cuerpo, y la fisiología no es el único factor que condiciona el sexo. La sexualidad humana supera al aspecto instintivo, el mecanismo y las épocas de celo que observamos en los animales. Su finalidad no se limita a la mera reproducción, sino que desempeña un papel fundamental en la elección de pareja y en la posterior relación con ella. Más aún: el hombre es capaz de enfocarla de modos muy diversos que van desde las patologías más traumáticas hasta la sublimación de mayor reconocimiento.
La Homosexualidad
La homosexualidad es la orientación de la necesidad y del deseo sexual hacia personas del mismo sexo. Puede ser ocasional, bisexual o absoluta. Al igual que ocurre con la masturbación, plantea la peculiaridad de que la finalidad reproductora se encuentra ausente. A lo largo de la historia ha sido considerada de modos muy diferentes por distintas culturas y el esclarecimiento de las causas que originan la conducta homosexual plantea conflictos y disputas entre posturas francamente difíciles de conciliar: desde los que la atribuyen a algún factor físico, hasta quienes la consideran el resultado de una elección absolutamente libre, pasando por los que estiman prioritarios los aspectos ambientales. Algunos autores han pretendido encontrar razones biológicas, endocrinas, constitutivas, etc. Sin embargo, ningún estudio ha podido aportar pruebas definitivas que permitan atribuir la homosexualidad a motivos fisiológicos o genéticos. En el estudio de causas ambientales, la teoría psicológica más extendida es la psicoanalítica, según la cual, el origen de la homosexualidad se encuentra en la mala relación con el progenitor del mismo sexo. Una explicación en esta línea podría argumentar que un niño incapaz de llegar a identificarse correctamente con su padre, puede encontrarse con una madre demasiado importante e incluso virilizante que impide al hijo madurar en su propia masculinidad o encontrar una mujer capaz de sustituir a la idealizada y todopoderosa madre. Paralelamente, algo similar le ocurriría a una niña con su madre y padre respectivamente. Algunos estudios, como los de Bieber & Bieber, aportan multitud de casos que sirven como datos para apuntalar esta explicación. No obstante, las mismas dificultades que encontramos siempre que se trata de esclarecer el peso de factores genéticos, ambientales y el margen de libertad del individuo aparecen aquí recrudecidas y acrecentadas por multitud de prejuicios. En la actualidad, la homofobia (actitud intolerante y discriminadora hacia personas de conducta homosexual) está cediendo progresivamente ante una actitud de comprensión y respeto. Desde el punto de vista de la Psicología, el tratamiento es mucho menos patologizante y traumatizante: la O.M.S y el D.S.M IV la excluyen de la lista de enfermedades. Y desde el punto de vista social, afortunadamente la discriminación legal y segregación son cada vez menores. En cualquier caso, resulta importante subrayar que, tal como indican Vázquez y Ochoa, los homosexuales no pueden ser considerados como personas de escasa catadura moral, potenciales abusadores de niños o personas social o éticamente reprobables. Por otro lado, el adolescente debe tener en cuenta que el haber tenido alguna experiencia homosexual no entraña, sin más, una orientación sexual definitiva y que algunos comportamientos pueden formar parte eventualmente de la conducta adolescente.
La Sexualidad en la Adolescencia
Al llegar a la adolescencia, el organismo humano alcanza la maduración sexual fisiológica pero, como el hombre no es solamente fisiología animal, aún no ha llegado su maduración psicológica y afectiva que hacen propiamente humano el ejercicio pleno de la sexualidad. El adolescente experimenta una serie de cambios en su cuerpo que le producen sorpresa y curiosidad, que trata de satisfacer a través de amigos, padres y educadores, lecturas, etc. En este periodo de la vida es importante aprender a respetar el propio cuerpo y el de los demás, como parte integrante de las personas humanas. No se debe caer en actitudes represivas de tipo puritano, que conducen a considerar la realidad sexual como algo vergonzoso, que se contempla con temor; pero tampoco dejarse arrastrar por el capricho irresponsable. El adolescente debe afrontar el reto de dominar su sexualidad, como una energía que en el futuro deberá poner al servicio de una relación estable de pareja, plenamente gratificante, fundamentada en el afecto y el respeto mutuo.
Masturbación
Estimulación de los órganos genitales o de zonas erógenas con la mano o por otro medio para proporcionar goce sexual.
En la información cuidadosa y natural que profesores y padres brinden a los adolescentes sobre estos temas es primordial que se abarquen todas las dimensiones implicadas en la sexualidad: anatómica, funcional, emocional, psicológica, social, etc. Igualmente, es conveniente desculpabilizar al adolescente y eliminar muchos mitos y tópicos sin fundamento que persisten en la cultura occidental. De ese modo se desterrarían o al menos menguarían un buen número de disfunciones, anomalías, angustias, atentados y abusos sexuales que se originan en visiones distorsionadas, radicales represivas o psicopáticas del sexo.
Disfunciones y Parafilias
La psicología distingue claramente las disfunciones sexuales de las parafilias. Las primeras tienen lugar cuando se produce un funcionamiento sexual escaso, inadecuado o insatisfactorio. Las segundas son aquellas formas de afiliación sexual paralelas a la considerada normal en cuanto a la dirección del deseo y al fin sexual perseguido.
Las Disfunciones Sexuales
Las disfunciones sexuales más frecuentes son:
- En mujeres: falta de deseo o de excitación sexual, falta de orgasmo y vaginismo.
- En los hombres, diversas formas de impotencia, incluida la eyaculación precoz y falta de interés sexual.
A menudo estas disfunciones ocasionan un gran sufrimiento a quienes las padecen y entonces conviene acudir a los especialistas. Algunas tienen origen orgánico y requieren la ayuda de un médico, pero otras tienen causa psicológica y frecuentemente pueden ser subsanadas por un psicólogo.
Las Parafilias
Las parafilias se consideran como patológicas y requieren tratamiento clínico si se dan las siguientes circunstancias:
- Resultan imprescindibles para que el sujeto alcance la excitación o la satisfacción sexual.
- Se manifiesta una preferencia clara por esa práctica en perjuicio de otras más comunes.
- El sujeto experimenta una dependencia fuerte respecto a esa práctica, por lo que insiste reiteradamente en esa conducta pese a la oposición o desagrado que pueda provocar en su pareja.
Entre las parafilias reguladas por el derecho penal y consideradas como delito contra la libertad sexual podemos mencionar las siguientes:
La Paidofilia
Consiste en la satisfacción sexual preferente o exclusiva con niños prepúberes. Puede ser paidofilia homosexual o heterosexual. Debido a la desigualdad de edad y de condición formativa y psicológica entre el adulto y el púber, se considera una forma de coacción o violencia sexual. Es una forma de agresión a la infancia que provoca diversos trastornos emocionales a corto y largo plazo.
El Incesto
Se trata de la elección de un compañero sexual perteneciente a la propia familia, y con lazos de consanguinidad. Habitualmente es un acto consciente para las dos partes, aunque solo deseado por una de ellas, siendo la otra coaccionada o presionada para aceptar y silenciar la relación que se ha producido. Es la conducta sexual de consecuencias emocionales, físicas y sociales más devastadoras. Es un delito perseguido por la ley, mucho más frecuente sin embargo de lo que cabría suponer, dado el tabú prácticamente universal que pesa sobre él.
La Violación
Cualquier tipo de práctica sexual en la que se da penetración y que se produce sin consentimiento explícito o cooperación voluntaria por parte de la víctima. El agresor obtiene satisfacción no solo de la relación sexual, sino de la demostración de fuerza, superioridad física o poder que la acompaña, así como la indefensión y humillación de la víctima, respecto a la cual cree tener derechos absolutos. No es necesario que el violador sea desconocido por la víctima, puede ser próximo o incluso el propio novio, ante quien se ha expuesto de forma clara e inconfundible la negativa a mantener una relación. Habitualmente, el violador presenta un perfil psicopático o paranoide, por lo que no es raro encontrar otro tipo de conductas criminales.
La Llamada Telefónica Obscena
Es una práctica que está creciendo en una sociedad progresivamente aislada en cuanto al contacto cálido e íntimo de las relaciones personales. Muchos individuos solitarios obtienen placer sexual ofendiendo de forma anónima e impune a sus víctimas, generalmente mujeres, utilizándolas como un objeto sexual degradado. El miedo, la angustia y las protestas de la víctima contribuyen a aumentar el placer de su anónimo interlocutor, quien suele cebarse con su víctima tanto más cuanto más alarmada se muestra esta. La fantasía erótica del agresor es desbordada y trata de implicar a la víctima en ella mientras se masturba. Es denunciable como delito de coacción. Esta es la variante sádica del llamado teléfono erótico, donde ya existe un consentimiento mutuo por parte de los comunicantes y un propósito comercial.