Explorando el Renacimiento Español: Arquitectura del Siglo XVI
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Renacimiento en España: Introducción a la Arquitectura del Siglo XVI
Al iniciarse el siglo XVI, comienzan a introducirse las fórmulas renacentistas en España. A ello contribuyó la llegada de artistas italianos para trabajar en la península Ibérica; la educación de españoles en Florencia, Roma y Nápoles; la importación de sepulcros, portadas y fuentes genovesas; y la masiva llegada de libros de arquitectura y estampas grabadas. Son los códigos de Serlio, Palladio y Vignola.
La Arquitectura: Del Plateresco a El Escorial
La arquitectura del siglo XVI se divide en tres etapas: plateresca, romanista y purista.
Plateresco
El término 'plateresco' fue acuñado en 1677 al detectar la semejanza existente entre la decoración de los edificios hispalenses de la primera mitad del siglo XVI y la labor de los orfebres. Es una modalidad ornamental que conecta con el gusto por la riqueza y la suntuosidad dominante en los edificios mudéjares y del gótico de los Reyes Católicos. Se caracteriza por utilizar paneles de grutescos sin tener en cuenta la estructura del inmueble, mostrando reacios al sentido de las proporciones clásicas. Ejemplos notables son la Portada de la Universidad de Salamanca y el Ayuntamiento de Sevilla.
Romanismo
El romanismo supone la asimilación de las proporciones clásicas y la cristianización del grutesco. Los contratos de obra artística indican expresamente a los arquitectos que no usen en la decoración ningún mascarón, ni bestión, ni otras figuras y rostros monstruosos. El introductor de esta corriente fue Diego de Siloé, quien había trabajado en Nápoles. Al trasladarse a Granada, los canónigos le ponen al frente de las obras de la Catedral, proyectando una rotonda de deambulatorio en la cabecera y una basílica de cinco naves escalonadas en el cuerpo. La utilización por Siloé de un martyrium en la cabecera de la catedral de Granada respondía a dos razones: servir de panteón real a Carlos V y halagar al Cabildo. Con la recuperación de esta ciudad del Islam, los cristianos recobraban la sede diocesana primada y esta creencia debió influir en los canónigos para hacer resurgir modelos paleocristianos y emprender una corriente por la simplicidad de la liturgia. Pero las novedades de Siloé en este templo no se limitan a la gigantesca cabecera, sino que en los soportes de las naves ofrece otra importante solución, que será luego utilizada por este mismo arquitecto en las catedrales de Málaga y Guadix. Estos pilares, de proporciones vitruvianas, llevan sobre el capitel un tramo de entablamento y otros pilares de menores proporciones para elevar su altura.
Purismo
El purismo consiste en aplicar la preceptiva clásica, despojándola de adornos. Es el resultado de transplantar a España el severo diseño bramantesco. Dos monumentos vinculados a la Casa de Austria representan esta opción: el Palacio de Carlos V, en Granada, y el Monasterio de San Lorenzo el Real, en El Escorial. En 1526, el emperador Carlos V llega a Granada en viaje de novios y, hechizado por la magia de los palacios nazaríes, decide construir un alcázar en la Alhambra. La realización del proyecto y la dirección de las obras se confían al pintor y retablista toledano Pedro Machuca, quien demostrará en este edificio, construido por Bramante y decorado por Rafael, se decide por un esquema geométrico de planta central, inscribiendo un patio circular en un cuadrado. Su severa tipología queda reforzada por la bóveda anular que presiona el primer piso de orden dórico y la pesada barandilla que defiende el corredor jónico alto.