Explorando la Música del Siglo XX: Pierrot Lunaire, Stravinski y la Segunda Escuela de Viena

La Innovación Musical del Siglo XX

Pierrot Lunaire de Arnold Schönberg

Autor: A. Schönberg

Obra: La obra que estamos escuchando es Pierrot Lunaire de A. Schönberg, compositor de Viena. Fue compuesta en 1912 y pertenece al expresionismo alemán.

Autor: En la obra de A. Schönberg se pueden establecer distintos periodos: 1º postromántico, 2º atonal-expresionista y el 3º o dodecafónico. Pierrot Lunaire pertenece al 2º periodo, y se corresponde con la angustia instalada en Viena en los años revueltos con la expansión del fascismo nazi y del antisemitismo en los años previos a la 1ª Guerra Mundial.

Obra: Esta obra marca un hito en la música del S.XX y representa una solución a la crisis del lenguaje musical. En Pierrot Lunaire encontramos todos los rasgos estilísticos que A. Schönberg había ido desarrollando paso a paso. Es una obra atonal de gran relevancia en el expresionismo alemán. Aparece un lenguaje disonante y acordes extraños. Las variaciones de matiz son fundamentales y el resultado es de una expresividad extraordinaria. Está compuesta para recitante femenino y 8 instrumentos: flauta, clarinete, violín, violonchelo y piano alterados con flautín, clarinete bajo y viola.

Consiste en la puesta en escena de 21 poemas surrealistas traducidos al alemán. Los poemas son un manifiesto del Expresionismo (movimiento cultural alemán del S.XX).

En la obra el poeta se imagina a sí mismo como Pierrot, pero no en aventuras cómicas sino en fantasías horripilantes. Está escrita en ritmos libres y compases desiguales. Emplea un nuevo tipo de declamación que A. Schönberg denominó Sprechgesang, a medio camino entre la recitación y el canto, que refleja una atmósfera de angustia. Significa voz parlante o recitado-entonado.

Ígor Stravinski

Stravinski nació el 17 de junio de 1882 en Oranienbaum, Rusia. Fue un compositor y director de orquesta ruso, uno de los músicos más importantes y trascendentes del siglo XX.

Su larga existencia (murió cuando iba a cumplir los 89 años) le permitió conocer gran variedad de corrientes musicales. Resultan justificadas sus protestas contra quienes lo tildaban como un músico del porvenir. En su presente compuso una gran cantidad de obras clásicas abordando varios estilos como el primitivismo, el neoclasicismo y el serialismo, pero es conocido mundialmente sobre todo por tres obras de uno de sus períodos iniciales, el llamado período ruso: El pájaro de fuego, Petrushka y La consagración de la primavera. Stravinski fue uno de los compositores y artistas más influyentes de la música del siglo XX, tanto en Occidente como en su tierra natal. Fue considerado por la revista Time como una de las personalidades más influyentes del siglo XX.

La Segunda Escuela de Viena (Dodecafonismo)

Esta segunda escuela de Viena la formaron un grupo de compositores de la primera mitad del S.XX liderados por A. Schönberg y sus dos alumnos, Berg y Webern. (Una primera escuela de Viena fue formada por Mozart, Haydn y Beethoven). El principal aporte de la segunda Escuela de Viena es la ATONALIDAD y luego el DODECAFONISMO, que tuvieron una enorme influencia durante todo el S.XX y que dio lugar después al serialismo, inspirado sobre todo por Webern.

En 1923 A. Schönberg descubrió el DODECAFONISMO, que es una forma de música atonal en la cual, las 12 notas de la escala cromática son tratadas en igual importancia, es decir, sin jerarquía, como sí ocurría en el sistema tonal. A. Schönberg prohibió usar una nota más que otra para que todas resulten igual de importantes.

La técnica dodecafónica consistía en definir una serie con las 12 notas de la escala cromática (distancia de medio tono entre notas), que podía ordenarse de la forma que el compositor decidiera. Sin embargo, una vez establecido el orden, éste debía mantenerse a lo largo de toda la obra, era precisamente esta serie la que se erigía como la estructuradora de toda la composición. Desaparece, por tanto, la jerarquía entre los grados de la escala, originando una música atonal que podríamos asociar a la pintura abstracta de autores como V. Kandinsky.

Pronto los compositores dodecafónicos se dieron cuenta de que una sola serie limitaba enormemente las posibilidades compositivas, por ello, para disponer de un mayor margen de acción, se empezaron a utilizar en la misma obra otras series derivadas de la primera, retrógrada (hacia atrás), invertida (en espejo) o retrógrada invertida.

Obras más importantes de los miembros de la segunda escuela de Viena: de A. Schönberg destaca Pierrot Lunaire; de Berg, las óperas Wozzeck y Lulú; y de Webern.

Con el ascenso del nazismo, A. Schönberg, que era judío, se exilió a los EE.UU.

Los Ballets Rusos de Diaghilev

Durante el Romanticismo el ballet se había convertido en un arte muy complejo lleno de virtuosismo y acrobacias carentes de contenido. El nuevo ballet del S.XX huye de esta técnica fría y mecánica para poner la danza al servicio de la expresión, sin someterse a reglas ni academicismos estrictos.

El gran impulsor de esta reforma fue Diaghilev quien, pese a no ser ni bailarín ni músico, cambió el destino de la danza fundando los "Ballets Rusos" en 1909 en París. Contrató a los mejores artistas del momento para llevar a cabo su proyecto. Para él trabajaron diseñadores como Bask, pintores como Picasso, Dalí o Miró, compositores como Debussy, Stravinsky, Falla o Satie, bailarines y coreógrafos como Massine.

Los primeros éxitos de la compañía fueron fruto de tres ballets de Stravinsky, titulados El pájaro de fuego, Petrushka y La consagración de la primavera. También destacó un ballet español de M. Falla titulado El sombrero de tres picos, con decorados de Pablo Picasso.

La compañía de "Ballets Rusos" se deshizo en 1929 con la muerte de Diaghilev, pero los colaboradores y bailarines que se habían formado en ella se dispersaron y extendieron sus enseñanzas por todo el mundo, fundando las distintas compañías de prestigio internacional en NY, G. Bretaña, etc.