Explorando Estilos Cerámicos Iberos: Azaila-Alloza y Fontscaldes

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Estilos Cerámicos Iberos: Azaila-Alloza y Fontscaldes

El estilo de Azaila-Alloza

El estilo Azaila-Alloza debe su nombre a las colecciones arqueológicas de dos importantes poblados aragoneses como son el Cabezo de Alcalá (Azaila) y el Castelillo (Alloza). En el estado actual de la investigación, la cronología del estilo de Azaila-Alloza se fecha casi contemporáneamente al de Elche-Archena, esto es en pleno período ibero-romano. Sus primeros elementos se dan al parecer a partir de la segunda mitad del siglo II a. C. y hasta el siglo I a. C. en un área que abarca las actuales provincias de Teruel y Zaragoza. Al igual que en Llíria o en Elche, el estilo de Azaila-Alloza destaca por el enriquecimiento temático de la decoración pintada de la cerámica ibérica al incorporar motivos vegetales, animales y humanos, pero a diferencia de los anteriores, el contenido narrativo de las escenas pierde su carga simbólica ya que salvando la excepción de algunas extraordinarias escenas naturalistas con animales, las composiciones más emblemáticas constituyen a menudo meros frisos decorativos sin contenido ideológico.

El estilo de Fontscaldes y la difusión mediterránea del Sombrero de Copa

Desde los trabajos de Antonio García y Bellido en 1952, los investigadores se han interesado por la difusión de la cerámica ibérica pintada en la cuenca occidental del Mediterráneo, y a los trabajos de Nino Lamboglia sobre la cerámica ibérica de Albintimilium siguieron una serie de notas cuyo mapa de distribución se enriquece y actualiza a medida que avanzan las investigaciones. Desde el principio de estos estudios ha llamado la atención el reducido repertorio tipológico de los hallazgos, que prácticamente se limitan a la forma del "Sombrero de Copa" o "kalathos", un hecho que desde entonces se explica aduciendo el carácter de envase comercial de dicha forma. En otras palabras, la cerámica ibérica no es más que el medio de transporte de una mercancía, quizás miel, o cera, comercializada desde la península a partir de la conquista romana, dada su cronología de los siglos II y I a. C. Aquellos primeros estudios también identificaron el origen geográfico de esta difusión en el noreste peninsular. El alfar ibérico de Fontscaldes (Valls, Tarragona) dado a conocer por Colominas desde 1920 había proporcionado prototipos de "Sombreros de Copa" semejantes por sus tipos y decoraciones a aquellos que fueron hallándose en gran parte de las costas de Italia y del Sur de Francia.

Los testares del alfar ibérico de Fontscaldes han proporcionado cinco producciones del "sombrero de copa", diferenciadas por sus tamaños, así como una forma de plato hondo o lekane, todos ellos con decoraciones geométricas o fitomorfas. Las producciones decoradas con motivos vegetales que dan su nombre al "estilo de Fontscaldes" muestran dos patrones decorativos cuyo tema principal es la llamada "hoja de hiedra", un motivo vegetal coriforme con sus roleos y brácteas, representado en tallo serpenteante alrededor del vaso o exento en [metopas] alternando con paneles geométricos. Curiosamente el lekane, es el prototipo que de forma minoritaria acompaña al sombrero de copa en su distribución extra-peninsular, con hallazgos significativos en Ruscino (Perpiñán), Ensérune (Beziers) y Espeyran (Saint Gilles). Ello ha sido utilizado para otorgar a este alfar cercano a Tarragona una vocación industrial volcada al comercio exterior marítimo. Un segundo centro productor de «Sombreros de Copa», con una decoración geométrica que podríamos cualificar como "decadente", que incluye producciones de vasos grises de decoración roja, podría hallarse en el hinterland de Ampurias. Finalmente, parece que muchos hallazgos de Italia (Albintimilium) y del Sur de Francia (Ensérune) no hallan sus paralelos ni en Fontscaldes, ni en Ampurias, sino en las producciones llergetas del Bajo Segre.

La importancia de la difusión mediterránea de la cerámica ibérica estriba en un triple motivo:

  • En primer lugar, acontece en un ámbito en el que la alfarería traspasa el nivel de producción artesanal para alcanzar un nivel industrial; el estilo de Fontscaldes se distingue por sus estereotipos: el reducido repertorio de formas y la escasa complejidad de las decoraciones pintadas.
  • En segundo lugar los mapas de distribución de hallazgos reflejan la vocación marítima de su comercialización.
  • Finalmente se sospecha que la expansión mediterránea de esta cerámica fue potenciada por la presencia romana en Hispania, especialmente en el noreste peninsular.

La asignatura pendiente de esta investigación quizás consista en completar el mapa de difusión con hallazgos peninsulares, lo cual constituye un auténtico reto dada la dificultad de distinguir entre producciones locales e importaciones.

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