Exploración Filosófica del Pensamiento Crítico y la Responsabilidad Personal
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Introducción
Los problemas filosóficos son interesantes en sí mismos. A menudo se refieren a ciertos supuestos en los que se fundamenta una gran cantidad de creencias generalizadas. La gente no desea que tales supuestos se examinen demasiado; se siente incómoda cuando se fundamenta realmente en qué se sustentan sus creencias. Gran cantidad de creencias ordinarias de sentido común son motivo de análisis filosófico.
Análisis de las Creencias
Cuando estas creencias se analizan críticamente, resultan menos firmes, menos claras. Al analizar las creencias se amplía el autoconocimiento del hombre. Estas preguntas desaniman a la gente, la irritan, minan su confianza en sí mismas, suscitan resistencias. Si los presupuestos no se examinan, las sociedades corren el riesgo de oscificarse, las creencias endurecerse y convertirse en dogmas.
Importancia del Cuestionamiento
Se ha de despertar la imaginación, tratar de encontrar la verdad, la justicia, la realización. Es preciso cuestionar las suposiciones, ponerse en tela de juicio los presupuestos para conservar el movimiento de la sociedad. Los hombres y las ideas avanzan mediante el cuestionamiento, matando las creencias y adoptando otras nuevas, lo que lleva al desarrollo y progreso. Para el progreso se necesitan personas que formulen preguntas inquietantes y tengan curiosidad por las respuestas. Cuando esta actividad se emprende sistemáticamente con métodos racionales, se está en presencia de un filósofo.
El Deseo de Preocuparse por Cuestiones Filosóficas
"Mientras la gente se preocupe mucho de cuestiones filosóficas, se dice que se sentirá más infeliz". Pero hay gente que desea preocuparse de estas cosas, desea saber el porqué se vive, cómo se vive y por qué se debe hacer así. Este deseo humano lo sienten los seres más imaginativos, inteligentes y bien dotados.
El Papel del Lenguaje
Las palabras expresan ideas, el lenguaje se refiere a la experiencia, la expresa y se transforma. No es tarea del filósofo moral ordenarle al hombre qué hacer, pero sí está en juego el examinar y juzgar argumentos a favor y en contra de diversas conclusiones, esclarecer los conflictos, los fines de la vida y los costos que se tienen al elegir una posición.
Responsabilidad Personal
El hombre tiene que aceptar su responsabilidad personal y hacer lo que considere correcto. Tales opciones de elegir con libertad o racionalidad pueden resultar muy angustiantes, por eso es más fácil obedecer sin reflexionar. Se dice que gran parte de la discusión filosófica es acerca de las palabras, del lenguaje.
La Preocupación de los Filósofos por el Lenguaje
Los filósofos se preocupan por el lenguaje porque creen que pensamos con palabras, que en ocasiones las palabras mismas son actos y que, por tanto, el examen de las palabras es el examen del pensamiento y ciertamente de todas las perspectivas y formas de vida. Permite, a su vez, el esclarecimiento de confusiones lingüísticas. El lenguaje puede "hechizar" a las personas y confundirlas.
Tipos de Preguntas
- Empíricas ordinarias: asuntos de experiencia, acerca de qué hay en el mundo, del tipo de cosas con las que se trata la observación ordinaria o la ciencia. Es el reino de las aseveraciones verificables o falseables. Son preguntas acerca de los hechos que se resuelven mediante el sentido común o, en casos más complejos, mediante la observación controlada, experimento, confirmación de hipótesis, etc.
- Lógicas – Racionales: abstractas o formales. Matemáticos y lógicos, se aceptan definiciones, reglas de transformación acerca de cómo derivar proposiciones a partir de otras proposiciones, reglas de implicación formal que permiten deducir conclusiones a partir de premisas. No nos proporcionan información alguna acerca del mundo: matemática, lógica, heráldica, etc. Hay métodos claramente entendidos para encontrar una respuesta.
- Preguntas filosóficas: aquellas que no se pueden resolver de ninguna forma como las anteriormente presentadas. Uno de los rasgos de estas preguntas es el no saber dónde encontrar las respuestas. Estas no poseen respuestas absolutamente claras, no cualquiera puede seguir su razonamiento o está obligado a aceptarlo, nadie sabe exactamente cómo resolverlas.
Relación con Otros Campos
Algunas preguntas se han reformulado de manera que caen en alguno de los dos recipientes de preguntas, hablando históricamente (ej., la astronomía). Cuando los diferentes campos de investigación se independizan de la filosofía, queda, de todas maneras, una filosofía de estos diferentes campos; no sería verdad decir que, una vez independizados, no tienen ya ninguna conexión con la filosofía. En general, la gente que se compromete con ciertos campos, como la economía, la física, la química, dedica muy poco tiempo a argumentar los términos que emplea. Pero a veces surgen filósofos de cada asunto o actividad.
La Filosofía como Actividad
La filosofía puede intentar elucidar cualquier concepto o analizar cualquier actividad. La filosofía es una actividad y no un cuerpo de doctrina. La mayoría de las personas no son capaces de retirarse y examinar los supuestos en los que se basan su trabajo y sus creencias. Los filósofos se enfocan en que la gente preste atención a los problemas sustantivos que están comprendidos en la formulación de las preguntas que ellos aclaran. Esclareciendo los conceptos, se distingue muchas veces que una pregunta se ha formulado mal.
El Papel del Filósofo
Mucha gente acude a la filosofía deseando que se le diga cómo vivir o deseando que se le dé una explicación del mundo y, con ella, una explicación de la vida. Esto equivale a renunciar a la responsabilidad personal; uno no debería desear que se le dijese cómo vivir y no debería llegar a la filosofía buscando respuestas definitivas. La filosofía se debe encargar de esclarecer la propia vida, de tal manera que uno pueda responsabilizarse de manera más efectiva y tomar decisiones personales de lo que está en juego. No es tarea del filósofo moral guiar la vida de la gente; su tarea es enfrentar los problemas, la gama de los posibles caminos de acción, explicar qué se podría escoger y por qué, tratar de iluminar los factores que están en juego, revelar la gama más amplia de posibilidades y sus implicaciones, señalar las pérdidas o ganancias que implica una acción. Es un consejero que ilumina, ayudando a que los individuos o grupos puedan decidir por sí mismos. El filósofo no puede hacer más que aclarar, lo más que pueda, lo que está en juego.
La Perspectiva Marxista
El marxismo desea abolir la filosofía en el sentido antiguo, en favor de la ciencia de la sociedad. Para esta teoría sociológica, la verdad y la falsedad, lo correcto y lo incorrecto, se encuentran determinados por los intereses de clase. Las teorías filosóficas han de considerarse y evaluarse en relación con la perspectiva general de la que son una parte integrante, y esta perspectiva, a su vez, depende de las necesidades de la clase social que la posee. Los marxistas buscan dejar a un lado la filosofía y convertirla en una ciencia social, que no resuelve problemas filosóficos, sino que los disuelve en problemas de praxis social y política. Los marxistas dicen que las modas de pensamiento se encuentran arraigadas en la práctica social y que los problemas que surgen desaparecen con ella y esta los resuelve. Otra tarea de la filosofía es criticar y revelar los modelos que suministran la estructura oculta de nuestro pensamiento.