Evolución Histórica de España: Pueblos Prerromanos y Reconquista
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Califato de Córdoba
En el año 929, Abderramán III decidió proclamarse califa, cargo en el que confluía el poder político y religioso. En 1031, el Califato de Córdoba desapareció debido a luchas internas y rebeliones, dando lugar a un mosaico de pequeños reinos denominados Taifas.
Crisis del Siglo XI: Reinos de Taifas
Entre 1031 y 1090, Al-Ándalus permaneció dividido en una serie de reinos independientes, dominados por familias destacadas de las diferentes etnias árabes que se repartieron el control del territorio. La mayoría fueron desapareciendo al ser conquistados por los más poderosos. Los Reinos de Taifas gozaron de cierta prosperidad económica que se trasladó al ámbito cultural. Detrás de esa imagen de esplendor estaba la debilidad política y militar, que les impedía resistir a los ataques cristianos. Por eso, muchos gobernantes árabes optaron por pagar tributos a los reyes cristianos a cambio de treguas.
Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana
A partir del 740 d.C., los cristianos lograron extender su dominio hacia la zona de Vizcaya y Galicia. Se estableció la capital en Oviedo y se organizó el estado y la administración tomando como base el derecho visigodo.
Reino de León
A comienzos del siglo X, al trasladarse la capital del reino astur a León, se puede hablar del Reino de León. El Condado de Castilla surge en la primera mitad del siglo X como un poder casi independiente dentro del Reino de León.
Reino de Navarra
En el Pirineo occidental, las tribus que habitaban en las montañas tampoco fueron dominadas en su totalidad por los árabes. Así, a comienzos del siglo IX, se formaron el Reino de Granada y el Condado de Aragón.
Los Condados Catalanes
Los territorios del Pirineo oriental fueron conquistados e incorporados por los carolingios a finales del siglo VIII, constituyendo la Marca Hispánica. Se trataba de un conjunto de condados gobernados por familias francas, que actuaban como zona fronteriza del Imperio Carolingio frente a los árabes.
Etapas de la Reconquista
La fragmentación del poder político en Al-Ándalus facilitó la expansión de los núcleos de la España cristiana hacia el sur. Durante el siglo XI, Castilla conquistó diversas villas del norte de Portugal y repobló los territorios situados entre el río Duero y el Sistema Central. Destaca la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI. El Reino de Aragón se extendió hasta el Prepirineo. Durante la primera mitad del siglo XII, la llegada a la península de los almorávides frenó el avance cristiano hacia el sur. En la segunda mitad del siglo XII, se reanudó el avance, protagonizado por las primeras órdenes militares. La llegada almohade a finales del siglo XII supuso un nuevo freno al avance cristiano. Su derrota en 1212 en las Navas de Tolosa (Jaén) abrió a los cristianos las puertas de lo que quedaba de Al-Ándalus. Las Islas Baleares fueron conquistadas por el monarca catalanoaragonés Jaime I. El siguiente paso fue la ocupación del Reino de Valencia. Alfonso IX incorporó Mérida y Badajoz. Fernando III conquistó todo el valle del Guadalquivir (Córdoba).
Pueblos Prerromanos
- Tartessos: Cultura más antigua, aproximadamente del primer milenio a.C. Se situaba en la Andalucía Occidental y sur de Portugal. Alcanzó cierto esplendor, primero a través de la agricultura y ganadería, y más tarde con la minería. Su momento de máximo desarrollo coincidió con la llegada de los fenicios y el intercambio de productos.
- Íberos: Se extendieron desde los Pirineos hasta Cádiz. Vivían de la agricultura y ganadería, aunque también del comercio con productos artesanos y minerales que intercambiaban con comerciantes extranjeros como los griegos.
- Celtas (Celtíberos): Conjunto variado de pueblos que habitaban ambas mesetas. Economía agraria, más bien pobre, agrupados en confederaciones de tipo tribal y con metalurgia del hierro bastante avanzada.
Colonizaciones: Fenicios, Griegos y Cartagineses
Fenicios
La presencia fenicia, limitada a la costa andaluza, estuvo asociada al mundo de Tartessos. Eran factorías comerciales para traficar con los centros de producción de metales del interior.
Griegos
Las colonias griegas fueron enclaves iberos o fenicios usados por los navegantes griegos para comer, cenar, dormir y comerciar con los indígenas del interior. Es el primer pueblo de la historia que acuña moneda, introducen la vid y el olivo.
Cartagineses (Púnicos)
La presencia púnica en la península abarca los siglos IV y III a.C. Los cartagineses sustituyeron a los comerciantes fenicios y se instalaron en factorías comerciales desde las que controlaban los productos del interior. Se extiende por Murcia.
Conquista y Romanización
Tras firmar Roma en el 226 a.C. con Cartago el Tratado del Ebro (fijaban en ese río el límite de expansión cartaginesa), el propio senado romano infringió el acuerdo firmado en pacto de feudos con Sagunto. La guerra acabó con la victoria de Roma y el hundimiento de Cartago. Entre 155 y 133 a.C. se desencadenó una guerra generalizada. En el norte, las tribus celtíberas del valle del Duero y del Tajo se enfrentaron al pueblo romano, y entre los años 27 y 17 a.C. Augusto culminó la conquista a través de las guerras contra cántabros, astures y galaicos. La romanización consistía en la transformación gradual de todos los habitantes de los pueblos peninsulares en ciudadanos del Imperio Romano, asumiendo las costumbres, organización política, jurídica y social, así como la lengua, el latín.
Evolución Política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba
En el 711, Tarik desembarcó en Gibraltar. El Reino Visigodo se derrumbó sin apenas oponer resistencia. En pocos meses, los musulmanes conquistaron Córdoba, Sevilla y Toledo.
Emirato
A mediados del siglo VIII, se produce un cambio importante cuando los omeyas, dinastía en el poder, fueron víctimas de la revolución abasí. Un miembro de la familia omeya, Abderramán I, logró escapar refugiándose en Al-Ándalus, donde gracias a los grupos partidarios de su familia se proclamó emir. Su reinado se caracterizó por la lucha constante por afirmar su dominio frente a los distintos grupos árabes y bereberes que se rebelaban contra su poder.