Evolución de la Educación Social Católica en España (1870-1945): Mujer, Trabajadores y Modelos Educativos

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La Mujer en el Contexto del Catolicismo Social

Estas obras surgen en un clima de confrontación con el laicismo, frente al movimiento feminista y como respuesta al trabajo de la mujer fuera del hogar y a las nefastas consecuencias para la preservación del modelo familiar que esa situación provoca. Para el catolicismo social, la creciente incorporación de la mujer a las fábricas exige una especial legislación protectora que preserve las funciones prioritarias de la mujer como madre y esposa. Por ello, prefiere el trabajo a domicilio y aspira a que la mujer retorne al hogar, intenta preservar su moralidad en el trabajo (separación por sexos) y protege a la gestante.

Las obras de preservación y protección de las mujeres trabajadoras, dentro de un movimiento de "feminismo cristiano", por un lado, se reafirman en el modelo de mujer tradicional, en sus funciones de madre y esposa, pero, por otro, reconocen la nueva realidad social y económica, tratando de prepararlas lo mejor posible para la doble función que desempeñarán: madres y trabajadoras.

También, por iniciativa católica, surgen obras destinadas a la educación y la formación profesional de las mujeres en general, especialmente de las clases medias, como el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular para la Mujer, creado en Barcelona en 1909.

Los Trabajadores y la Educación en Valores

Tanto en los Círculos Obreros como en los Sindicatos, las veladas de educación en valores de ahorro y previsión se pueden considerar instrumentos genéricos de educación popular, de iniciativa católica, paralelas y alternativas a las fundadas por iniciativa liberal o socialista. En el contexto de las obras de "extensión universitaria", surgieron también las "universidades populares católicas" y otras análogas. Además, la tendencia a formar militantes y propagandistas obreros obligó a crear instituciones destinadas a preparar a esa élite obrera católica, como el Instituto Social Obrero.

Trayectoria de la Educación Social Católica (1870-1945)

La trayectoria general de la educación social católica entre 1870 y 1945 gira en torno a tres modelos que se corresponden con tres etapas coexistentes: el Patronato, el Círculo de Estudios y la Pedagogía Activa.

El Modelo Paternalista: El Círculo Católico de Obreros

El modelo paternalista de educación social católica por excelencia es el Círculo Católico de Obreros, un tipo de asociación polivalente en el que se integraban fines instructivos y educativos, religiosos y morales, materiales, asistenciales y recreativos.

Para cumplir los fines instructivos, ofertaba una escuela diurna para los hijos de los socios y otra nocturna para los socios. Pero, además, la función educativa se ejercía a través del resto de servicios y actividades (conferencias, fiestas, etc.). La oferta católica de educación y cultura popular se hacía también a través de escuelas parroquiales, dominicales y centros instructivos para obreros o escuelas profesionales creadas a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

El objetivo del Patronato era la atracción de una masa alejada mediante una oferta deportiva y recreativa que facilitara la influencia moral y religiosa. Estaba especialmente destinado a recoger a los jóvenes de 14 a 16 años, como continuación de la catequesis parroquial, y la estancia solía prolongarse hasta los 20.

El Círculo de Estudios y las Juventudes Católicas

En la evolución del movimiento católico, surgió pronto la necesidad de organizar asociaciones propagandistas y militantes, especialmente en el ámbito juvenil, para contrarrestar la actividad de los movimientos enemigos: laicista y socialista. Las primeras "juventudes católicas" surgieron en medios urbanos, burgueses y nobiliarios, paralelamente a las Asociaciones de Católicos. Su ideal era "Piedad, Estudio, Acción". Era un método novedoso respecto al tradicional de clases y conferencias porque implicaba la participación activa de los jóvenes en la adquisición de conocimientos y criterios doctrinales. El Círculo de Estudios fue el método de trabajo y formación de diversas Juventudes Católicas europeas de las primeras décadas del siglo XX.

La Pedagogía Activa y la Encuesta o Revisión de Vida

El Círculo de Estudios implicaba una participación del joven en el debate, pero la Encuesta o Revisión de Vida (Ver, Juzgar y Actuar), utilizada por la JOC, suponía un cambio significativo en el proceso de formación. Ahora se partía de "hechos de vida", de la realidad directamente vivida por los jóvenes. De forma inductiva, el análisis de la realidad llevaba a descubrir los valores cristianos (juzgar) y a comprometerse en la transformación de esa realidad.

Este método se difundió en los años 30 como método ideal también para la formación de jóvenes campesinos y estudiantes. En España, no se generalizó como método hasta los años 60.

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