Evolución Económica de Europa: Industrialización, Imperialismo y Reconstrucción

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1. Auge y Desaceleración de la Economía en Gran Bretaña

Favorecida por el retraso industrial de los restantes países europeos, Gran Bretaña alcanzó el cenit de su progreso entre 1850 y 1873. Convertida en el “taller del mundo”, su liderazgo técnico mundial se plasma en el desarrollo de la Exposición Universal de Londres (1851). Su poderío económico se manifiesta en la gran producción de materias primas esenciales –carbón y hierro– de la primera revolución industrial, si bien su primacía se ve reducida o superada en 1870-1914 por la emergencia de dos serios competidores, líderes de la segunda revolución industrial: Alemania y EEUU. La posesión de estas materias primas contribuyó a una fuerte expansión de la industria siderúrgica y metalúrgica, potenciada por los efectos de arrastre ligados a la construcción del ferrocarril. Por último, Gran Bretaña mantiene la supremacía de otra gran industria típica de la primera revolución industrial: la textil. A pesar de esta posición, a partir de 1870 decrece el empuje británico, con especial énfasis en la producción de bienes de equipo y materias primas: las ventajas comparativas en el precio del carbón y hierro se van anulando frente a los países líderes de la industrialización a fines del siglo XIX. Este declive responde tanto a causas generales de la economía mundial como a otras propias del desarrollo británico.

En primer lugar, tiene lugar un fuerte descenso de los precios de la economía europea entre 1874 y 1896, acentuado en Gran Bretaña por la reducción del valor de las manufacturas al disminuir los costes de producción. Este descenso coincidió con un incremento de los salarios exigidos por el movimiento obrero, mejor organizado, ocasionando un descenso de los beneficios de la empresa y las inversiones. Estas condiciones desfavorables se vieron agravadas en Gran Bretaña por el menor dinamismo del sector empresarial. Debido a su escaso interés en realizar inversiones en innovaciones técnicas, pese a haber muchos inventores británicos, las nuevas industrias de alta tecnología características de la segunda revolución industrial –química, electricidad, óptica, automóvil– se desarrollaron en Alemania y EEUU, mientras la maquinaria británica envejecía y se volvía menos competitiva en el mercado. Este retroceso se vio agravado por la escasa formación técnica facilitada por el sistema educativo británico, sobre todo en la Universidad. Este mayor conservadurismo de la sociedad británica en el último tercio del siglo XIX se manifestó en la respuesta a la depresión económica. En vez de reformar sus estructuras, decidió conquistar mercados subdesarrollados mediante el imperialismo: su política colonial primaba la explotación comercial sobre el dominio político mediante la imposición de tratados de comercio desigual, que fuerzan a los territorios sometidos a aceptar imponer bajos aranceles sobre la importación de manufacturas británicas. Al decrecer el comercio exterior británico a fines del siglo XIX, pese a mantener el librecambismo para proteger sus intereses financieros, el Gobierno consideró conveniente gestar un mercado protegido. Basado en la “preferencia imperial” diseñada por Chamberlain, consistente en el trato comercial privilegiado otorgado a dominios y colonias, esta opción terminará por configurar tras la crisis de 1929 la Commonwealth.

2. La Industrialización en Francia

2.1. Características Generales de la Industrialización

La primera constatación al estudiar el desarrollo industrial francés es su desarrollo más tardío frente al caso británico, derivado de distintas causas:

  • Consolidación de la pequeña propiedad agrícola al suprimir la Revolución Francesa (1789-95) los derechos señoriales y vender los bienes de la Iglesia, comprados por la burguesía de las ciudades.
  • Escasez relativa de recursos naturales: el carbón era importado de Bélgica y el hierro del Norte de Francia y Lorena era de mala calidad.
  • Escaso crecimiento demográfico, que limita el mercado interior.
  • Deficiencias del sistema de crédito.
  • Mayor dificultad para introducir infraestructuras como el ferrocarril, debido a la carencia de inversiones y a la resistencia social.
  • Escasa inversión industrial y excesivo peso de la pequeña empresa artesanal reacia a las innovaciones técnicas.
  • Marginación de la industria por la política económica estatal durante la primera mitad del siglo XIX en beneficio de la agricultura y el comercio.
  • Apelación al proteccionismo integral.

2.2. El Impulso Decisivo: el Segundo Imperio (1852-71)

Tras un impulso inicial rápido en 1770-90, debido a la incorporación de técnicas británicas, la industrialización se desaceleró en 1790-1815 ante las guerras y crisis políticas del período. El proceso se retomó en 1815-50, sobre todo desde 1830, primero en la industria textil (Alsacia, Normandía) y luego en la siderúrgica, con ayuda financiera inglesa. La crisis agraria e industrial, permite la llegada al poder de Napoleón III y la instauración del Segundo Imperio (1852-71). En este período, la industria vive un proceso de concentración gracias a la incorporación de nuevas técnicas, el crecimiento de la competitividad y la unificación del mercado nacional gracias al ferrocarril. Si la siderurgia se beneficia de la demanda generada por la construcción del ferrocarril, la industria textil se apoya en el mercado interior e incluso se especializa en tejidos de lujo (seda) en el mercado internacional.

Tratado Cobden-Chevalier: dos razones; Francia abandona la política proteccionista de su economía para adaptar el liberalismo económico. Contiene por primera vez la cláusula de la nación más favorecida. Esta es común en el derecho de tratados y consiste en que cuando dos países firman un tratado comercial que incluye beneficios arancelarios, y posteriormente a la entrada en vigor de dicho tratado, uno de los dos países firmantes, firma un tratado con un tercer país, que contenga mejores condiciones de mercado internacional, las cuales se aplican directamente a los dos primeros países.

2.3. Crisis y Readaptación (1870-1914)

Este proceso de expansión llega a su fin en 1870. En el plano político, la derrota de Sedán frente a Alemania provocó la caída de Napoleón III y la instauración de la República. Generó fuertes dificultades a la industria al anexionarse Alemania los territorios de Alsacia y Lorena, sede de industrias textiles y siderúrgicas, así como de yacimientos de hierro. Estos problemas se ven agravados por una fuerte crisis agrícola por la llegada de trigo más barato de ultramar, y por el estallido de una fuerte plaga de filoxera en el viñedo, que reduce a la mitad la superficie cultivada.

3. La Industrialización en Alemania

3.1. Las Precondiciones del Progreso Económico

El proceso de industrialización alemán se caracteriza por su fuerte aceleración desde 1870. Dividida Alemania con anterioridad en unas 300 jurisdicciones independientes, en 1815 el Congreso de Viena delimitó 39 Estados, siendo los territorios occidentales más ricos que los orientales. Un primer factor es el crecimiento demográfico. Se desarrollan durante el siglo XIX reformas agrarias que transforman las anteriores relaciones feudales en capitalistas con serias variantes regionales. En Prusia, núcleo del futuro Estado alemán, la liberación de los siervos decretada a principios de la centuria les obligaba a devolver una tercera parte de las tierras que cultivaban al señor. A diferencia de Francia, se consolidó una clase de señores terratenientes (junkers) que modernizaron sus grandes explotaciones mediante la introducción de nuevos cultivos, la estabulación del ganado y la contabilidad comercial, así como ya a fines del siglo XIX, de maquinaria y fertilizantes. En tercer lugar, destacan las mejoras en los transportes como los caminos, construidos y gestionados por administraciones públicas mediante el cobro de peajes, o la red de canales, utilizada en beneficio de la industria para transportar materias primas como el hierro. Por último, el desarrollo económico se ve acelerado por la creación del Zollverein (Unión Aduanera). Si ya desde 1815 cada Estado estimuló el tráfico aduanero igualando impuestos y suprimiendo aduanas internas, Prusia inicia en 1828 una unión aduanera con otros Estados del Norte que en 1834 incluye mayores aspectos para incluir en 1848 a todos los Estados alemanes, salvo Austria. Esta unificación genera tensiones entre los Estados miembros sobre la política comercial conjunta. Austria, los Estados del Oeste y Sur de Alemania son proteccionistas. Líder del Zollverein y de ideología librecambista, Prusia negocia en 1862 con Francia la reducción de aranceles aduaneros en todo el Zollverein. Las consecuencias económicas del Zollverein serán en esencia tres:

  • La unificación monetaria de Alemania.
  • La ampliación de capital y tecnología procedente de Gran Bretaña, Francia y Bélgica en 1850-70.
  • Se asiste a un fuerte desarrollo de la minería y la industria siderúrgica.

3.2. La Segunda Revolución Industrial (1870-1914)

Al mayor crecimiento demográfico y urbano se añade la unificación política realizada por Prusia en 1870. El fuerte interés estatal por la industrialización se unirá a los intereses de los grandes terratenientes ante la crisis finisecular para introducir un creciente proteccionismo selectivo que reserve el pujante mercado interior a unas empresas alemanas cada vez más competitivas. Característica marcada frente a Gran Bretaña y Francia, tras la crisis económica de 1873, la industria alemana conoce una fuerte expansión de las organizaciones monopolísticas bajo dos formas esenciales:

  • Cartel: acuerdo temporal entre empresas para regular precios mínimos de venta, cuotas de producción y la distribución geográfica de los mercados.
  • Konzern o integración vertical de empresas.

Las tácticas de monopolio se aplicaron a la conquista de mercados exteriores en Europa y Latinoamérica mediante el dumping o competencia desleal.

4. El Imperialismo

Este proceso supone la anexión por los países industrializados de grandes extensiones en África, Asia y Oceanía. Abrió procesos de negociación, como el establecido en la Conferencia de Berlín, donde los países occidentales se repartieron las zonas de influencia en el continente africano y fijaron las condiciones para su colonización. Esta expansión imperialista, favorecida por la mejora de los transportes y los medios de comunicación, se asienta en la superioridad económica y técnica de los países desarrollados. Supone un control directo de la metrópoli al aplicar sus leyes en las colonias y explotar sus recursos naturales. La expansión imperialista tuvo distinto alcance según los países:

  • Gran Bretaña constituyó el mayor Imperio.
  • Francia se consolidó, sobre todo, en África.
  • Algunos países que llegaron tarde a este proceso debieron conformarse con los territorios aún sin ocupar.
  • Portugal y España combinaron la preservación de restos de su antiguo Imperio con la ocupación de algunos espacios vacíos.
  • EEUU consolida su presencia en el Pacífico y el Caribe al derrotar a España en 1898 y ejerce un “imperialismo informal” desde principios del siglo XX en América Central.

4.1. Causas del Imperialismo

a. Causas Políticas e Ideológicas

  • Control de zonas estratégicas en disputa, cuya importancia se ve acrecentada por el proceso de integración económica mundial.
  • Fomento combinado del sentimiento nacionalista e imperialista, en ocasiones unido a procesos de unificación territorial (Italia).
  • Difusión de la cultura y pensamiento occidental –incluida la religión–, considerados superiores, en otras áreas del mundo.

b. Causas Económicas

  • Búsqueda de materias primas y alimentos no existentes en Europa. La segunda revolución industrial desarrolla sectores con nuevas necesidades de abastecimiento.
  • En muchos territorios (África), el papel de las colonias como mercados de la metrópoli era más limitado. La mayoría de las exportaciones de los países industriales se dirigía a países europeos, de inmigración europea o Latinoamérica. Este comercio colonial era más estable y seguro que el realizado con otros países independientes y constituía un amortiguador frente a crisis y alteraciones de las relaciones comerciales internacionales.
  • Por norma general, la mayor parte de la inversión exterior de los principales países colonizadores no se dirigía a las colonias, sino a Europa o Latinoamérica.

4.2. Consecuencias del Imperialismo

  • Tesis tradicional: las colonias supusieron poco provecho y muchos gastos para la metrópoli.
  • Tesis revisionista: las colonias generaron un gasto moderado e importantes efectos de arrastre para la economía de la metrópoli.

Una ponderación de ambas tesis suscita las siguientes observaciones:

  1. La explotación colonial no otorga su superioridad económica a Europa; pero ayuda a consolidarla al facilitarle el acceso a materias primas y nuevos mercados. Ciertos sectores económicos, grupos de presión y empresas sí obtuvieron beneficios elevados de este comercio dictado desde la metrópoli.
  2. El colonialismo, al promover la occidentalización del mundo no europeo, provoca un proceso de integración cultural paralelo al económico.
  3. Las colonias sufrieron un intercambio desigual frente a la metrópoli que generó escasos efectos de arrastre y agravó su dependencia del exterior. Al depender de una metrópoli no son capaces de tomar decisiones de autonomía económica.

5. Las Consecuencias Económicas de la Primera Guerra Mundial

  • Fuertes pérdidas humanas y descenso de la natalidad.
  • Pérdidas materiales. Deterioro de infraestructuras y bienes de equipo, sobre todo en Francia, Bélgica y el Este de Europa.
  • Deterioro de la actividad económica: colapso de las transacciones, flujos migratorios y comunicaciones, así como descenso del nivel de vida y de la demanda.
  • Problemas de reconversión de una economía de guerra en una de paz, agravados por el déficit de la balanza comercial, el déficit presupuestario y el aumento de la deuda pública generados por el conflicto, que desata problemas de inflación.
  • Reordenación del mapa político de Europa, al surgir nacionalidades desgajadas de los Imperios austrohúngaro, ruso y turco.
  • Cambios en las relaciones económicas entre países ante el avance industrial y comercial de EEUU y Japón sobre las restantes naciones implicadas en la guerra, cuyas economías se resienten de las consecuencias del conflicto.

6. La Crisis de 1929 y la Depresión de los Años Treinta

La causa principal que generó en EEUU esta fuerte depresión económica, propagada con rapidez al ámbito internacional, es aún hoy día objeto de debate. Para algunos, esta causa tiene su origen real en el menor crecimiento de los salarios de los trabajadores frente a la productividad y los beneficios de las empresas durante los años veinte. El descenso del consumo por parte de la población fue retrasado durante los años veinte por el estímulo de la publicidad y de las ventas a plazos, pero la desaparición de este sistema y la crisis de liquidez iniciada desde 1930 generarán una contracción de la demanda aún mayor. La subida del tipo de interés en EEUU por la Reserva Federal provocó la retirada de algunos capitales europeos, dificultó la fluidez de las compras de acciones a plazos y desató su venta apresurada. En pocos días se produjo una fuerte caída de la cotización de la bolsa, que trasladó la crisis al débil sistema bancario. Muchos otros restringieron su política de créditos, la inversión privada cayó y la crisis se extendió al comercio y la industria. Las empresas frágiles se arruinan. Orientada la producción industrial a las masas trabajadoras, su menor poder adquisitivo genera la contracción de la demanda y la acumulación de stocks. Se genera una espiral de deflación, caída de la producción industrial y paro que agudiza la depresión económica. La sobreproducción y contracción de la demanda desincentiva la inversión agrícola e industrial, así como la crisis bursátil orienta el dinero a los bonos del Estado, considerados más fiables. La falta de liderazgo de EEUU sobre la economía internacional durante los años veinte facilitó que la fuerte depresión generase dos reacciones inmediatas, de amplia repercusión internacional.

7. La Reconstrucción Económica Posbélica (1945)

Si nos situamos en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba experimentando una transformación económica significativa. Los países desarrollados procedieron a restaurar el orden liberal mundial que se había visto deteriorado de gravedad en las épocas anteriores. Podríamos caracterizar este periodo por la reconstrucción económica, crecimiento industrial y la creación de instituciones internacionales.

7.1. El Plan Marshall

Lanzado en 1948 por Estados Unidos, fue fundamental para la reconstrucción de Europa Occidental. Consistió en la entrega de 13 mil millones de dólares en ayuda financiera para modernizar infraestructuras, estabilizar economías devastadas y evitar la expansión del comunismo. Más allá de su impacto económico, fomentó la cooperación internacional, sentando las bases para lo que más tarde se convertiría en la Unión Europea. Su éxito no solo reactivó las economías europeas, sino que también fortaleció las democracias, asegurando un período de estabilidad política y crecimiento sostenido.

7.2. Políticas Nacionales de Reconstrucción

Además del Plan Marshall, la rápida recuperación económica dependió en gran medida de las políticas nacionales adoptadas por cada país. Estas políticas se centraron en varios aspectos clave, como pueden ser:

A. Fomento de la inversión: Los gobiernos incentivaron la reconstrucción mediante medidas fiscales y créditos favorables.

B. Intervención estatal: Muchos países aplicaron políticas intervencionistas. Por ejemplo:

  • En el Reino Unido, se nacionalizaron sectores como la energía, el carbón y el transporte.
  • En Francia, el Plan Monnet coordinó la inversión pública y privada en sectores clave como el carbón, el acero y la electricidad.
  • En Alemania Occidental, se implementaron reformas monetarias que estabilizaron la economía y facilitaron la inversión.

C. Consenso social: Se lograron acuerdos entre empresarios y trabajadores para contener los salarios y controlar los precios, lo que ayudó a evitar crisis inflacionarias. Fundamental para mantener la estabilidad económica y social.

Estas políticas nacionales aceleraron la recuperación y sentaron las bases para el crecimiento económico sostenido de las décadas siguientes. Además, fortalecieron la cooperación entre los países europeos, lo que facilitó la creación de instituciones económicas internacionales y promovió la integración regional.

7.3. El Sistema de Bretton Woods

Simultáneamente, en julio de 1944 representantes de 44 países se reunieron en Bretton Woods con el objetivo de establecer un nuevo sistema monetario internacional. Esta conferencia, conocida como la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, se llevó a cabo en un momento crucial, al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando había una necesidad urgente de reconstruir las economías devastadas y evitar las políticas económicas que habían contribuido a la Gran Depresión. El sistema creado en Bretton Woods estableció que el dólar estadounidense sería la moneda de referencia mundial, respaldada por el oro.

8. Consecuencias Económicas de la Segunda Guerra Mundial en Europa Oriental

  • Mayor número de pérdidas humanas y materiales que en Europa occidental.
  • Importantes movimientos migratorios.
  • Reordenación del mapa político.
  • Reestructuración política y económica al crearse en los territorios ocupados por la URSS regímenes socialistas bajo el liderazgo soviético. Este proceso se agudizará al estallar la guerra fría que divide al mundo en dos bloques –capitalista y comunista–.

Este enfrentamiento se traduce en Europa oriental en:

a) La firma del pacto de Varsovia (1955), como alianza militar los países socialistas, en respuesta a la creación de la OTAN.

b) Rechazo del Plan Marshall y creación en 1949 del COMECON como respuesta a la fundación en 1948 de la Organización Europea de Cooperación Económica.

9. El Crecimiento Económico Posbélico y el Apogeo de las Economías de Planificación Central (1945-70)

Los principales objetivos de los nuevos regímenes socialistas eran dos:

a) Promover el desarrollo industrial en sus respectivos países.

b) Lograr una transformación de la estructura económica y social mediante la abolición de la propiedad privada.

Los principales medios para lograr estos objetivos eran:

a) El Estado fue adquiriendo la propiedad de los medios de producción hasta obtenerla por completo a principios de los años cincuenta en todos los sectores productivos. Principal excepción, la tierra permaneció como propiedad privada; pero su trabajo se organizaba mediante cooperativas.

b) La planificación estatal, que abarcaba múltiples aspectos de la vida económica y fijaba unos objetivos muy detallados para cada sector. En su estrategia, el gobierno dio prioridad a la industria pesada y a la producción de energía eléctrica; pero marginó la agricultura, la industria de bienes de consumo y los servicios. Para financiar la industrialización, el Estado promovió el ahorro y restringió el consumo de la población.

Fuertes pérdidas humanas y materiales sufridas por Europa oriental, así como el mayor retraso de sus economías frente a las de Europa occidental. Las principales razones de este fuerte crecimiento económico se deben al incremento de la productividad derivado de la expansión de dos factores de producción:

a) Factor trabajo. Crece gracias a la incorporación de la mujer al mundo laboral, la ampliación de horas de trabajo, la transferencia de trabajadores agrícolas a empleos industriales y el desarrollo de algunas actividades intensivas en trabajo en el sector servicios.

b) Factor capital. Crece gracias al aumento del ahorro y restringirse el consumo tanto por la política estatal como por la escasa oferta de bienes. La inversión estatal primó a la industria sobre la agricultura y a la producción de bienes de equipo sobre la de consumo.

No obstante, este crecimiento de la economía fue extensivo, incluyó errores de planificación y condujo a una mala asignación de recursos durante los años cincuenta y sesenta. El énfasis se puso en la acumulación de capital y crecimiento del empleo, no en la eficiencia de su asignación, lo que produjo la aparición de rendimientos decrecientes. Como solución, se promovieron ciertas reformas económicas orientadas a flexibilizar los mecanismos de asignación de recursos, sobre todo en países como Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia y RDA. La planificación estatal se volvió indicativa e incluyó la participación de empresas. Se fomentó asimismo la eficiencia de los trabajadores con pequeños estímulos propios de economías de mercado. Los precios de los productos se ajustaron más al valor de mercado y aumentaron las facilidades de inversión. Último punto característico, el comercio exterior representó un papel menor en las economías de Europa oriental. La estrategia estatal defendía cierta autosuficiencia económica y política que restringía el comercio exterior. Este sólo creció desde mediados de los años cincuenta entre los países socialistas, orientación que impidió aprovechar la tecnología occidental. La misma cooperación entre países socialistas tardó en consolidarse, pese a constituirse el COMECON en 1949.

10. La Crisis del Modelo Socialista (1970-90)

La desaparición de las economías de planificación central se relaciona con sus dificultades para aumentar el bienestar de la población y asumir las transformaciones de la economía mundial a fines del siglo XX.

10.1. Situación General de los Países Socialistas

Se intentó proseguir las reformas encaminadas a lograr una mayor eficiencia económica; pero el inmovilismo político frenó muchos cambios. Se impuso así la denominada “doctrina Breznev”: el temor a la intervención militar soviética si se exigían reformas políticas o económicas radicales frenó las aspiraciones de muchos países. Como alternativa, ciertos países intentaron importar la mayor eficiencia económica de Europa occidental. La estrategia consistía en comprar mediante créditos maquinaria occidental para desarrollar industrias que exportaran bienes de mayor calidad a Occidente, corrigiendo los desequilibrios de la balanza comercial y proporcionando una moneda fuerte para devolver los créditos occidentales. Este desfase técnico se vio agravado por el encarecimiento de las fuentes de energía. Aunque la primera crisis del petróleo no afectó a Europa oriental gracias a las reservas de la URSS, la segunda crisis golpeó con dureza a estas economías porque los precios del petróleo soviético se habían ido ajustando al precio mundial. Resultado de ambas circunstancias, la balanza de pagos empeoró y la deuda exterior aumentó hasta interrumpir la llegada de inversiones extranjeras y dificultarse la importación de maquinaria occidental y bienes esenciales, que deben racionarse. Como consecuencia de la estrategia de crecimiento basada en la importación, el comercio dentro del COMECON se redujo al desviar cada país la producción de sus sectores más eficientes a Europa Occidental. Con todo, el COMECON dependía de la URSS para recibir petróleo, gas natural y materias primas, amén de maquinaria. A cambio, recibía máquinas, bienes de equipo y de consumo a pesar de su inferior calidad frente a los productos occidentales.

10.2. La Unión Soviética

Tuvo dificultades:

  • Aprovechó el alza de precios de los productos energéticos de forma lenta, al mantener un precio político de ayuda a los países del Este.
  • A pesar de aumentar el estado las inversiones en agricultura, las explotaciones no pudieron mantener el crecimiento y tuvo que importarse grandes cantidades de cereal en los años ochenta para alimentar a la población.
  • El crecimiento de la inversión industrial, sobre todo en bienes de equipo, no impidió padecer una baja productividad debido tanto a la carencia de innovaciones técnicas y de incentivos como a la renuncia estatal a proceder a una reconversión para mantener la estabilidad del empleo.
  • El esfuerzo realizado en la carrera armamentista y espacial con los EEUU restó recursos para la inversión en bienes de consumo, cuya oferta insuficiente agravaba el déficit comercial y provocó el empeoramiento de la vivienda y los servicios públicos.

Su estrategia para la reestructuración era aumentar la inversión para mejorar la tecnología industrial, aumentar la eficiencia productiva y calidad de los bienes, eliminar las importaciones y crear un sector exportador de bienes de consumo. Para lograr estos objetivos, se colocó a tecnócratas al frente de industrias clave y se intentó frenar la corrupción de la burocracia, malversación de fondos públicos y desarrollo de la economía sumergida. Esta estrategia se extendió a Europa oriental; pero la debilidad de la URSS impidió imponer su adopción unánime. Algunos países adoptaron reformas similares mientras otros países se resistieron en defensa de la ortodoxia comunista.

11. La Transición Hacia una Economía de Mercado

Esta transición se ha revelado traumática, como se refleja en la fuerte contracción del PIB a principios de los años noventa en los antiguos países socialistas. Ha supuesto dotarse de un nuevo marco político, legislativo e institucional acorde con una economía de mercado, que ha impuesto el cese de la planificación estatal y un proceso de privatización de empresas públicas. Estos países han abierto sus economías al exterior mediante el libre flujo de bienes y servicios, personas y capitales. Este proceso se ha plasmado en la integración en la Unión Europea de los países bálticos y de Europa central en 2003 y la de Rumania y Bulgaria prevista para 2007. Tras un período inicial marcado por una fuerte contracción del PIB (1990-93) en todos los países provocada por la seria reestructuración de sus economías, esta transición se ha saldado con diverso éxito. Ha incluido procesos de secesión (Checoslovaquia, Yugoslavia) o de reunificación política (Alemania). Entre los mejor situados, sobresale Polonia y en menor medida Chequia, Eslovaquia y Hungría. Sin embargo, el mayor atraso de las economías de Rumanía, Bulgaria y Albania, así como los conflictos políticos y militares que han desmembrado Yugoslavia en distintos Estados han situado a la Europa balcánica más lejos de la convergencia económica con la Europa occidental. La antigua URSS, tras convertirse desde 1992 en una federación de Repúblicas que excluye a los países bálticos y Georgia, ha combinado la liberalización del comercio exterior con la persistencia de cierta planificación del mercado interno. Con todo, la intervención económica del Estado se ve obstaculizada por el hundimiento de la fiscalidad estatal y la persistencia de la economía sumergida.

12. El Acuerdo de Bretton Woods y las Nuevas Instituciones Económicas

Esto significaba que otras monedas estarían vinculadas al dólar, y el dólar, a su vez, estaría vinculado al oro a una tasa fija de $35 por onza. El objetivo de este sistema era garantizar la estabilidad del tipo de cambio y evitar las devaluaciones competitivas que habían sido comunes antes de la Segunda Guerra Mundial. El acuerdo de Bretton Woods también dio lugar a la creación de dos nuevas instituciones económicas. Las nuevas instituciones económicas surgieron debido a factores como: la devastación de la Segunda Guerra Mundial, ya que la guerra dejó a Europa y Japón en ruinas, con economías destrozadas y una necesidad de reconstrucción urgente; necesidad de estabilidad económica, era necesario evitar grandes cambios en los tipos de cambio y mantener la estabilidad financiera del mundo; Cooperación internacional, se pretendía conseguir cooperación económica entre naciones, evitando conflictos económicos que propiciasen una nueva guerra.

12.1. El Fondo Monetario Internacional (FMI)

El FMI (Fondo Monetario Internacional, 1945), se creó con el objeto de promover la estabilidad financiera y la cooperación monetaria internacional. Sus funciones principales son: conseguir estabilidad cambiaria y una Cooperación Monetaria Internacional; Facilitar el Comercio Internacional, contribuyendo así a altos niveles de empleo e ingresos reales; Sistema Multilateral de Pagos para las transacciones corrientes entre los países miembros y eliminar las restricciones cambiarias que dificultan el comercio mundial; Asistencia Financiera Temporal para evitar que los países con problemas económicos recurran a medidas perjudiciales para la prosperidad nacional o internacional.

12.2. El Banco Mundial

Tras la conferencia de Bretton Woods querían establecer un sistema financiero que promoviera la estabilidad económica y ayudara a evitar crisis económicas, para ello crearon El Banco Mundial con un objetivo de proporcionar préstamos a bajo interés y asistencia para la reconstrucción de los países afectados por la Segunda Guerra Mundial, siendo sobre todo Francia, Países Bajos y Bélgica. El Banco Mundial es un grupo de instituciones que proporcionaron ayudas a estos países tras la guerra.

12.3. Consecuencias de las Nuevas Instituciones Económicas

  • Positivas: una estabilidad económica global, reconstrucción y desarrollo en los países afectados por la Segunda Guerra Mundial, se facilita el comercio internacional.
  • Negativas: hubo una imposición de políticas de ajuste estructural lo que llevó a consecuencias negativas, los países tenían dependencia económica hubo una pérdida de soberanía y un impacto social negativo.

13. Conclusión

La recuperación económica de Europa tras la Segunda Guerra Mundial se llevó a cabo en un conjunto de estrategias clave, destacando el Plan Marshall y las políticas nacionales de reconstrucción. El éxito de esta estrategia no solo sentó las bases de un crecimiento sostenido, sino que también cimentó la integración europea y la estabilidad política, elementos esenciales en la construcción de un continente en paz y cooperativo.

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