Evolución Agrícola Española: Desafíos y Cambios en el Siglo XIX

Enviado por Chuletator online y clasificado en Geografía

Escrito el en español con un tamaño de 5 KB

Transformación Agraria en España: Siglo XIX, Desamortización y Consecuencias

Los cambios técnicos que se produjeron en el medio agrícola fueron lentos. Hasta bien entrado el siglo XIX, perduró un tipo de crisis característico del Antiguo Régimen: una mala cosecha producía un incremento de la mortalidad ante la imposibilidad de lograr que otras regiones enviaran sus excedentes, dada la penuria de los transportes. Estas crisis afectaban a los sectores más humildes (braceros, jornaleros), mientras que los grandes propietarios se beneficiaban del alza de los precios.

A lo largo del siglo XIX, se produjo un modesto crecimiento del sector agrícola en España, ayudado por la ampliación de la superficie cultivada, el proteccionismo y el crecimiento demográfico. Este relativo crecimiento no fue acompañado de una modernización técnica. La falta de inversión y de mejoras técnicas mantenían en el campo español unos sistemas tradicionales incapaces de dar respuesta a las necesidades de la población. La escasez de capitales en las grandes explotaciones, debida a la falta de iniciativa, y en las pequeñas explotaciones familiares, a la falta de recursos, favorecía el inmovilismo de una agricultura que seguía siendo extensiva. Si la superficie de cultivo había aumentado, los rendimientos seguían siendo bajos. El campesinado no aumentó su nivel de vida y no se pudo crear un mercado interno que absorbiera la producción industrial y generara la modernización económica.

Cultivos Principales

Los principales cultivos seguían siendo los de la trilogía mediterránea:

  • Trigo: Aumentó su producción y demandó tarifas arancelarias que gravasen la entrada de trigo extranjero.
  • Vid: Multiplicó su producción, convirtiéndose en el producto principal de las exportaciones al entrar en crisis el sector en Francia.
  • Olivo: Su producción se mantuvo gracias a la demanda hispanoamericana.

El único sector donde se produjo una capitalización e intensificación de las explotaciones fue en la producción de cítricos en levante, donde se mejoraron los sistemas de riego y se introdujeron fertilizantes, por lo que las exportaciones se triplicaron.

Como conclusión, la falta de inversiones y de mejoras técnicas mantuvo en el campo español unos sistemas tradicionales. La escasez de capitales en las grandes explotaciones debido a la falta de iniciativa de sus dueños, y en las pequeñas explotaciones familiares por la falta de recursos, favorecían el inmovilismo de la agricultura, que seguía practicando sistemas extensivos de cultivo.

Consecuencias del Proceso Desamortizador

Las consecuencias de la desamortización podemos apreciarlas en varios ámbitos:

Ámbito Social

No se creó una clase media campesina y se impuso una mayor miseria a los campesinos, ya que los nuevos propietarios hicieron más duras las condiciones de los contratos que empleaban a jornaleros. Se creó así una nueva oligarquía, la de los burgueses territoriales, que no reformaron sus explotaciones, sino que se convirtieron en absentistas, que viven de las rentas, sin preocuparse de la modernización de las haciendas.

Ámbito Económico

Se aumentó la extensión de tierras cultivadas, pero no se produjo el proceso de renovación técnica que debía traer como resultado un aumento de la productividad de la tierra. Los rendimientos por hectárea siguieron siendo bajos. Además, los Ayuntamientos perdieron una de las más importantes fuentes de ingresos, lo que ocasionó una mayor centralización al depender del Ministerio de Gobernación y, por contra, una pérdida de la autogestión y descentralización que defendían los progresistas.

Ámbito Cultural

Numerosas obras de arte y bibliotecas fueron vendidas a precios bajos y acabaron fuera de España (otros engrosaron los fondos de bibliotecas públicas) y quedaron abandonados numerosos edificios de interés artístico con la subsecuente ruina de los mismos, pero otros en cambio se transformaron en edificios públicos y fueron conservados para museos u otras instituciones. La desamortización de fincas urbanas (edificios conventuales) contribuyó a la transformación del modelo de ciudad, la ciudad burguesa, caracterizada por la desaparición del viejo caserío, crecimiento en altura, apertura de nuevas vías, grandes edificios públicos y ensanches. Los antiguos conventos pasaron a tener otros usos o fueron demolidos.

A finales del siglo XIX se fraguó la unión de intereses de las oligarquías financieras industriales (catalana y vasca) y agrarias (cerealistas castellanos), para garantizar la protección del mercado interior español frente a la competencia exterior. Esta situación refleja el fracaso de una transformación económica insuficiente en una España que quedaba relegada al rango de segunda potencia, con una economía diseñada según los intereses de la iniciativa privada y el capital extranjero.

Entradas relacionadas: