Evaluación: Conceptos, Propósitos y Aplicaciones

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1. ¿Qué es evaluar? Ejemplos

Evaluar es un proceso que consiste en describir un aspecto de la realidad en forma cuantitativa y cualitativa, a partir de lo cual se emite un juicio en relación a un referente construido a través de la experiencia.

La necesidad de evaluar es inherente a nuestro comportamiento; lo hacemos constantemente. La evaluación es lo que estamos percibiendo en un momento dado respecto a un referente que se ha ido construyendo en la experiencia. Es consustancial al comportamiento humano, lo que significa que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos constantemente evaluando y evaluándonos. La evaluación tiene efectos poderosos sobre nuestro comportamiento como seres humanos, porque es lo que nos va a permitir decidir qué hacer al momento siguiente. Uno necesita evaluar y evaluarse para saber qué hacer o qué conductas presentar al momento siguiente.

La evaluación es la acción de describir, por lo cual aquí concurre la percepción. El primer elemento en la evaluación es la descripción, es tomar el dato. La descripción se puede manifestar de una manera cualitativa y de una manera cuantitativa, por lo tanto, en el acto de evaluar, con mayor o menor conciencia, utilizo estos dos referentes (cualitativo y cuantitativo) pudiendo enfatizar en uno o el otro, pero siempre concurren los dos. En términos metafóricos, corresponden a las dos caras de la misma moneda. A partir de la definición, que yo hago en términos cuantitativos y cualitativos, construyo un juicio donde constantemente voy a comparar con relación a un referente, y este referente se construye sobre la base de la experiencia. El sentido de evaluar es que nos permite afianzar nuestro sentido de adaptación (si no tuviéramos esta capacidad no tendríamos noción de cuándo estamos siendo adaptados y cuándo no), afianzar lo que emitimos como juicio bueno y corregir lo que consideramos como juicio malo. El tema de la evaluación es un tema central de cómo nosotros nos vamos vinculando con el entorno y con nosotros mismos, es decir, de cómo vamos afianzando lo bueno y corrigiendo lo malo, por eso aparece como un proceso natural del comportamiento humano.

2. ¿Para qué se evalúa? Ejemplos

En una perspectiva de origen, el porqué y el para qué normalmente se vinculan; el para qué define la meta y el porqué define una necesidad. Por lo tanto, cuando uno se pregunta el porqué y el para qué está aludiendo fundamentalmente a lo mismo. Los modelos conductuales reemplazaron el porqué evaluar más bien por el qué evaluar; en vez de preguntarse por qué voy a evaluar una conducta, o por qué una persona hace lo que hace, la pregunta tiene que estar expresada en qué es lo que determina que una persona haga lo que hace. Un primer intento de responder al para qué evaluamos se plantea en:

  • Recoger información:

Existe una diferencia entre la información, el conocimiento y el saber. La información está aludiendo al dato; cuando hablamos del dato o recoger información estamos hablando de aquellos aspectos de la realidad que están en bruto, tal como los recibimos a través de nuestros canales sensoriales, psicológicamente hablando a través de nuestra percepción. Por ejemplo, un informe del Banco Mundial indica que la riqueza que tiene Chile se ha duplicado en los últimos 20 años, expresa que la generación de riqueza que generó Chile desde su descubrimiento, la duplicó en los últimos 20 años; esto se puede interpretar como la información o el dato. Para la construcción del conocimiento se necesita la información o el dato. Entonces la información es aquellos elementos de la realidad que un ser humano está captando del medio, por eso se habla de que el dato es la información en bruto, aquello que capta nuestro registro sensorial, pero esos elementos que voy a construir a partir de mi registro sensorial, a partir de mi percepción, es lo que me permite construir conocimiento. Si yo no tengo el dato no puedo construir conocimiento.

Yo interpreto cuando soy capaz de establecer relaciones de causalidad. Por lo tanto, el tratamiento que tengo que hacer de esos datos en bruto o información que estoy recogiendo a través de mis canales sensoriales para transformarlos en conocimientos, es realizar una observación, descripción e interpretación. Recién voy a construir conocimiento cuando he observado, descrito e interpretado; si no hago ese procedimiento difícilmente puedo construir conocimiento. Este conocimiento me permite responder a la demanda del medio. El saber sería la valoración social del conocimiento. En las ciencias el saber se constituye en el elemento esencial, dado que todo lo que uno trabaja en relación a los distintos modelos del comportamiento humano validados socialmente, se constituye en un saber.

  • Establecer un diagnóstico:

Es otro propósito que aparece respecto de la evaluación. En el término diagnóstico uno puede diferenciar en un prefijo y un sufijo. El sufijo gnosis alude a conocimiento, el prefijo dia alude a hacer un corte en este momento. Se hace un corte con el propósito de conocer un fenómeno, no interesa lo que va a pasar más adelante, lo que interesa es lo que pasa en este minuto. El complemento del término diagnosis es prognosis. A partir de los elementos que tengo en este minuto (modelo de salud mental) se tiene una etiología, a partir de esa etiología se plantea una intervención y a partir de la intervención se plantea una prognosis. Por ejemplo, usted tiene gripe, la gripe es causada por un virus, si usted hace reposo durante 5 días tomando mucho líquido y evitando los cambios radicales de temperatura la prognosis es que debiera mejorarse en un plazo de no más allá de un par de semanas.

El diagnóstico requiere de la recolección de datos que permite que se construya la información, porque un diagnóstico necesariamente se refiere a una taxonomía, que es una organización de categorías respecto a un fenómeno de la realidad, un ordenamiento de las categorías conceptuales.

  • Decidir qué hacer:

Es la toma de decisiones. Decidir qué hacer alude a qué conductas voy a desarrollar en función de una situación. Se articula el evento a las decisiones, lo que se expresa finalmente en necesidades que están a la base. Si estas necesidades están claramente definidas, la toma de decisiones es bastante más fluida, pero de no ser así se produce una situación de conflicto. Lo habitual es que la decisión aparece bastante más compleja según la naturaleza del conflicto. Siempre a la base de una decisión hay un motivo, es decir, la decisión va a estar sustentada en un motivo o por la derivación de un conflicto, que es la concurrencia de dos o más motivos que tienen la misma presencia o potencia dentro de lo que es el comportamiento. Entonces, el tema de la toma de decisiones va a estar en directa relación con el nivel de diagnóstico, que a su vez va a depender de los datos que he recogido.

Si yo estoy claro en los datos que he recogido y estos me han permitido establecer un diagnóstico que considero válido, se me facilita la toma de decisiones. Por el contrario, si he recogido una insuficiente cantidad de datos o información, muy probablemente me encuentre ante la dificultad de establecer un diagnóstico, en una situación de no poder decidir qué hacer, es decir, de no poder establecer qué conductas tengo que desarrollar en una planificación. Cuando yo tomo una decisión es porque he construido un mapa de las conductas que voy a desarrollar. Hay autores que dicen que la toma de decisiones supone un mapeo o una planificación de las conductas inmediatas, mediatas y a largo plazo que se van a desarrollar, que debe ser eficiente y eficaz.

El establecer un diagnóstico me permite decidir qué hacer, lo que me permite establecer una prognosis.

  • Establecer una prognosis:

Me permite anticipar si hago a, b o c, anticipar lo que va a ocurrir. La decisión está planteada en términos de lo que es la representación que yo construyo de futuras acciones. En términos de intervención terapéutica, especialmente en lo que se refiere a jóvenes adolescentes dentro del grupo etario entre los 12 y los 18 años, desde una perspectiva constructivista o cognitivo-conductual, cada vez se hace más énfasis en que puedan anticipar las consecuencias de sus acciones, especialmente de las conductas de alto riesgo. La prognosis tiene que ver con hacia dónde se orienta el comportamiento y con anticipar las consecuencias del mismo.

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