Estructura Social y Política en América Latina: Oligarquía, Clase Media y Conservadurismo Liberal

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La estructura social en América Latina durante este período se asemeja a una pirámide, acentuada por el sistema económico, aunque con cambios notables:

La Oligarquía y la Burguesía

Junto a la oligarquía tradicional emerge una burguesía, pero esta es una burguesía oligárquica que se une a la élite existente.

La Clase Media

Debajo de la oligarquía se encuentra la clase media, cuyo desarrollo está limitado y que se convierte en una clase subordinada, ya que depende de la oligarquía para el empleo. Esta clase, compuesta por funcionarios, abogados, médicos y otros profesionales, es la más preparada intelectualmente y ocupa puestos en la administración, que se expande con el comercio.

La clase media es consciente de su subordinación, lo que genera una cierta rebeldía frente a la oligarquía. Esto explica el surgimiento de movimientos como el radicalismo en países como Argentina, Uruguay y Chile, especialmente en los más desarrollados.

La Clase Trabajadora

Como consecuencia de la explotación de materias primas, crece la clase trabajadora, pero en condiciones laborales pésimas, con jornadas de hasta 16 horas y una subordinación absoluta al oligarca. Muchos de estos trabajadores son emigrantes europeos en busca del sueño americano, que se encuentran con una realidad adversa. Sin embargo, su politización se traslada a América, dando origen a las primeras células sociales marxistas y sindicatos.

Marxismo e Indigenismo

En América Latina, el marxismo se entrelaza con el indigenismo, ya que los indígenas, los más marginados y desfavorecidos, son defendidos por movimientos que abogan por la protección de sus tierras y derechos. Este vínculo se manifiesta, por ejemplo, en la defensa del indio y sus tierras por parte de guerrillas.

Conservadurismo Liberal

Políticamente, este período se caracteriza por un conservadurismo liberal. Aunque teóricamente se proclaman liberales, en la práctica se implementa una política conservadora, donde priman el dinero y los intereses. Este fenómeno se asemeja al conservadurismo liberal presente en Europa en ese momento.

El Radicalismo como Oposición

En ciertos momentos y coyunturas históricas, en algunos países se intenta frenar este conservadurismo liberal. El radicalismo busca arrebatar el poder a la oligarquía, especialmente en zonas más desarrolladas como Argentina (con Hipólito Yrigoyen), Uruguay (con José Batlle) y Chile (con Alessandri). Sin embargo, estos movimientos son limitados y solo alcanzan el poder cuando se presenta una coyuntura política favorable, como la Primera Guerra Mundial.

Estos movimientos plantean un nuevo modelo de estado con mayor participación popular en la política. No obstante, su duración es breve debido a la crisis económica de 1929, que pone en jaque el sistema de dependencia creado por los liberales y socava la viabilidad de un estado diferente.

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