Esplendor Nazarí: Arte e Historia de la Alhambra de Granada

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El Arte Nazarí: Un Legado Islámico en la Alhambra

El arte y la civilización musulmana son religiosos, basados en el Islam, doctrina monoteísta predicada por Mahoma. Su lugar de origen se encuentra en la península Arábiga. El arte nazarí, aun siguiendo las pautas del arte islámico, presenta características propias:

  • Columnas de fuste cilíndrico, muy fino, con el capitel decorado con cintas, formas vegetales o mocárabes.
  • Arcos: en el interior, la mayoría de las veces son falsos o decorativos, pero los exteriores no. Predominan los peraltados de numerosos lóbulos y los de mocárabes.
  • Cubiertas: pueden ser de armadura, de madera, y bóvedas, siendo las más características las falsas de mocárabes.

En cuanto a la decoración, encontramos las lacerías, el ataurique y la epigráfica. Este repertorio decorativo se plasma en yeserías, situadas en la parte superior, y en los zócalos de cerámica vidriada en la parte inferior.

Orígenes de la Dinastía Nazarí en Granada

Tras la desintegración del imperio almohade, surge Muhammad Ibn Nars, quien se erige como líder de los musulmanes hispanos y, en 1237, funda en Granada la dinastía nazarí. Su sumisión tributaria a los reyes cristianos y sus disputas permitieron a los nazaríes conservar durante dos siglos y medio este rincón oriental andaluz.

La Alhambra: Fortaleza y Palacio Nazarí

Nada más establecerse en Granada, los nazaríes iniciaron la construcción de una acrópolis sobre el cerro de la Sabika, que recibiría el nombre de Alhambra. Fue levantada sobre los restos de una fortaleza-palacio del siglo XI.

Este recinto se distribuyó en tres núcleos independientes: la alcazaba militar, los palacios reales y una ciudad autónoma, en la que residían los altos dignatarios de la corte. Muhammad solo levantó el circuito defensivo, situando la alcazaba con el patio de armas para la guarnición en el ángulo más alto y saliente de la colina. Previamente, abasteció de agua el enclave, abriendo una acequia con caudal propio desde el río Darro.

Su heredero, Muhammad II, dulcificó la sobria arquitectura militar con la roturación del Generalife, finca construida en la ladera del cerro contiguo, con un hermoso pabellón de recreo.

Posteriormente, Muhammad III incorporó el agua y la jardinería, ordenando construir el Partal, el palacio más antiguo, destinado a recreo, formado por un pabellón, una torre y una amplia alberca.

El Apogeo de la Alhambra con Yusuf I y Muhammad V

El esplendor de la Alhambra llegó con los mandatos de los sultanes Yusuf I y su hijo Muhammad V. Con ellos triunfó el concepto ambivalente de este monumento: fortaleza y mansión para la alegría.

Yusuf I reconstruyó las puertas y las torres de la muralla. La más sobresaliente es la Torre de Comares, concebida como salón del trono, revestida de materiales convertidos en obras de arte por artesanos brillantes. Su techo está formado por un artesonado de madera donde aparecen representados los siete cielos del Paraíso musulmán, presididos por el trono de Alá. Junto a esta torre se encuentra el palacio del mismo nombre, que se estructura en torno a dos patios: el Cuarto Dorado y el de los Arrayanes.

Muhammad V otorgó al área de los palacios su configuración actual. Llevó a cabo la construcción del Palacio de los Leones, organizado en torno al patio del mismo nombre, decorado con una hermosa fuente, al que se abrían las principales estancias: al norte, la Sala de las Dos Hermanas, al sur la de los Abencerrajes, al oeste la de Mocárabes y al este la de los Reyes.

En su interior se encuentra el Palacio de Carlos V, edificado para residencia de dicho emperador, aunque no queda constancia de que llegara a habitarlo en ningún momento.

El Generalife: Jardines y Descanso para el Sultán

El Generalife es un palacete de descanso lleno de jardines y fuentes, cuya función es la de residencia de descanso del sultán nazarí, formando parte de una gran finca, compuesta de huertas y una dehesa para ganado. Aquí los sultanes gozaban de soledad y apartamiento y de un más íntimo contacto con la naturaleza.

Es un palacete con patio de crucero de planta rectangular con flores y orientado de N-S, atravesado por la acequia real. En el pabellón del lado norte hay un pórtico de cinco arcos, que da acceso a la Sala Regia, y al fondo de esta sala una torre de planta cuadrada con sala interior.

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