Esplendor Literario del Siglo XVI: La Poesía Renacentista Española
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 7,3 KB
Literatura del Renacimiento
Introducción
La época renacentista abarca todo el siglo XVI, época en la que podemos diferenciar dos etapas del Renacimiento español:
- El primer Renacimiento (primera mitad del siglo XVI): Época de mayor vitalismo y más abierta a las influencias estéticas, intelectuales e ideológicas que provenían de Europa. Destaca como autor literario Garcilaso de la Vega.
- El segundo Renacimiento (segunda mitad del siglo XVI): Se mira con recelo el contacto con otras culturas europeas, se nacionalizan los elementos nacionalistas y la religión marca en gran medida la cultura y el arte de este momento. En la literatura se desarrollan los temas ascéticos y místicos, en autores como Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
En líneas generales, el Renacimiento es una transformación profunda y compleja de la cultura humana que se manifiesta en todos los ámbitos de la vida: la sociedad, la política, el pensamiento, la ciencia, la literatura, la religión… Consiste fundamentalmente en un retorno a los ideales artísticos, literarios y filosóficos del mundo grecolatino, compatibilizados, naturalmente, con el ideario cristiano. Florece en Italia durante los siglos XIV y XV. A finales de este último, se extiende al resto de los países europeos donde triunfa a lo largo del siglo XVI.
Primera Etapa del Renacimiento (Primera mitad del siglo XVI)
En el Renacimiento se desarrolla un movimiento intelectual y cultural que tuvo su origen en Italia en el siglo XIV, el Humanismo, gracias a figuras como Petrarca, y se extendió por toda Europa a lo largo de los siglos siguientes; en España, especialmente en el siglo XVI.
Características del Humanismo
- Se conocen y estudian las lenguas y literaturas clásicas: griega y latina. Este mismo afán de conocimiento clásico afectó al estudio de las Sagradas Escrituras.
- Se imitan los modelos clásicos, que sirvieron como patrones lingüísticos, literarios, pictóricos, arquitectónicos, escultóricos, históricos… Es esta imitación de los cánones de la Antigüedad clásica.
- El Humanismo se interesa por todo lo que atañe al ser humano y a su dignidad. Triunfa este principio: El hombre es el centro de todas las cosas. Esta característica se conoce como antropocentrismo.
- El racionalismo y el individualismo serán dos aspectos de una época en la que el hombre es el centro de la nueva escala de valores.
- La literatura y todas las demás artes constituyen un canto abierto a la vida, a la belleza, al amor y a la felicidad. El mundo pasa a ser considerado como un lugar digno para vivir y gozar.
- El canon de la belleza creado en el Renacimiento e inspirado en el clasicismo grecolatino defiende los siguientes aspectos de la obra literaria:
- Proporción y orden en la composición.
- Equilibrio en el lenguaje y en los contenidos.
- El ritmo en el verso y en la prosa.
- La armonía y la claridad.
- En la literatura, los temas van a adquirir una inspiración clásica, profana, pagana y sensual. Se reiteran temas como el Carpe diem, con su invitación a gozar de la belleza y la juventud ante la brevedad de la vida; el Beatus ille o canto a la vida retirada, el bucolismo con la idealización de la vida pastoril y la mitología.
- El autor por excelencia de este periodo es Garcilaso de la Vega.
Garcilaso de la Vega
De noble familia, nació en Toledo en 1501. Su corta vida se desarrolla durante la primera parte del reinado de Carlos I. Fue defensor de la causa del emperador en todo momento. Murió en 1536 en Niza como resultado de una acción militar. Garcilaso ha pasado a la posteridad como el prototipo del caballero renacentista.
La obra de Garcilaso fue preparada para su edición por Juan Boscán y publicada en 1543, con lo cual fue una obra póstuma. Es relativamente breve: tres églogas, unos 40 sonetos, cuatro canciones, dos elegías, una epístola y algunas muestras de poesía tradicional de cancioneros. Esta reducida obra poética contiene, sin embargo, lo esencial en cuanto a géneros, temas, motivos, métrica, lengua… de la poesía renacentista.
Los sonetos garcilasianos, tras el fallido intento del Marqués de Santillana, significan la definitiva aclimatación de esta estrofa en la literatura española. Son generalmente de índole amorosa, algunos próximos aún al estilo de la lírica de cancionero, otros portadores de la nueva sensibilidad renacentista. En esta misma línea pueden considerarse sus canciones. Las elegías descubren una influencia directa de los clásicos y una actitud insensible ante los sucesos desgraciados, no exenta, sin embargo, de un cierto vitalismo optimista.
Son sus églogas las que, junto a algunos sonetos, representan la culminación del talento poético garcilasiano. La égloga es una composición poética bucólica en la que varios pastores dialogan sobre determinados temas, generalmente amorosos.
Serán dos temas los predominantes en la poesía garcilasiana: el amor y la naturaleza. En el tema del amor, como hombre de su tiempo, muestra una concepción marcadamente neoplatónica y con evidentes huellas de la tradición petrarquista. Su poesía transmite una fuerte sensación de sinceridad que se ha relacionado habitualmente con el carácter autobiográfico que tendrían los poemas del toledano.
El tema de la naturaleza aparece como entorno estilizado en el que los personajes se quejan de sus aventuras amorosas, siendo al mismo tiempo la propia naturaleza la que escucha y consuela a los pastores en sus quejas. El elogio de la naturaleza primitiva tiene su antecedente en la égloga clásica, concretamente en la poesía de Virgilio.
Estilo poético
- Funde la poesía de cancionero del siglo XV con las influencias procedentes de Italia.
- La nueva lengua poética se ajusta a los ideales renacentistas de naturalidad y elegancia. Su lenguaje es aparentemente sencillo, fluido y natural.
- Busca el equilibrio clásico entre la pasión y el impedimento.
- En sus escritos destaca la armonía reflejada en la frecuente simetría de sus estructuras poéticas: versos bimembres, elementos duplicados, paralelismos sintácticos.
- El tono de su poesía es dulce, triste y melancólico, como revelan los adjetivos antepuestos, por ejemplo, dulces prendas, tristes cantos, cansados años…
- A ese tono contribuye la novedosa métrica garcilasiana con predominio del endecasílabo frecuentemente asociado al heptasílabo, proporcionándole una gran libertad expresiva.
La renovación poética que representa la lírica de Garcilaso resulta más evidente si se compara con la poesía de cancionero (siglo XV). Mientras la lengua de Garcilaso alcanza plenamente el ideal renacentista de la claridad y sencillez expresiva, los intentos renovadores del siglo XV son una solución sin continuidad, alejándose con ello radicalmente de la lengua y la sensibilidad que triunfarán en el Renacimiento.