España: De la Dictadura a la Democracia (1975-1977)
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1. La Transición a la Democracia (1975-1977)
Los rasgos característicos de este periodo son:
- Se trata de un proceso graduado en el tiempo, no revolucionario: eliminación del sistema dictatorial, constitución formal de la democracia, reforma económica, normalización del funcionamiento de las instituciones, etc.
- Mantuvo el equilibrio entre ruptura y reforma, haciendo la transición desde la legalidad.
- Se hizo desde el consenso, basado en los acuerdos entre las distintas fuerzas políticas y en la reconciliación social.
- Los cambios fueron legitimados con la consulta popular: Ley de Reforma Política, elecciones de 1977, referéndum de la Constitución de 1978.
1.1 Proclamación del Rey Juan Carlos I y Primer Gobierno
Al morir Franco, el 20 de noviembre de 1975, se lleva a cabo el traspaso de poderes según lo dispuesto por el propio Franco, para garantizar la continuidad del régimen. El día 21, Juan Carlos I es nombrado capitán general de los tres ejércitos y jura las Leyes Fundamentales del Reino. El día 22 es proclamado Rey de España ante las Cortes Españolas y pronuncia su primer discurso oficial como Rey, aludiendo a Franco, a la tradición y leves referencias a la modernidad. Parecía indicar que se mantenían las posiciones del régimen, aunque dejaba entrever un espíritu nuevo: la reconciliación, la tolerancia, el reconocimiento de las peculiaridades regionales, etc. También establecía el tono del proceso: en el futuro los grupos políticos que gobernaran España tendrían que lograr acuerdos. Entre las opciones que se manejaban: continuismo, ruptura o reforma, esta última parecía imponerse.
En su primer gobierno, mantiene como jefe de gobierno a Carlos Arias Navarro y como presidente de las Cortes del Consejo del Reino a Torcuato Fernández Miranda. En este gobierno se defendían posiciones políticas distintas:
- La continuista: defendida por Arias. Seguir en el modelo franquista con algunos derechos.
- La reformista-continuista (Fraga).
- La reformista (Areilza), avanzar hacia la democracia.
El gobierno contó con una fuerte oposición, sobre todo tras la formación de la Coordinación Democrática, en marzo del 76, por la fusión de la Junta Democrática y de la Plataforma de Convergencia Democrática. En su programa fundacional, entre otras cosas, piden: liberación de presos políticos, ejercicio de derechos humanos y libertades políticas, y la ruptura política con el inicio de un periodo constituyente.
También los carlistas se mostraron descontentos con el gobierno, pero los sucesos de Montejurra, en mayo de 1976, entre las posiciones de los dos hermanos, Carlos Hugo (socialista) y Sixto Enrique (integrista), llevaron a la desaparición política del carlismo.
Al mismo tiempo se produce un incremento de la conflictividad social y laboral que provoca huelgas, protestas, etc. La respuesta del gobierno fue la represión, en algunos casos con gran dureza (sucesos en una iglesia de Vitoria el 3 de marzo de 1976). El cambio está generalizado, así que el Rey, que ya había estado lanzando mensajes de libertad y cambio (discurso en el Congreso de Estados Unidos), solicitó a Arias su dimisión el 1 de julio de 1976.
1.2 El Gobierno de Adolfo Suárez: Inicio de las Reformas
Tras la dimisión de Arias, Torcuato Fernández Miranda como presidente del Consejo del Reino le propuso al Rey, como era preceptivo, una terna de candidatos para la elección de jefe de gobierno: Adolfo Suárez, Gregorio López Bravo y Federico Silva. El día 3 de julio de 1976 Adolfo Suárez fue designado por el Rey para desempeñar el cargo de jefe de gobierno. Suárez provenía del franquismo, había sido ministro en el gabinete anterior, por lo que su nombramiento causó un gran recelo en la oposición y satisfacción en los sectores del régimen. Poco a poco el gabinete presidido por Suárez fue cobrando protagonismo y credibilidad y a mediados de julio hizo una declaración programática que marca el inicio de las reformas. En esa declaración, partiendo del principio de que la soberanía reside en el pueblo, anuncia la celebración de elecciones generales antes del 30 de julio de 1977. La idea era hacer la reforma dentro de la legalidad, hacer una ruptura pactada contando con mayor consenso y apoyo de las fuerzas políticas, para desmantelar lentamente la dictadura para llegar a la democracia. Acompañando estas ideas, Suárez pone en marcha algunas medidas reformistas:
- Renuncia del Rey al privilegio de presentación de obispos.
- Aprobación de una amnistía para presos políticos (salvo terrorismo).
- Ampliación de la tolerancia pública que amplía la libertad de expresión.
- Negociaciones para legalizar centrales sindicales y partidos políticos.