España entre 1874 y 1931: Restauración, Crisis y Fin de la Monarquía
1. La Restauración Borbónica (1874-1902)
La restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II, fue el resultado de un doble proceso:
- Político: Cánovas del Castillo, jefe del Partido Conservador, logró la abdicación de Isabel II en su hijo Alfonso y su aceptación tras prometer un gobierno constitucional.
- Militar: protagonizado por el general Martínez Campos, que proclamó la restauración de la monarquía.
Esta se mantuvo tras la muerte del rey en 1885 durante la regencia de su segunda esposa, María Cristina de Austria (1885-1902).
1.1. El Sistema Político de la Restauración
Se basó en dos pilares:
- La Constitución de 1876 era moderada. Establecía una declaración de derechos amplia, con posibilidad de restringirse en función del partido gobernante; la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes; y un sufragio a determinar por el partido gobernante.
- El turnismo se basó en la alternancia pacífica de los partidos en el poder. Cuando el Gobierno se desgastaba, el rey encargaba formar gobierno al jefe de la oposición. Este convocaba y amañaba las elecciones, utilizando trampas electorales como el pucherazo y valiéndose de la presión ejercida sobre los electores por los caciques, individuos de gran poder económico y social a nivel comarcal o local.
1.2. Los Problemas de la Restauración
El sistema de la Restauración tuvo que enfrentarse a varios problemas:
- La oposición de los partidos excluidos del turnismo. Fue el caso de los carlistas, los demócratas y los republicanos.
- El inicio del regionalismo. Frente a la política centralista del Gobierno, los catalanes reivindicaron el catalán como lengua oficial, la existencia de partidos y tribunales catalanes, y la autonomía de Cataluña. Los vascos se centraron en la defensa de sus fueros y tradiciones; y los gallegos y los andaluces, en la solución de los problemas económicos y sociales.
- El auge del movimiento obrero. Tras la fundación del PSOE, de la UGT y del anarquismo, que fundó la FTRE.
- El desastre de 1898 que consistió en la pérdida de las últimas colonias españolas.
1.3. El Desastre de 1898
En 1895 se iniciaba una revuelta independentista en Cuba. En 1896, ocurría lo mismo en Filipinas. Para hacer frente a la revuelta cubana, el Gobierno español intentó primero la represión, enviando al enérgico general Weyler, y después la conciliación, ofreciendo la concesión de la autonomía política y arancelaria. Pero las reformas llegaban demasiado tarde.
Estados Unidos ya había decidido entrar en guerra contra España. El 20 de abril de 1898 volaba por los aires en extrañas circunstancias, un barco de guerra estadounidense anclado en el puerto de La Habana. Estados Unidos atribuyó la voladura a un sabotaje español y declaró la guerra a España. La contienda fue rápida, debido a la superioridad militar estadounidense. Tras sucesivas derrotas navales en Cuba y Filipinas, España firmó con Estados Unidos la Paz de París y abandonó Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
2. Crisis del Estado Liberal: El Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
Alfonso XIII fue declarado mayor de edad en 1902. El reinado entró en crisis dando lugar, primero, a una dictadura militar, y después, a la caída de la monarquía.
2.1. El Mantenimiento del Turno de Partidos (1902-1917)
- El sistema del turno de partidos se mantuvo entre 1902 y 1917 bajo dos nuevos líderes: Antonio Maura al frente del Partido Conservador, y José Canalejas al frente del Partido Liberal. Ambos llevaron a cabo una política regeneracionista, que intentó acabar con el caciquismo e implantar ciertas mejoras sociales.
- La Semana Trágica de Barcelona fue el problema más destacado del período. Estuvo motivado por la movilización de reservistas para acudir a la guerra contra Marruecos, causada por el intento de España de crear un protectorado en esa zona. Al tratarse en su mayoría de padres de familia, su movilización desencadenó una huelga y violentos disturbios en Barcelona. La dura represión del gobierno conservador provocó la ruptura del pacto de turno con los liberales y la dimisión del presidente Maura.
2.2. La Descomposición del Sistema de la Restauración
La Crisis de 1917
- La crisis militar se originó al reclamar el Ejército la subida de salarios y el ascenso por antigüedad, y no por méritos de guerra.
- La crisis política se debió a una asamblea de parlamentarios catalanes, que reclamó una nueva constitución y la creación de un Estado descentralizado, con autonomías.
- La crisis social se desencadenó por la convocatoria de una huelga general. Con ella, los partidos y sindicatos de izquierda pretendían protestar por la subida de precios, que empobrecía a las clases populares, y derrocar al gobierno. La huelga fue duramente reprimida, lo que intensificó el deterioro político.
La Agudización de los Problemas entre 1919 y 1923
Entre 1919 y 1923 la situación empeoró. Se sucedieron los gobiernos de concentración, que apenas duraban en el poder; aumentó el conflicto social, con enfrentamientos entre patronos y obreros y numerosas huelgas; y el desastre de Annual en la guerra de Marruecos, donde murieron 10.000 soldados, causó una enorme conmoción en la opinión pública española. En esta crisis, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado en 1923. Finalizaba así el sistema de Restauración y se imponía una dictadura.
2.3. Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
- En la primera fase de la dictadura el gobierno estuvo en manos de un Directorio Militar. Este suspendió la Constitución de 1876; disolvió las Cortes; prohibió los partidos políticos; reprimió el movimiento obrero y el nacionalismo; y derrotó a los marroquíes tras el desembarco de Alhucemas.
- En la segunda fase Primo de Rivera formó un Directorio Civil. Se fomentó la agricultura de regadío y la industria; y se impulsó la construcción de carreteras y la mejora de los ferrocarriles. Pero ante la repercusión de la crisis económica de 1929, el aumento del paro, el resurgimiento del movimiento obrero y de los nacionalismos, y la oposición de los intelectuales, Primo de Rivera dimitió en 1930. Se intentó entonces volver al sistema parlamentario. Pero el desprestigio de la monarquía por su apoyo a la dictadura, hizo que en las elecciones municipales celebradas en abril de 1931 triunfaran los republicanos en las grandes ciudades. En estas circunstancias, Alfonso XIII decidió abandonar el país.