Escultura Griega Clásica: Policleto, Fidias y los Maestros del Siglo IV a.C.

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Policleto y el Canon Clásico

Policleto, broncista de Argos, escribió un tratado, el Canon, sobre las proporciones armónicas del cuerpo humano. El Doríforo (portador de lanza) y el Diadúmeno son ejemplos (conocidos por copias romanas) que aplican los principios expuestos en su libro.

Su escultura responde a planteamientos geométricos: la cabeza es marcadamente esférica y la vertical que divide la cara se compone de tres segmentos iguales (frente, nariz, boca y barbilla). El estudio de las proporciones es riguroso; la cabeza es la séptima parte del cuerpo. Muestra un ritmo intermedio entre un paso y el siguiente. La postura es el contrapposto, con un equilibrio compensado: el torso presenta una ligera inclinación hacia el lado derecho (el de la pierna de apoyo) y la cabeza gira en la misma dirección. Predomina el punto de vista frontal, aunque con concepción espacial, como demuestra el brazo que originalmente sostenía la lanza. El Diadúmeno muestra una anatomía y postura con mayor libertad.

Fidias y la Culminación del Clasicismo

Fidias representa la culminación del Clasicismo Pleno. Destaca por su maestría en el equilibrio, la idealización de las formas, la serena expresividad de los rostros, la solemne majestuosidad de sus dioses y la perfección de la técnica de los paños mojados.

Dirigió las obras de la Acrópolis de Atenas y realizó la colosal estatua criselefantina (oro y marfil) de Atenea Parthenos para el Partenón. Acusado de robo, huyó a Olimpia, donde esculpió el Zeus Olímpico, también de oro y marfil, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y quizás la obra más perfecta de la escultura griega.

La Decoración del Partenón

Fidias dirigió la decoración escultórica del Partenón, popularizando la técnica de los paños mojados. El programa iconográfico se distribuía en tres niveles:

  • Frontones (zona más alta): Reservados a los dioses. Se representaba el nacimiento de Atenea y su disputa con Poseidón por el patronazgo de Atenas.
  • Metopas (zona intermedia): Dedicadas a los héroes atenienses, con temas como la Amazonomaquia, Gigantomaquia y Centauromaquia, relacionados con el héroe Teseo.
  • Friso (zona inferior, en el muro de la cella): Representaba a los hombres, los ciudadanos atenienses en la Procesión de las Panateneas, la fiesta principal en honor a la diosa Atenea.

Otras Obras del Periodo

Se conservan algunas obras anónimas importantes como los Guerreros de Riace. Una de las obras más hermosas es la Niké atándose la sandalia (del templo de Atenea Niké), un claro ejemplo de la técnica de paños mojados.

El Siglo IV a.C.: Hacia el Posclasicismo

Tras las Guerras del Peloponeso, Atenas perdió su hegemonía política y artística, que se desplazó hacia las ciudades jónicas de Asia Menor. Esta crisis se manifestó en un creciente individualismo y escepticismo religioso, lo que tuvo reflejo en la escultura. Los dioses perdieron la serenidad y majestuosidad de la época de Fidias, se humanizaron, representándose en acciones cotidianas, y apareció con fuerza el desnudo femenino. Las formas se estilizan, se multiplican los puntos de vista y se exploran sentimientos más intensos y el pathos (emoción).

Praxíteles

Escultor del mármol por excelencia. Creó la famosa curva praxiteliana, una línea sinuosa y rítmica en forma de 'S' que dota a sus figuras de una apariencia lánguida, inestable e indolente. Es el escultor de dioses humanizados, despojados de la majestad y grandeza anteriores. Buscó la belleza ideal, pero impregnada de sensualidad y hedonismo. Difuminó las aristas de los cuerpos mediante un pulido suave (sfumato), dando lugar a texturas mórbidas y delicadas. Se conservan copias romanas de muchas de sus obras, como el Apolo Sauróctono (cazador de lagartos) y la Afrodita de Cnido (el primer desnudo femenino monumental). Se considera original suyo el Hermes con Dioniso niño, encontrado en Olimpia.

Scopas

También trabajó preferentemente el mármol. Su obra se caracteriza por un marcado patetismo (expresión intensa de sentimientos, especialmente dolor o pasión), influyendo notablemente en las escuelas helenísticas posteriores. Cimentó su prestigio en la representación de héroes y temas trágicos. Buscó representar las emociones del alma (pathos), dotando a sus personajes de gran expresividad. Esculpe ojos hundidos bajo arcadas profundas, bocas entreabiertas y cuerpos en movimiento tenso y agitado. Esto queda patente en los relieves que realizó para el Mausoleo de Halicarnaso y en figuras como la Ménade danzante.

Lisipo

Introdujo importantes novedades: un nuevo canon de proporciones con un tipo humano más esbelto (la cabeza es la octava parte del cuerpo, frente a la séptima de Policleto), y un mayor dominio del espacio tridimensional y del movimiento, multiplicando los puntos de vista óptimos de la escultura. Fue el retratista oficial de Alejandro Magno. Obras destacadas (conocidas por copias) son el Apoxiomeno (atleta limpiándose el aceite con un estrigilo) y numerosos retratos de Alejandro Magno.

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